miércoles, 29 de mayo de 2024

BODEGAS (II) COSTUMBRISMO

Merenderos en las bodegas de Ciadoncha.
Apenas una familia frecuenta el barrio de las bodegas de esta población. 


FOTOGRAFÍAS:  De época, Santa María del Campo. Ciadoncha, tomada en mayo 2024)


SOCIALIZAR EN LAS BODEGAS

        Como tantas cosas en la vida de los pueblos, la costumbre de socializar en las bodegas se ha ido perdiendo, si es que no se ha perdido del todo, como se perdieron los viñedos en tantos sitios, hasta el punto de que hoy son contados los vecinos o personas que acuden a ellas como lugar de esparcimiento. Ahora uno pasea por el laberinto de calles y recovecos de los tres barrios de bodegas de Santa María del Campo y se encuentra con el silencio atronador de las puertas cerradas. Tampoco se escuchan entre la gente las expresiones “vamos a merendar a la bodega”, o “vamos al merendero”, que de las dos maneras podía decirse cuando estos últimos ya habían nacido.

LAS [BODEGAS] MOCHAS TENÍAN UN PORTALITO

Teodoro nos habla de un tiempo de esplendor bodeguero cuando todavía no existían los merenderos:

 Las [bodegas] mochas tenían un portalito, de 2x1. Estaba cerrao por la puerta, no tenía ventanas.  Y allí se metían. Y en el tiempo bueno, se juntaban veinte viejos y allí cada uno llevaba su jarra de vino y allí a charlar. La gente mayor que estaba jubilada, al mediodía se juntaba allí y se lo pasaban bien. Todos los días iban a un mismo sitio, un sitio que a todos les pillaba bien, y cada uno llevaba su jarra de vino, allí a un abrigaño.

DE TRABAJAR EN EL CAMPO A LA BODEGA

Y los labradores, [cuando] venían del campo se iban a comer el pan a la bodega, comerse un mordisco, echar dos vasos de vino; se juntaban dos o tres y charlaban: “oye pues yo mañana voy a ir a tal sitio…”, hablaban del campo, y uno llevaba un cacho tocino, otro llevaba un arenque…  Por la noche, cuando venían de trabajar del campo iban a por el vino y ya pasaban un rato; iban a por vino, pa traer pa cenar y pa llevar a otro día [al campo].

LAS FAMILIAS IBAN A LAS BODEGAS LOS DÍAS DE SANTIAGO Y DE LA VIRGEN DE AGOSTO

         Resulta curiosa y entrañable la costumbre de acudir en familia a las bodegas los días de Nuestra Señora (la Virgen de agosto)y de Santiago [patrón de España y festivo]. Coincidía con la misma costumbre en la capital, donde en estos mismos días las familias burgalesas acudían en masa a comer o merendar a distintos lugares, aunque preferentemente a la chopera de La Quinta y Fuentes Blancas (“Ir de merienda” es una expresión que ha quedado en el recuerdo de los más mayores). Cabe imaginar en esas ocasiones el bullicio y la alegría que pudo vivirse en los tres barrios de bodegas de Santa María, en las Del Hoyo, La Fuente y Marichica.

         Teodoro González lo recuerda así:       

         Iban el día Santiago y el día Nuestra Señora, que era en verano, iban a merendar por la tarde a la bodega con to la familia. El día Santiago, como ese día no trabajaban los labradores, pues iban [también] a merendar, y el que tenía criao pues llevaba al criao a merendar, [se reunía mucha gente].  Los curas no dejaban trabajar ese día [el día de Nuestra Señora] y entonces se iba to la familia a la bodega.

También lo recuerda Pablo Delgado, de Ciadoncha y 78 años

“Parecía una romería”

El día Santiago y el día la Virgen se venía aquí por la tarde. Ya te digo yo que parecía una romería, porque tol mundo con su capazo, su cesta y eso, se mataba un pollo, un conejo o… Yo eso lo he vivido.


DE LA BODEGA AL BAILE

[la costumbre de ir a las bodegas] se ha perdido mucho. En veinte años se han perdido mucho. Yo llevo jubilao 24 años, me jubilé el año 2000. Y [hasta] entonces íbamos a la bodega la cuadrilla. Ahora, de mi cuadrilla no queda na más que yo. Hace veinte años…, ¡[pues] porque la juventud ya no bebía vino! Cuando nosotros éramos jóvenes, nada más salir de misa poníamos un euro cada uno y a la bodega. Comprábamos en el bar de la carretera, cacahueses y cosas de esas, unas patatas, y a la bodega hasta las tres. Por la tarde íbamos a merendar, y después al baile. Todos los domingos había baile.


Los domingos, después de misa, se subía a las bodegas.
Bodegas de la Fuente en Santa María del Campo, 1967
(Gentileza de Cesáreo Gómez Gómez) 



Después de la bodega, al baile.
Plaza Mayor de Santa María del Campo, circa 1945.
(Gentileza de Cesáreo Gómez Gómez) 


DE MISA A LA BODEGA

Los domingos veníamos por las mañanas. Aquí, se salía de misa (hace muchos años) y en vez de ir a tomar el vermú al bar, se venía aquí a las bodegas. Se cogía una bolsita de aceitunas, una latilla, unas patatas, un poco queso, y a pasar la mañana aquí. Los hombres solo. Y por la tarde, la juventud íbamos a merendar, unas chuletas, las asábamos fuera. Cada vez tocaba en uno [un merendero] “Hoy me toca a mí las llaves”, cogíamos… éramos una cuadrilla… cada uno teníamos nuestra cuadrilla y cada uno su bodega. Pero había casas que éramos cuatro o cinco hermanos y casi siempre estaba abierta, porque hoy le tocaba a uno, que era de una cuadrilla, a otro día le tocaba a otro, que era de otra. Y después de merendar había la costumbre, que es cuando igual te emborrachabas un poco, de ir a “vamos a tirar de tapa”; después de merendar [se decía] “vamos a la bodega de tal”, que tiene una cuba que está muy buena, y “a tirar de tapa”, en vez de la canilla [de la cuba], cogíamos el vaso, que era la costumbre de golpearlo un poco en la misma cuba, porque si no... dice que el alcohol está todo arriba; cogías, lo golpeabas y eso era “tirar de tapa”. (sic. Pablo Delgado) 

SE DEJÓ DE IR A LAS BODEGAS   

        Aquel bullicioso ambiente en las bodegas, tan gráficamente descrito en los testimonios recogidos, no hace tanto tiempo que desapareció. Artemio tiene claras las causas, aunque no sean las únicas: 

         Se ha dejao de ir porque se rompieron [abandonaron] ya los majuelos… porque ya la gente no quería trabajar en el viñedo, no era rentable. Ahora, en estas fechas, tenías que estar en el majuelo tapándoles, echar tierra alrededor de la cepa para que los racimos engordarían más. Y eso ya..., ha llegao la generación de esta juventud que no quiere trabajar y se han marchao todos, y el que ha podido meterse en la fábrica pues se ha metido en la fábrica.   


Santa María del Campo. 
Señoritas por las Bodegas del Hoyo, circa 1945.
(Gentileza de Cesáreo Gómez Gómez)

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