domingo, 29 de abril de 2018

UN PORTILLO EN EL ESPINAZO DE VALDELUCIO

Paso excavado y contrafuerte ciclópeo

Desde El Portillo, a lo lejos, se ven Barrio y La Riba 


FOTOGRAFÍAS: El Portillo, Barrio-Lucio y la Riba de Valdelucio (abril 2018)

        Fueron tiempos de portillos, de excavaciones en las rocas para pasar de un lado a otro, para atravesar montañas y cordilleras imposibles y evitar grandes rodeos. Fueron tiempos en los que nada se interponía en la comunicación de pueblos y lugares, bien para la relación entre vecinos o bien para aprovechar bienes o riquezas “del otro lado”. Nada asustaba, y si había que enfrentarse a las peñas hasta desgajarlas, abrir paso donde no había, se hacía con valentía y decisión, utilizando pesados mazos y picachones; no importaba el tiempo empleado ni el esfuerzo megalítico si al otro lado se encontraba el familiar o el amigo querido, las buenas tierras de cultivo o los verdes pastizales para los ganados.
        Hoy, queridos amigos de este Cajón de Sastre, os traigo un paso nuevo de montaña, uno más que añadir a la larga lista de los que ya llevamos guardados en este Cajón de Sastre. Localizado en el valle de Valdelucio, era conocido como “El Portillo” y servía para comunicar los pueblos de Barrio-Lucio y La Riba con los del otro lado del espinazo que parte en dos al valle de Valdelucio (Respenda, Mundilla, Villaescobedo...), así como también para acceder a los ricos pastos de Berrón, abajo del “espinazo”, hoy patatales, pero ayer buenos y extensos praderíos. Alguien nos contó, en este sentido, que fue facilitar el acceso del ganado de Barrio y La Riba a estos pastos el motivo principal para la abertura de El Portillo.
        Si hubiéramos encontrado vecinos suficientes en lugar de vacíos lugares, seguramente nos hubieran descrito relatos con alma en relación a este Portillo, pero la despoblación se llevó la memoria a peor vida. Aun así supimos de novios de uno y de otro lado que en numerosas ocasiones lo atravesaron para sus encuentros amorosos. 

4 comentarios:

  1. Eran tiempos en los que el bien común era el motor de los días de estas gentes, no hacían falta ingenieros ni inversiones costosas para hacer un paso, solo paciencia y mucho trabajo. Ahí quedan y perduran para envidia de los que pasamos por ellos buscando su trazo. Un saludo.

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  2. Eran tiempos más detenidos, Rosa Cruz, y de ambiciones más sencillas y naturales.

    Saludos
    .

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  3. Estoy viendo, sin querer, el Portillo, acceso a la Polera desde el túnel de Ubierna... Fotografías que nos empujan inconscientemente a recorrer su laderas en busca de una meta.

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  4. Buenos recuerdos me traen el portillo que dices y La Polera, fantástico lugar.
    Gracias por tu comentario

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