domingo, 3 de enero de 2016

EL RELOJ QUE NO QUISO AVANZAR

 

FOTOGRAFÍA: Ventana y reloj en la torre campanario de Revilla del Campo (Tomada en diciembre de 2015). 


Sobre la bonita y clásica ventana, el reloj de la torre de Revilla del Campo dudó entre quedarse anclado en las XII o avanzar. Sus agujas le pedían estarse quietas, para obstaculizar el terricidio, para evitar que este nuevo año sigamos degradando el planeta. Sabe, por un lado, que seguiremos consumiendo más, y más, y más (nos incitan a ello y caemos en la trampa), y por otro que nos quejaremos de que el clima cambie o haya cambiado. El Reloj de la torre de Revilla, de la firma alavesa Viuda de Murua, nos pide, para pasar de minuto, más sentido común y más responsabilidad. Y nos pregunta qué seremos capaces de hacer o de prescindir cada uno de nosotros, como seres racionales, por salvar el planeta. Respondamos con sinceridad. “Poca cosa o nada, más bien nos gusta autoinmolarnos”. La sequía nos azotará, el sol nos abrasará sin piedad, nuestras cosechas se malograrán, el agua nos llevará o secará nuestras fuentes..., y más cosas de tan escasa importancia.  


2 comentarios:

  1. Buenas noches, Elías Rubio Marcos:

    Dejo enlace, para que veas cómo se comportan algunos de los relojes fabricados en Viuda de Murua.
    ¿Será vejez, o al contrario manera de expresar el descontento con lo que ven?
    ¡Feliz Año 2016!

    Saludos

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  2. Muchas gracias, Gelu. En cuanto tenga ocasión preguntaré al reloj su opinión de cómo va el mundo. Ardo en deseos de conocer su maquinaria.

    Un abrazo y feliz año.

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