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Panel rocoso |
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Esvástica y yugo con flechas |
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Un puñal en el centro |
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DUCE |
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Mujer desnuda |
FOTOGRAFÍAS: En las montañas del norte de Burgos (Tomadas en abril de 2014).
Han pasado casi veinte años desde que recorrí el frente de
guerra en el norte de Burgos. Trataba entonces de recabar testimonios que
nuestra contienda fraticida pudo dejar en aquella línea burgalesa establecida
en 1937 tras el alzamiento de 18 de julio de 1936, tanto materiales como orales. De
aquello di cumplida cuenta en sendos reportajes que publiqué en Diario 16
Burgos en 1996. Descubrí entonces casamatas y trincheras en los altos, las vi
con mis propios ojos, camufladas ya por la erosión y la maleza; me hablaron de
bombardeos, de pueblos destrozados, de carnicerías sin cuento, de separaciones
familiares, de cosas horribles que ya todo el mundo conoce y cuesta relatar. Ha
pasado mucho tiempo de aquello, ya digo, y hoy vengo con un testimonio nuevo,
con otra huella de la guerra, de nuestra guerra de nunca acabar. Me refiero a
un descubrimiento nuevo para mí, a una huella que entonces no vi y que aún se
conserva fresca como la roca. Digo en la roca porque está grabada en ella, en
un panel de arte inciso; digo arte porque así se puede considerar la magnífica
ejecución del artista que la representó. Aunque no es el arte lo que más
impresiona en ella, sino el valor del dato histórico. Y hora es ya de que os cuente, queridos amigos y seguidores de este Cajón de Sastre, lo representado en
el lienzo- pared-roca, que no es otra cosa que los tres símbolos que
conmovieron a España y al mundo en los años 30 del pasado siglo: la esvástica
hitleriana, el fasces italiano, un haz de varas con hacha, y el yugo y las
flechas, tan nuestro. Los tres juntos, como lo estaban cuando combatieron contra el
ejército republicano, más un puñal, más la palabra DUCE dominando el panel.
Soldados italianos que lucharon y murieron en los montes burgaleses debieron
acampar en este lugar, y uno de ellos debía ser buen artista, pues esculpió con
arte una mujer desnuda que viene a quitar dramatismo al conjunto. Y no digo
más, que la roca y los símbolos hablan por sí solos.
es una pena que pueda perderse todo ese patrimonio.desde luego en otras autonomias se harían cargo de él , no se si Burgos o la Comunidad tienen medios para ello,pero su pérdida o desmembramiento sería una auténtica catástrofe para los amantes de la arqueología industrial
ResponderEliminarUna catástrofe, no sé, pero sí una pérdida de patrimonio cultural, pese a las connotaciones.
EliminarSaludos