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| La vieja nogala ha muerto, pero Villalibado ha resucitado. |
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Villalibado era un pueblo del silencio, ahora ya no lo es..
Barrio de abajo (1999). |
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| La torre de la iglesia caída (1999) |
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"El Torrejón" caído de Villalibado. (1999).
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| En agosto de 2011 "El Torrejón" ya no estaba en ruina. |
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Conjunto nuevo de Villalibado
"Las de Villadiego".
A la derecha, "El Torrejón" restaurado (julio 2013). . |
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| Casas para soñar (julio 2013).. |
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Donde todo era ruina, llegó la vida.
La iglesia, restaurada, luce acorde con lo recién construido.
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"El Torrejón" levantado, una torre medieval
para saborear el paisaje castellano (agosto 2011).. |
FOTOGRAFÍAS: Nogala seca en Villalibado. Ruinas de iglesia de Villalibado. Conjunto nuevo de Villalibado.
De nuevo he visitado Villalibado. Hay
algo en este pueblo del silencio que me atrae, por eso lo visito una y otra
vez. Creo que es su paisaje castellano de todas las gamas, su mar verde veteado
de sombras románico-góticas, sus rastrojos dorados en los atardeceres de fin
del mundo, allá por la majestuosa y vigilante Peña Amaya. En esta última
visita, ya en los estertores de agosto, he visto que la vieja nogala, de la que
ya os hablé en otra ocasión, queridos amigos de este Cajón de Sastre, ha
muerto, ya lo esperábamos. Su esqueleto a contraluz, con sus fantasmagóricos y
secos ramajes abrazando el cielo, bien merece un homenaje, y sé que los
hermanos Ansótegui, que han llenado de vida este lugar, reconstruyendo ruinas y
creando un conjunto de edificaciones ejemplares, se lo darán, lo sé. Su
sensibilidad creativa les ha llevado al respeto arquitectónico para compaginar
lo que hubo ayer y el bienestar que se requiere hoy. Es un conjunto de casas para
el descanso rural, un lugar con especial encanto, vacacional, y que desde
el principio de este verano se halla ya en pleno funcionamiento, con gente
llegada de cerca y de lejos, gente respetuosa de todas partes y que nunca antes
había leído ni escuchado el nombre de Villalibado, pero que hoy lo tienen ya
anclado en su memoria tras su aterrizaje en este hospedaje de tranquilidad y concentración. Las
de Villadiego, lo han llamado, y bien que la definición hubiera mejorado
con “Villalibado”, a secas, pues aquí se liba el placer de vacaciones con mayúscula, del paseo
por caminos entre pueblos y lomas de torreones y leyenda, a pie o en bicicleta.
Gracias amigo Juan, por haber recuperado este pueblo del silencio en ruinas. Como un cantero medieval de la Trasmiera te encontré
un día, hace tres años, modelando piedra a piedra, con tus manos de artista
escultor y tu gran sensibilidad diseñadora, arriesgando capital y futuro en una
fabulosa aventura; desde entonces te admiro. Han sido años de picapedrero y constructor, y de
buen gusto, alianza que pocas veces se encuentra. Gracias, Juan Ansótegui,
gracias también a tus hermanos por haber resucitado a Villalibado.
Efectivamente Elias, Villalibado fue y ya no lo es.
ResponderEliminarYo también visite este pueblo en la década de los 90 y poco se parece al que volví a ver en 2012. Antes el silencio y las ruinas se habían apoderado del lugar y apenas un mínimo de viviendas habían levantado el vuelo, ahora es al contrario, apenas se ven ruinas entre su caserío.
Bonito reportaje.
Saludos.
Gracias Elías por divulgar obras tan encomiables con ésta, y siempre gracias por tu magnífico blog. Lo realizado en este pueblo es un ejemplo a seguir para todos aquellos que quieran comprar un pueblo deshabitado, y ojalá que existan muchos "Juanes" como el que ha recuperado el pueblo de Villalibado del silencio de las ruinas. Y ojalá también que nunca ocurra en ningún pueblo deshabitado lo que está pasando con algunos pueblos bloqueados del Valle de Manzanedo, donde un particular tiene cerrados con un vallado metálico los pueblos de Rioseco y Fuente Humorera así como los caminos que acceden a ellos, aunque en éstos por desgracia, este particular ha convertido en escombros las preciosas casas de piedra que compró de la arquitectura popular. Nadie puede cerrar un pueblo porque nadie puede comprar un pueblo entero como indica la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), los bienes públicos no son enajenables. Saludos, Flor
ResponderEliminarGracias Flor, por tus amables palabras para el blog. Respecto al pueblo de Fuente Humorera, tengo mis dudas de que tuviera una preciosa arquitectura popular, porque en lo que yo recuerdo, ya por los años setenta era una pura ruina. Te agradecería que si tuvieras alguna imagen de cuando este pueblo estaba entero me la hicieras llegar. Ya te digo, yo no recuerdo ninguna casa en pie. Pero bien puede ser que me falle la memoria, claro.
EliminarY respecto a los caminos cortados en tantos lugares de nuestro país, pues qué voy a decir que no se haya dicho ya en foros específicos del tema.
Gracias de nuevo y saludos
En relación al pueblo de Fuente Humorera, al parecer existen algunas imágenes de algunas de sus casas que datan de entre los años 60 y 70, y que están en manos de particulares. En los demás pueblos, es decir, Rioseco, San Martín y Quintana del Rojo, sí hay constancia del derribo de su arquitectura popular por parte de particulares que compraron muchas de sus casas.
ResponderEliminarPor cierto, este sábado, día 7, los 4 vecinos de San Martín del Rojo para mantener viva la memoria de su pueblo, invitan a todo el mundo a la celebración de sus fiestas patronales, las cuales van a celebrar con una misa y una merienda popular. San Martín del Rojo posee una bonita iglesia románica restaurada recientemente por el Románico Norte.
Saludos, Flor
Gracias de nuevo, Flor, por la información que nos das del valle de Manzanedo. Aunque por respeto a los vecinos de Villalibado, creo que debemos reservar esta entrada para este pueblo cercano a Villadiego. Seguro que tendremos ocasión, más adelante, de hablar de la zona de El Rojo, de su rico patrimonio y de su enorme despoblación.
EliminarOs deseo que paséis un buen día en la fiesta patronal de San Martín del Rojo.
Saludos
Gracias a ti Elías, y de acuerdo contigo en dar el protagonismo de esta entrada al pueblo de Villalibado, que bien se lo merece, Saludos, Flor
ResponderEliminarGracias en el nombre de mis recuerdos de la infancia, por haber devuelto el esplendor a un pueblo tan olvidado en el tiempo
ResponderEliminarGracias por haber invertido el dinero de cada piedra en levantarlas de nuevo y ensalzar el orgullo de aquellas familias que un dia las habitaron.
Gracias por dar a conocer este pueblo castellano tan olvidado en el tiempo.
In memoriam de mi abuela y de mis tios que fueron los ultimos habitantes.
De nada en lo que a mí me pudiera tocar. Lo justo es dar las gracias a Juan Ansótegui y sus hermanos, por ser ellos quienes han revitalizado Villalibado con su extraordinaria trabajo de recuperación, lleno de buen gusto..
EliminarUn saludo