EL TRISTE FINAL DE BÁRCENA DE BUREBA (julio 2009)
No hay que esperar meses, ni semanas, ni siquiera días. Sólo deben pasar horas desde el abandono de una instalación, sea militar, eclesiastica o civil, sean aldeas y pueblos abandonados, o estaciones de tren sin servicio, y ya están los bárbaros profesionales del desguace (que no sé de dónde aparecen ni quién les paga para a acudir tan rápidamente y trabajar con tanto ahínco) y los grafiteros de medio pelo haciendo de las suyas. Y lo cierto es que trabajan a conciencia. Desguazan sin piedad todo lo que se ve, todo lo que está en pie, pintan cada centímetro cuadrado, sin importarles, no ya la historia de lo que destruyen, sino que la cama de los recién marchados esté todavía caliente, sin pensar que el calor humano y los dramas vividos en los lugares profanados fueron y son iguales a los vividos en sus propias casas. Son profesionales de la destrucción, gente sin piedad, especialistas de la barbarie. Y son muchos, a juzgar por los destrozos que se pueden contemplar a lo largo y ancho de toda la provincia. Veremos en esta sección imágenes de esta sinrazón. Para abrir boca, Bárcena de Bureba, donde el ensañamiento ha sido brutal.
No hay que esperar meses, ni semanas, ni siquiera días. Sólo deben pasar horas desde el abandono de una instalación, sea militar, eclesiastica o civil, sean aldeas y pueblos abandonados, o estaciones de tren sin servicio, y ya están los bárbaros profesionales del desguace (que no sé de dónde aparecen ni quién les paga para a acudir tan rápidamente y trabajar con tanto ahínco) y los grafiteros de medio pelo haciendo de las suyas. Y lo cierto es que trabajan a conciencia. Desguazan sin piedad todo lo que se ve, todo lo que está en pie, pintan cada centímetro cuadrado, sin importarles, no ya la historia de lo que destruyen, sino que la cama de los recién marchados esté todavía caliente, sin pensar que el calor humano y los dramas vividos en los lugares profanados fueron y son iguales a los vividos en sus propias casas. Son profesionales de la destrucción, gente sin piedad, especialistas de la barbarie. Y son muchos, a juzgar por los destrozos que se pueden contemplar a lo largo y ancho de toda la provincia. Veremos en esta sección imágenes de esta sinrazón. Para abrir boca, Bárcena de Bureba, donde el ensañamiento ha sido brutal.
Lo siento. No puedo ser positivo.
ResponderEliminarEsta es la bárbara Castilla. Quizá en bárbaros tiempos; que si bien no se escapa ningún lugar de las invasiones, aquí parece que se juntan, a ensayar, nativos y mal llegados.
Tratando de estrujarme la mollera para comprender la actitud de quienes cometen estos actos, se me ocurren algunas razones que pueden ser tan peregrinas como mi pretensión de llegar a entenderlo, pero que quizá sirvan de pauta para que alguien llegue a este fin:
ResponderEliminarQuizá sean grupos de extrema derecha o de extrema izquierda que ensayen, en estos lugares indefensos por abandonados, lo que se imaginan que harán cuando puedan entrar en casa de algún santo de su devoción.
También, algún grupo a quien le interese desertizar los lugares concretos donde puedan alojar algún alijo, haciéndolos repulsivos a las visitas de los curiosos.
De todos modos, prefiero no entenderlo.
Y espérate... que ese suelo de baldosas hidráulicas se me antoja de lo mas apetecible. Seguro que a estas alturas, pasados tres meses, ya ha desaparecido.
ResponderEliminarNo conozco el caso, no se si el edificio era de uso público o era la vivienda de algún particular, pero seguramente, hay un móvil reciclador de materiales. Primero se llevan las puertas y los muebles. Luego los cables eléctricos, el hierro y con suerte el cobre de las cañerías para sacar unos eurillos al peso y mas tarde caen los pavimentos y las tejas...
No es tan raro, pasa en todos los rincones de este país. Cuando muere una vaca en un recóndito valle del Pirineo vienen los buitres y se la comen. Es la cadena alimenticia, el carroñeo.
Y sobre la gamberrada grafitera, pues normalmente son los mismos chicos del pueblo, (que suelen ser algo brutos y no destacan precisamente por leer a Shopenauer) los que no pueden resistir la tentación de pintar un muro limpio, ya sea con pintadas fachas o borrokas... que lo mismo da.
Bárcena de Bureba (en singular) ha sido expoliado de una forma dramatica, mi familia era de allí, teniamos una casa pero la vendimos el año pasado a una sociedad que tiene intención de rehabilitarlo en su totalidad, no se como andaran las cosas pero creo que aun esta en un estado similar al de las fotos,
ResponderEliminarPor cierto Elias, me encanta tu blog,