FOTOGRAFÍAS: Vallejo de Mena, Medianas, La Llana, Santa María del Llano de Tudela, Santiago de Tudela (tomadas en agosto de 2018).
Con el
regusto de haber saboreado las deliciosas ventanas de la Torre del Abad, sigo
ruta por el valle de Mena, un paisaje que siempre enamora y que a tantos y
tantos lugares, recuerdos y vivencias me lleva. MI destino ahora es Medianas,
donde tengo previsto conocer otra torre con ventanas ilustres. En el camino me
sale al paso Vallejo, y aquí hago un alto, junto al molino que conocí aún en activo.
¡Cómo no detenerme, si arriba del pueblo se encuentra una de las más
extraordinarias iglesias románicas de Burgos! Sería intolerable desprecio
ignorarla, y además sentía curiosidad por ver en qué condiciones se encontraba
su entorno, tan degradado hace años. Y si os digo la verdad, queridos amigos,
tampoco en esta ocasión me satisfizo. Pues me pregunto qué pinta una torre de
hormigón y un contenedor de basura alumbrando la magnificencia del incomparable
ábside, y mucho cemento demasiado cemento. Bueno, al menos ya no está aquel tractor adosado,
amigo de los fotógrafos y que tantas maldiciones debió cargar en su galera.
Pienso que un monumento de semejante brillantez debería estar mimado hasta lo
imposible, incluso su entorno. Valorar y dignificar nuestro Patrimonio como se merece es una asignatura
que todavía no tenemos interiorizada. En fin, sigamos.
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Esplendores del románico en Vallejo de Mena |
Ahora
estamos en Medianas, donde se alza una torre cuadrada sobre un espectacular
mirador orientado hacia la parte de valle que hemos dejado atrás. Como “Casa Lomanillo”
se conoce a esta casa-torre del siglo XV, ahora blanca más que gris.
Recientemente ha sido restaurada, o mejor, sacada de su ruina, y sus ventanas
blasonadas, cuyos dueños actuales aseguran fueron hechas a imagen y semejanza
de las que había, lucen hoy como en su
momento original. Por eso, y siendo así,
creo que no debe haber inconveniente para que formen parte del gran Catálogo
de Ventanas Singulares de la Provincia de Burgos que estamos creando. Su
belleza lo requiere.
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Medianas. Torre del siglo XV restaurada Ventanas góticas en la torre de Medianas |
En La Llana
hacemos un alto para deleitarnos con una de las torres más bellas de Burgos. El balcón de su fachada principal es un alarde de elegancia neoclásica,
qué pena que no sea ventana para incluir en nuestro Catálogo. Aunque..., ya
veremos.
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Balcoventana en la torre de La Llana |
Proseguimos.
Nos encontramos ahora en tierras del valle de Tudela, un valle dentro de otro,
el de Mena. En Santa María del Llano de Tudela nos sale al paso, en su diminuto
cementerio, un gran panteón de mármol gris digno de algún indiano. Lo pudo ser,
pero este es un tema que queda pendiente de investigar. Lo que más llama la
atención es la desproporción entre su monumentalidad y la humildad del recinto
(¿deseos de indianos que hicieron fortuna en América y amaban los pueblos que
les vieron nacer?).
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Panteón indiano en Santa María del Llano de Tudela |
De Santa
María saltamos a Santiago de Tudela, y aquí, querido amigos, tuve la mayor
sorpresa de la ruta. Ya hemos visto cómo las datas epigráficas en los dinteles
de las ventanas, donde se hacen ver pertenencia y fecha, están siempre grabadas
a golpe de maza y buril sobre piedra, con gran perfección, por cierto. Pues
bien, en una casa de dicho pueblo localizamos una data ¡manuscrita! junto a una
ventana, fechada en 1780 y con la siguiente leyenda:
Año de 1780
Me fizo Feliziano de Oseguera
Ejecutada con pintura roja, tradicional por aquella
época, su interés radica en que es la primera que encontramos de estas
características en la provincia. Anotado queda para arqueólogos epigrafistas.
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Pobre ventana, insólita epigrafía |
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Casa de Santiago de Tudela con la data manuscrita
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Continuará. Próxima parada: Por tierras
de Angulo. Ventanas bajo la Peña de Haro