sábado, 29 de octubre de 2011

EL CARTEL Y EL VIEJO


FOTOGRAFÍA: Mecerreyes (Tomada en octubre de 2011).

En algunos lugares han querido proteger los famosos carteles del Nitrato de Chile declarándolos patrimonio cultural. Estoy de acuerdo, como lo estoy también en que se respeten los famoso toros de Osborne, son cosas con hondo significado y arraigadas en el pueblo. El uno es un icono en nuestros pueblos (particularmente me recuerdan que hubo burgaleses indianos que trabajaron en las salitreras de los desiertos chilenos), el otro lo es de nuestras carreteras. La imagen que aquí traigo hoy, queridos amigos y seguidores, se las trae. Por un lado el mencionado cartel, con relucientes azulejos y perfectamente conservado en Mecerreyes; por otro lado, una figura en la sombra, bajo el cartel, que en un primer instante llegó a confundirme, pues hubiera jurado que era humana y que respiraba. Estamos pues ante dos reliquias, al parecer del pasado. Pero al hilo de esta sombra se me ocurre pensar que todavía hoy en nuestros pueblos pueden verse, venturosamente, aunque cada día menos, esa es la verdad, figuras con boina y cachava como la aquí representada, solo que de carne y hueso. En realidad este modelo es el que más abunda en los pueblos que aún mantienen vida.

4 comentarios:

  1. Elías, siempre que te leo me reencuentro con emociones guardadas en algún cajón del alma y se me desata una vena poética.
    Hoy al visitar tu bloc y, al hilo de tu artículo y de otro, encontrado en un periódico, que hablaba de aquella película de la transición titulada “El disputado voto del señor Cayo” he recordado a mi abuelo que también se llamaba así y también usaba boina y cachaba. El siempre vivió en su pueblo y nunca viajó hasta Chile, como mucho, cuando ya era mayor y mi abuela había muerto, tuvo que pasar temporadas en casa de uno u otro hijo.

    Recuerdo a mi abuelo Cayo
    con su boina y su cachabo,
    canturreando canciones
    de tiempos ya olvidados.

    Sus tristes ojos azules
    desgastados por la vida,
    el toc toc de su cayado
    da ritmo a su melodía.

    Navegando en otra era
    pero sentado en su silla,
    la sonrisa de su cara
    consuela mi amargura.

    Al sentir por vez primera
    lo efímera que es la vida,
    y que todo lo que amamos
    se perderá algún día.

    Gracias por tus escritos.
    Carmen

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  2. Gracias Carmen, por tu escrito tan sentido. Mi opinión al respecto es que mejor están los abuelos de cachava y boina sentados hasta el fin en la solana del pueblo que los vio nacer que con los ojos vacíos frente a la televisión de un aséptico y modernísismo aparcamiento de ancianos. En el pisito con los hijos, pues no está tan mal, aunque la añoranza del pueblo corroa.

    Un cordial saludo

    Elías Rubio

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  3. ¡¡eliaaaaas¡¡no me ha sacado de la duda ese hombre¿es una estatua ,o un señor de verdad?precisos todos sus reportajes,¡¡jolin ¡¡por mas que lo miro........

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  4. Amigo Anónimo:

    amplia la foto, y si aun así no consigues adivinarlo habrá que ir pensando en consultar al escultor.

    Saludos

    Elías Rubio

    Elías Rubio

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