Un contrafuerte moderno oculta una parte de la ventana de Humada |
Siguiendo
la estela de las ventanas notables de Burgos, la que iniciamos aquí hace ya la
friolera de seis años (20/6/2011), guardamos hoy, en el correspondiente
compartimento de este Cajón de Sastre, dos nuevos ejemplares con mensajes
inscritos. Una de ellas, la de Humada, del siglo XVI, es una maravilla
artística, y por eso resulta extraño que no se encuentre en la fachada
principal de la casa, bien orientada a la luz solar; en otoño e invierno, la joya
vive en las sombras, y es una pena. Sin descartar del todo que fuera trasladada de otro lugar, parece lícito pensar que quien la mandó insertar en el actual
muro, para mejor lucirla, debió tener muy en cuenta la calle mayor, en algún
momento posible Camino Real y por ello lugar de tránsito de todo tipo de
gentes. Haciéndolo así, todo el que pasaba junto a ella podía leer los mensajes
o citas que se leen en sus piedras primorosamente labradas, tanto en el escudo
sostenido por los dos heraldos de apariencia mitológica, mitad humanos mitad
aves o sirenas (que las dos cosas parecen), como en la jamba de la izquierda,
libre de interferencias. En el primero
se lee
IN / HOC / SIGNO / VINCES con este signo (una cruz) vencerás
Y en la jamba
DISCE
VIVERE, DISCE MORI aprende
a vivir, aprende a morir
Queda por saber lo que se oculta en la otra jamba, la
tapada por un inoportuno contrafuerte, si es que algo se esconde detrás. Sea
como fuere, lo visto nos sirve para pensar que la casa (como se ha sugerido,
probablemente transformada) debió pertenecer a algún eclesiástico, o quizá a
algún noble de convicciones cristianas (¿perteneciente a la Orden de Malta,
quizá? La dos cruces de malta, una sobre cada jamba, serían una pista). De lo
que no hay duda es de que estamos ante una de la ventanas más bellas
registradas en Burgos hasta el momento.
Ventana de Jaramillo de la Fuente |
Y
de la ostentación de Humada pasamos a la
humildad de Jaramillo. Mientras que la primera es una alarde de
elementos decorativos, la del pueblo serrano es todo lo contrario, destila
sencillez por todos sus poros. Tienen en común, eso sí, que las dos ventanas
van acompañadas de mensajes de contenido religioso. En Jaramillo, en el dintel
del destartalado ventanuco, puede leerse la leyenda
Dn. JPH VIVA LA FE DE DIOS
Inscripción que parece señalarnos el nombre con apellidos del
dueño de la casa y la condición religiosa del mismo. Los dos números finales, 5
y 6, parecen apuntar a una fecha no acabada de escribir.
Con mi agradecimiento a los profesores Josemi Lorenzo Arribas y Miguel Moreno Gallo
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