jueves, 26 de noviembre de 2009

EL TIEMPO DETENIDO EN ZAEL



FOTOGRAFÍAS: Reloj estático de Zael (Tomadas en 2006)

En la fachada de una casa de Zael puede verse un reloj que siempre marca la misma hora: las doce menos cuarto, no sé si de mediodía o de medianoche, es la que quiso marcar el albañil que le fabricó. No tiene maquinaria, sólo números y agujas estáticas. A la vista de este sorprendente artilugio, por llamarle de alguna manera, a uno se le ocurren cosas, elucubraciones, preguntas... La primera y fundamental pregunta ha de ser: ¿qué mensaje se esconde detrás de este tiempo detenido? Y a continuación: ¿qué acontecimiento importante sucedió o sucederá en el pueblo de Zael a esa hora de cualquier día? O algo más simple: ¿qué tristeza o qué alegría pudo ocurrirle al artífice relojero a las doce menos cuarto; puede ser que a esa hora de un afortunado día se enteró de que le había tocado un premio gordo de la lotería, y ello cambió el rumbo de su vida? ¿Quizá es la hora en que le nació algún hijo? Preguntas, mil preguntas, posiblemente sin respuesta, podrían hacerse a este reloj de agujas estáticas, a este reloj sin vida, pero que bien podría encerrar algún mensaje trascendental para la humanidad. Aunque, bien pensado, acaso el albañil relojero, a la hora de obrar, estaba tarareando aquel viejo, pero eterno, bolero de Roberto Cantoral

“Reloj no marques las horas,
porque voy a enloquecer...”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Solo se admiten comentarios constructivos. Los comentarios anónimos, o irrespetuosos, no serán publicados, tampoco los que no estén correctamente identificados.