lunes, 19 de diciembre de 2016

AEROGENERADORES E IMPACTO AMBIENTAL



Desfiladero El Butrón (Icedo)

Castillo de Hornillos del Cerrato y aerogenerador volando

Heráldica y molinetes en Ayoluengo

Balancín del petróleo y molinetes en Hontomín

Ruinas medievales y molinetes en Huérmeces

Portada románica y molinete en Los Ausines

Menhir y aerogenerador en San Pedro Samuel

Chozo pastoril y aerogeneradores en San Pedro Samuel

Ventilan campanarios 

Reflejos del cielo en el páramo de Poza de la Sal





FOTOGRAFÍAS: Paisaje y Patrimonio con aerogeneradores en Burgos (Tomadas entre 2010 y 2016)


       Confieso que hubo un tiempo en que renegaba de los aerogeneradores que aquí y allá se instalaban en Burgos, en ocasiones sin tener en cuenta los valores paisajísticos y patrimoniales. Hoy ya me he acostumbrado a su presencia, como vosotros supongo que también, queridos amigos. Estos árboles de metal, de crecimiento rápido, nos son tan familiares que pensamos que están donde están desde el principio de los tiempos, como los robles milenarios, aunque hayan pasado muy pocos años desde la primera plantación. Y es que el ojo se hace a todo muy pronto, incluso a las moscas oculares. Renegaba yo porque a veces, habiendo tantos lugares donde el impacto podía ser mínimo, se instalaban o se pretendían instalar en lugares paisajísticamente emblemáticos, como el valle de Valdivielso, por poner un ejemplo; recuerdo aquella vez que participé en una ascensión ecologista a La Tesla para protestar porque habían intención de instalar un parque de molinetes en las cumbres de Peña Corba. ¡Hubiera sido una locura! Pero vaya, pasó el tiempo y afortunadamente se fueron eligiendo lugares de menor impacto. De todos modos, ahora parece que ha pasado la fiebre eólica, o las subvenciones, y ya no vemos por las carreteras camiones kilométricos cargados con aspas o columnas. Aún así, los que se plantaron ahí están (y ahí permanecerán hasta que la energía eólica sea arqueológica y algún chatarrero haga su agosto), impactaron en el paisaje, modificándolo, y crearon imágenes nuevas del patrimonio edificado, algunas no exentas de belleza, para ser justos. Hoy, los fotógrafos, profesionales o aficionados, se las ven y se las desean para sortear estos artilugios sin quieren obtener una imagen sin su interferencia. Os dejo, queridos amigos de este Cajón de Sastre, algunas vistas que hablan por sí mismas. Podrán ser muchas más, pero no quiero aburrir. 


6 comentarios:

  1. Una exposición muy acertada de los desastres visuales y paisajisticos que generan estos gigantes.
    Son como la plaga, están en todas partes.
    Al cajón de los horrores.
    Un cordial saludo.

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  2. Quizá dentro de cien años se vean como un patrimonio arqueológico-etnográfico a conservar. Ahora sí, Faustino, ahora los vemos como una plaga para el paisaje, estoy de acuerdo.

    Saludos



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  3. Esta industria es una gran fuente de riqueza, que ha creado muchos puestos de trabajo. Lo que pasa es que las eléctricas emplean a más abogados que a electricistas.

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  4. Y menos a los del interruptor de cuchillas.

    Saludos

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  5. Parece ser que el el Cerro de Villalta hay túmulos arqueológicos destrozados por dichos molinos,lo bonito seria tener mas cuidado antes de ponerlos (si es posible...)
    jm ugartetxea, aprilia

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  6. Tienes razón, pero eso sería pedir peras al olmo

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