Casonas de Pesadas de Burgos y de Pedrosa de Río Urbel
Por estar en lugares despoblados o abandonados; por el desconocimiento, que sería tanto como decir por la dejadez e indolencia de los responsables del patrimonio; por la incuria de los dueños o de los Ayuntamientos; por la falta de sensibilidad y concienciación de la ciudadanía en general; por el egoísmo, barbarie o incultura de muchos; porque nos faltan años luz para ponernos a nivel de países que, como nuestra vecina Francia, valoran, miman y conservan su patrimonio; porque los políticos y las administraciones prefieren actuaciones de relumbrón y no por otras con visión de conjunto; porque a muy pocos políticos y ciudadanos quita el sueño que una o cien ermitas románicas, un castillo o cien castillos, una o cien casas palaciegas, uno o cien monasterios medievales, una muestra o mil de arquitectura popular incomparable e insustituible desparezcan.
Por eso -y no me hablen de dinero, que hace ya tiempo que perdí la inocencia-, nuestro patrimonio va degradándose y/o desapareciendo.
Por estar en lugares despoblados o abandonados; por el desconocimiento, que sería tanto como decir por la dejadez e indolencia de los responsables del patrimonio; por la incuria de los dueños o de los Ayuntamientos; por la falta de sensibilidad y concienciación de la ciudadanía en general; por el egoísmo, barbarie o incultura de muchos; porque nos faltan años luz para ponernos a nivel de países que, como nuestra vecina Francia, valoran, miman y conservan su patrimonio; porque los políticos y las administraciones prefieren actuaciones de relumbrón y no por otras con visión de conjunto; porque a muy pocos políticos y ciudadanos quita el sueño que una o cien ermitas románicas, un castillo o cien castillos, una o cien casas palaciegas, uno o cien monasterios medievales, una muestra o mil de arquitectura popular incomparable e insustituible desparezcan.
Por eso -y no me hablen de dinero, que hace ya tiempo que perdí la inocencia-, nuestro patrimonio va degradándose y/o desapareciendo.
No se da importancia a las magníficas casas rectorales y de hidalgos del siglo XVIII que, en gran número, existen en la mitad norte de Burgos. Y sin embargo es un patrimonio de incalculable valor. Preciosas ventanas deliciosamente remarcadas, sillares labrados con el mimo de una época de canteros artistas, perfectos arcos de piedra que hablan con elocuencia de la hidalguía castellana, se derrumban ante la indiferencia de los ayuntamientos, de las administraciones y de los propios habitantes de los pueblos. Nos da igual, pero seguimos hablando de lo importante que es el turismo para asentar población.
La casa de Pesadas de Burgos está restaurada y es una vivienda desde hace años.
ResponderEliminarGracias por la información, pasaré a verla.
Eliminar