Ruinas de la Misión de la Santísima Trinidad del Paraná. |
FOTOGRAFÍA: Misión de Trinidad, en Encarnación. (Tomada en 2003)
En estos días terribles de confinamiento uno lee todo lo que
cae en sus manos. Hoy me he encontrado con un librito sobre las Misiones
Jesuíticas Guaraníes que adquirí en el Paraguay al visitar una de estas instituciones
(también llamadas Reducciones) en 2003. Un gran encuentro, pues me ha traído
recuerdos de un viaje familiar inolvidable. Pero nadie se preocupe, que en esta
ocasión no voy a a hablar de mis experiencias viajeras. Si quiero, porque me
ha parecido de gran actualidad, y muy curioso, hacer mención a una parte de
dicho folleto en el que se describe cómo estaban organizadas aquellas Misiones, vigentes en los siglos XVII y XVIII. Al explicar el apartado de la sanidad se dice lo
siguiente:
“Los hospitales eran solo para
curaciones contagiosas, ya que estas eran tratadas en salas de cuarentena fuera
de los pueblos. Si se producía una epidemia fuerte, se formaban hospitales de
campañas. Para evitar la propagación de la epidemia se quemaban los hospitales.
Los jesuitas tuvieron muchos libros de
medicina, tanto de medicina herbácea, como de cirugía”´.
Desde mi confinamiento
(Año del Coronavirus, mayo de 2020)
Los jesuítas, denostados y alabados, forman parte de la historia, a mí siempre me pareció que en sus manos se crearon proyectos únicos.
ResponderEliminarGracias Elías por tu ilimitada memoria. Cuídate.
Los nativos guaraníes vivían en equilibrio con la naturaleza, al contrario que nosotros, tan listos como somos.
EliminarGracias por el comentario, amiga Egeria.
Saludos