Una reciente remodelación de la carretera C-629 ha dejado a Villalta apartada. Ya no se pasa junto a sus ruinas. |
El esqueleto del parador de Villalta aún permanece en pie. |
Si el viejo Parador de Villalta hablara... |
Dintel con inscripción PARADOR DE AGUSTÍN GONZÁLEZ AÑO DE 1787 |
FOTOGRAFÍAS: Parador de Villalta (Tomadas en septiembre de 2013).
En origen, Villalta fue tan sólo un
par de ventas en el camino del pescado,
un lugar donde pernoctar cuando el páramo de Masa se ponía negro más por las
nevadas que por las noches. Aquellas ventas se llamaron “del Cuerno”, y en
ellas dicen los que no lo vieron que pernoctó el mismísimo emperador Carlos V,
en su viaje de Laredo a Yuste. Bueno, bueno, uno se imagina a todo un emperador
durmiendo en aquel cuerno paramero (daría lo mismo que fuera en Pesadas de
Burgos), en las condiciones que cabe imaginar de las antiguas ventas, y se echa
a temblar o le da la risa. En fin, el caso es que el emperador sobrevivió y
pudo llegar por el camino del páramo hasta el monasterio jerónimo de
Fresdelval, lo cual ya tuvo su mérito. Pero a lo que íbamos, en torno a
aquellas “Ventas del Cuerno” y con el paso del tiempo, llegaron a crecer casas,
convirtiéndose en un conjunto que se llamó Villalta (¡una villa alta!, ¡una
villa en medio del páramo!), un pueblo de altas soledades, de celliscas y soles
de desierto; un lugar que, lamentablemente, tras varios siglos de existencia,
vemos hoy abandonado y en ruinas. Digamos, entonces, que Villalta fue siempre un pueblo de servicio a viajeros,
pues otra explicación no tiene. Y de
ello son testigos las ruinas de un antiguo Parador, el que todavía hoy se
pueden ver a la entrada del pueblo (o a la salida, según se vaya o vuelva),
junto a la carretera C-629, aquella que un día fue camino de pescado y más
tarde llamaron Carretera de Burgos a Bercedo. Un parador, no lo olvidemos,
precursor de los actuales Paradores Nacionales, y que merecería un respeto
mayor que el que ahora le prestamos. Desde hace tiempo vengo reclamando que
estas ruinas del siglo XVIII, como representantes de paradores, mesones, posadas y ventas de los caminos, y a la memoria de Villalta, sean puestas en valor
consolidando la noble fachada que aún se encuentra en pie. La inscripción en
el dintel de una ventana, con la fecha (1787) y el nombre del dueño del parador
(Agustín González) pone la nota conmovedora e histórica en tanta desolación.
Haría falta muy poco dinero para dicha consolidación, aunque ya sé que el
romanticismo es hoy una prédica en desiertos mayores que el de Villalta.
Hola don Elías.
ResponderEliminarNo le voy a comentar nada sobre el Parador de Villalta sino sobre el Balneario de Fuensanta de Gayangos que usted recogió en su libro"Burgos en el recuerdo 2". En la página 115 de ese libro presentaba una fotografía de la fonda que ya no podrá repetirse al haberse definitivamente hundido.
Le adjunto, a usted y a sus seguidores, enlace de donde presento la fotografía
http://sietemerindades.blogspot.com.es/2013/02/balneario-de-fuensanta-en-gayangos.html
Lebato de Mena
Gracias por la información.
EliminarUn saludo
Estimado Elías:
EliminarObservo con gran sorpresa el gran número de entradas en su blog dedicadas a la denuncia de Patrimonio en peligro.
Soy una voluntaria de la asociación sin ánimo de lucro, Hispania Nostra. Entre otras cosas, nos dedicamos a recopilar aquellos monumentos en peligro para incluirlos en la Lista Roja, instando de esta manera a las administraciones públicas a poner de su parte.
Le agradeceríamos enormemente su colaboración. Puede visitar nuestra página web (http://www.hispanianostra.org/lista-roja/), donde verá cómo llevamos a cabo nuestro trabajo. Asimismo, en el enlace encontrará un e-mail donde ponerse en contacto.
Muchas gracias.
Estimada amiga:
EliminarConozco la importante labor que lleva a cabo Hispania Nostra respecto a nuestro Patrimonio. Mi compromiso siempre ha estado ahí, pero no veo cómo incrementar ahora mi participación. Dejo mi correo electrónico por si me dan más detalles.
eliasru@hotmail.com
Un saludo y gracias
cuantos edificios y otras piedras estarian a punto de salvarse y por muy poco esfuerzo se van al suelo... sepe
ResponderEliminarQue gran nostalgia leer el apellido que llevo mi bisabuelo al país de mi nacimiento, se que a través de mi mirada, estará triste por ver el páramo tan desolado en el pueblo VILLALTA, pero también, en el habrá una sonrisa infinita, al verme rehacer el camino que una vez él emprendió con toda su familia a un maravilloso universo llamado Chile. Gracias Elias, por conectar el origen de la fortaleza interior que hoy nos viste para seguir haciendo camino.
ResponderEliminarQue gran nostalgia leer el apellido que llevo mi bisabuelo al país de mi nacimiento, se que a través de mi mirada, estará triste por ver el páramo tan desolado en el pueblo VILLALTA, pero también, en el habrá una sonrisa infinita, al verme rehacer el camino que una vez él emprendió con toda su familia a un maravilloso universo llamado Chile. Gracias Elias, por conectar el origen de la fortaleza interior que hoy nos viste para seguir haciendo camino.
ResponderEliminarAunque había decidido no publicar comentarios anónimos, la emotividad de sus palabras me obligan a insertar el suyo. Ya me gustaría saber algo más de la historia de su bisabuelo, lo mismo en Villalta que en Chile, pues el pueblo del páramo significa mucho para mí. Si quisiera compartir conmigo esa historia puede escribirme a esta dirección
ResponderEliminareliasru@hotmail.com
Muchas gracias y reciba un cordial saludo