FOTOGRAFÍAS: Torre caída en Espinosa de los Monteros (Tomadas en octubre de 2021)
Nadie
le presta atención, es una ruina y punto. Pasamos delante de ella y pasamos de
ella, ni se sabe desde cuándo. Pero no deberíamos ser tan despreciativos con
ella, pues se trata de una ruina histórica, de tanta importancia como la que
tienen todas las demás hermosas torres y casonas, enteras, que tanto abundan en
Espinosa de los Monteros (en un aparte os digo, queridos amigos y seguidores de
este Cajón de Sastre, que a poco que lo intentara la villa pasiega, y si es que
así lo quisiera, podría entrar en el libro Guinness de pueblos con mayor número
de estas edificaciones históricas en su casco urbano, en relación a su
población, claro).
Llamo
a esta ruina “La torre caída”, por su estado y porque no conozco su
nombre de pila, quizá el escudo que luce en el esquinal de unos de los muros en
pie podría darnos alguna pista de su primigenio origen. Lo dejo para los
estudiosos de la heráldica. Esta ruina, este noble resto entre el inmenso
patrimonio arquitectónico de Espinosa, probablemente de los siglos XV o XVI, se
encuentra en el arranque de la carretera a Picón Blanco. Visto de frente llama
la atención por un agresivo y moderno paredón blanco, probablemente de
hormigón, que sustituye a uno de los muros caídos. Una pena de imagen.
En
cualquier caso, traigo hoy aquí dicha ruina porque en ella descubrí recientemente
una ventana merecedora de ocupar lugar en el ya dilatado repertorio de ventanas
nobles que llevamos guardadas. La ventana, con original arco conopial y situada
en muro occidental, tiene un escudo de los que aquí siempre hemos llamado “vacíos”,
pues, como tantos que tenemos localizados, no tiene armas incisas, solo la
superficie lisa, aunque pienso que ni falta que le hacía, ya que a su derecha,
en un esquinal del mismo muro, se conserva el escudo antes mencionado, y esta
vez sí, esta vez con sus armas y correspondiente timbre heráldico, que será lo que
delate el señorío de esta torre.
Bien
harían los espinosiegos en consolidar los restos de esta torre, para que no llegue a perderse en su totalidad.