En un lugar del Ebro de cuyo nombre no quiero acordarme |
Lucía en una vieja puerta de Mahamud. Ahora, quién sabe dónde. |
Registrando en mi viejo baúl, queridos amigos y seguidores, he encontrado este tesoro. No digo donde se encuentra el original, solo apunto, por razones que todos entenderéis, que se halla en un pueblo burgalés del Ebro, en uno de esos lugares en los que todavía pueden verse bellezas artesanas de otro tiempo. No sabemos quién fue el autor de esta obra de arte, quién el anónimo artista de hierro y fragua que ahora nos deleita y conmueve. Seguramente fue un simple herrero de pueblo, un trabajador de obra negra cuya chispa creativa merecería figurar hoy en cualquier museo y en cualquier catálogo. Las cabezas de gran pico enfrentadas bien pudieran estar inspiradas en los buitres leonados que hacían cabriolas en el cielo de su fragua, o quizá en águilas de mirada seria, atentas en su picacho al sonar del yunque.
Recordemos, pues, con este ojo de hierro y con el desaparecido de Mahamud, siempre visible en la portada de este Cajón de Sastre, que hubo un tiempo en el que el arte vivía sin academia en el más humilde de los rincones y en los más sencillos detalles.
Gracias, por tener tan "buen ojo" para fijarte en esos detalles artesanos tan bonitos, y mostrárnoslos a los demás.
ResponderEliminarNo sabía que esas piezas se llamaban ojos de hierro. Curioso...
Un abrazo.
Amiga doña Umé:
ResponderEliminarLo de "ojos de hierro" es una licencia, digamos que literaria, que me he permitido.
Gracias a ti por tus siempre amables comentarios.
Saludos
Elías Rubio
Algún dia tendremos que hablar del expolio de las ruinas que se están produciendo en pueblos abandonados o semiabandonados: Sillares, rejas vigas etc. ¿Hay mayor bajeza?
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