viernes, 30 de septiembre de 2022

BELLEZA DE LAS RUINAS, AHORA LAS DE SAN ANTÓN

Grandiosidad y belleza en las ruinas de San Antón


FOTOGRAFÍAS: Ruinas encantadas de  San Antón (Tomadas en septiembre de 2022).

        Continuando con la belleza de las ruinas y el gozo de su contemplación, comentado en la anterior entrada, dejo aquí hoy las antonianas de San Antón, en las proximidades de Castrogeriz, fantástico conjunto desmembrado que bien podría ser calificado como Catedral de las Ruinas. Os confieso, queridos amigos, que a pesar de haber pasado infinidad de veces bajo el gran arco que se sobrepone en la carretera nunca me había detenido a admirar todo el conjunto, entre otras cosas porque durante mucho tiempo hubo un cerramiento y no era cuestión de practicar el salto de valla. Ahora, tras el libre acceso para los peregrinos de Santiago, he podido por fin acceder al interior y admirar la magnitud de estas emblemáticas ruinas. El espectáculo es sobrecogedor por su belleza. En esta ocasión no hay yedra que abrace y embellezca, pero los altísimos muros, limpios y llenos de vanos góticos, son suficiente maravilla para deleitarnos y para fantasear y hacernos preguntas sobre lo que un día fue el monasterio completo. Pero, sobre todo, para poner en valor el orden natural y la belleza de las ruinas en un sentido general. 



Una ruina vegetal junto al convento.
El chopo desgajado y los tentáculos de yedra seca que le abrazan, 
un encantamiento más en las ruinas de San Antón.

lunes, 19 de septiembre de 2022

LA RUINA ES BELLA


Belleza en peligro


FOTOGRAFÍA: Portada en Santa María la Imperial de Obarenes (Tomada en 2002)

Hay a quien le gustaría restaurar monumentos a todo pasto, con el noble afán de que no se caigan o desaparezcan, y hay a quien le gustaría mantener o incluso construir ruinas por el gozo que les reporta su contemplación. Esto no es un dilema para saber o ver que opción tomar en determinadas circunstancias, sino la constatación de que hay gustos y gente para todo. Hablamos entonces de belleza, solo de belleza. ¿Cómo medimos la belleza? ¿Son acaso más bellos los muros pelados de un monasterio recién restaurado que los arcos antiguos de uno sin restaurar y cubierto de yedra? Semejante reflexión viene a cuento de que rebuscando en mi archivo fotográfico he dado con una fotografía que muestra la maravillosa portada, gótica, del abandonado y ruinoso monasterio de Obarenes. Se podrá despotricar más o menos por su abandono, pero no me negaréis, queridos amigos de este Cajón de Sastre, que su contemplación es un deleite para los sentidos. Y digo más: conservar con inteligencia determinadas ruinas históricas es una opción a tener en cuenta para no perder las muchas bellezas que existen en Burgos.


viernes, 9 de septiembre de 2022

EL MAESTRO Y LA RADIO



Diseños para todos los gustos 


FOTOGRAFÍA: Aquellas viejas radios

         Ahora que los desmembrados y sumergidos restos de Villorobe deben aflorar por la bajada de las aguas del pantano, como consecuencia de la sequía que nos asola, resucito una curiosa historia que tiene que ver con los primeros tiempos de la radio en nuestros pueblos, también en Villorobe. Me parece de gran interés darla a conocer por lo que significó de revolucionario y mágico en aquella sociedad campesina de los años cuarenta-cincuenta, aún esclava del arado romano, el hecho de que música y palabra a viva voz pudieran salir de una caja de madera apenas un poco más grande que un adobe.

En mi memoria han resucitado los interrogatorios que llevé a cabo en el proceso de elaboración del libro Los pueblos del silencio, y las respuestas que quedaron inéditas.  Entre las muchas preguntas había una sobre quién fue el primero en tener radio en cada pueblo, quién fue el avanzado y cuándo la adquirió. No era una mera curiosidad, pues constituía y constituye un acontecimiento importante que ayudaba y ayuda a conocer la lenta evolución y devenir del medio rural. Las respuestas las teníamos, solo que archivadas y durmiendo desde hace veinte años en rancias carpetas. Hoy, en una operación de busca, al revisar estas carpetas he encontrado varias respuestas “radiofónicas” que me han parecido especialmente interesantes. Una de ellas es la que se refiere a un maestro de Villorobe, un docente catalán que, recién terminada la guerra (Civil, por supuesto), llegó “desterrado” al pueblo serrano y fue el primero en tener radio. Según la respuesta del vecino encuestado, este maestro, Salvador Alajón Balsac, debía ser de mentalidad abierta y solidaria, ¿cómo sino explicar que compartiera su radio con todo el vecindario poniéndola a todo volumen en su ventana para que todos la oyeran? Hermoso, ¿verdad, amigos? Esta es la respuesta completa de dicho vecino:

 

Todos en la plaza para escuchar la radio al salir de misa  

“La primera radio la tuvo un maestro nacional que vino, recién terminada la guerra, de Barcelona, de la zona roja, y le mandaron aquí, a Villorobe, a modo de destierro. Don Salvador Alajón Balsac se llamaba, catalán de pura cepa. Estuvo varios años. Era una radio rectangular, y cuando salíamos de misa ponía la radio encima de la ventana de la vivienda y todo el mundo nos juntábamos en lo que era la plaza de Villorobe, pues a escuchar la música, que la ponía muy alta. Como la cantina estaba allí mismo pues la gente se paraba allí. Era un señor muy amable. Al salir de misa, ¡a escuchar la radio!”.


OTRAS RESPUESTAS 


PLÁGARO

Ponían la radio a todo volumen para que los que estaban trabajando en el campo pudieran oírla

         “-¡Padre, compre una radio, aunque sea pequeña!

-¡Pero si no tenemos dinero, qué vamos a comprar!

Yo me acuerdo de una vez que vendió una cabra, o un chivo, cogí dinero y lo escondí en una mesilla, y le dije:

-Padre, esto tiene que ser para la radio.

Así que cuando me casé y me vine aquí [a Burgos] lo primero que hicimos fue comprarle una radio las hermanas a mi padre.

Un chico, hijo del pueblo, que trabajaba en Bilbao, trajo una radio hecha de artesanía, y los primeros días la ponía a todo volumen para que los que estábamos trabajando en el campo oyéramos los cantares. Estábamos en la era trillando y la ponía un hijo de Gregorio, Nemesio, a todo volumen para que oyéramos los cantares”.


HUIDOBRO

Le compraron una radio para que no se marchara del pueblo

“La primera radio fue en 1964. La mi hija la quería, y no se quedaba en el pueblo si no le compraba mi madre una arradio.  Se venía a Burgos con este y la compró mi madre arradio para que no se marcharía de donde nosotros”.


CORTIGUERA

“Íbamos a oír la Pirinaica y los partes”

“El padre de Chicarrilla fue el primero en tener radio. Íbamos a oír la Pirinaica cuando la guerra; cuando la guerra, llevaron la radio y íbamos a oír los partes”. 


VILLALTA

Todos los chicos del pueblo venían a oírla a nuestra casa

         “[La radio] la pusimos al poco de la luz, en 1955. Fue la nuestra la primera, todos los chicos del pueblo venían a oírla a nuestra casa”.