Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

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miércoles, 30 de julio de 2025

EL JUNCO DE IRENE

Papiro


Hola, hola, ¿qué tal va el verano, queridos amigos de este Cajón de Sastre? Espero y deseo que a vuestro gusto y disfrutando mucho, los que podéis. Sí, lo sé, os he tenido muy abandonados últimamente, y por eso debo pediros otra vez disculpas. Podría aducir que esta larga usencia se debe a que me he dedicado a una ganada molicie tras el parto del libro de las ventanas, pero no sería justo ni totalmente cierto. La verdad es que durante este tiempo me he dedicado a la jardinería, que como bien debéis saber requiere también de su esfuerzo. ¡Ah, la jardinería, cuantas satisfacciones!, no pensaba yo al iniciarme en este mundo que habría de disfrutar tanto. Podría enumeraros todos los árboles y plantas a las que abrazo cada mañana y hablaros sobre las conversaciones que mantenemos, pero seguramente no me lo creeríais, ni me lo perdonaríais. Son muchas las especies que me acompañan, pero entre ellas no se encuentra el junco, el que dio origen al papiro y a los primeros libros. Esta falta la vino a compensar el maravilloso libro de Irene Vallejo El infinito en un junco, que me devolvió a la lectura tras un largo y fructífero recorrido por las palabras aladas de la tradición oral. Solo un reproche a tan magnífica obra, y es el hecho de que me costara tanto acabar de leerla. Un reproche que es agradecimiento en realidad, porque si os digo la verdad, quería que nunca acabara, de tanto como me recreaba con su lectura; por eso mismo, a cada página que avanzaba retrocedía a la anterior (una página adelante y otra hacia atrás, como los pasos en el baile de La Yenka), pues consideraba que no podía ser que tanta belleza y tanta sabiduría en cada una de ellas cayeran en un incipiente olvido absorbida por las siguientes; ¡y no había manera de avanzar! Así, pues, queridos amigos, la jardinería y el Infinito en un junco (¡qué título tan acertado!) me han tenido ocupado todo el mes de julio y me han permitido cargar las pilas para poder seguir con nuevos viajes por la provincia. Pronto volveré a la carga, espero.   

domingo, 1 de diciembre de 2024

EL MORAL APUNTALADO

         

Apenas un puñado de hojas resisten como testigos del otoño. 


FOTOGRAFÍAS: Moral de Revenga (Tomadas en noviembre de 2024

       Quise fotografiar el moral de Revenga en su versión otoñal, que es cuando se viste de amarillo y ofrece una de sus más bellas versiones, por no decir la más bella, pero por una causa y por otra lo fui dejando, y cuando por fin pude visitarlo, hace apenas tres días, ya era demasiado tarde, pues apenas un puñado de hojas escondidas podían verse a resguardo de su inmenso y arrugado tronco. He dicho viejo y arrugado, aunque también podría haber dicho anciano y decrépito, ya que, para que os hagáis una idea, queridos amigos de este Cajón de Sastre, el moral necesita ahora media docena de gruesos postes para sujetar tan solo una de sus ramas, la principal. Han pasado siete años desde mi última visita. Entonces todavía el árbol, creo recordar, no usaba cachava para mantenerse en pie, pero hoy necesita no una, sino seis. Los siglos le pesan, y por eso los vecinos de Revenga, quizá pensando que su monumental moral ha de durar tanto como su iglesia románica, pues creen que ambos son hermanos y que nacieron y plantaron al mismo tiempo, hacen lo posible para mantenerlo erguido y con cierta dignidad.


La inmensa Rama de la Fuente necesita hoy seis cachavas para sostenerse

Se fueron las hojas amarillas. Otro otoño ha de venir, espero.


Sobre el gigantesco y viejo moral de Revenga escribíamos en el verano de 2015:  

 EL MORAL DE REVENGA                    

En 300 años no quedará un solo árbol en el planeta, nos lo acaban de decir los que estudian y saben del tema. La demoledora y creíble noticia está caliente aún, como recién salida del horno, y nos ha golpeado donde más debe dolernos. Por eso me ha parecido oportuno traer hoy aquí, a modo de homenaje a nuestros bosques y arboledas, un nuevo monumento vegetal de los numerosos que atesoramos en Burgos, un ejemplar singular más que acompañará a los muchos que llevamos ya guardados en este Cajón de Sastre. Se trata del viejo moral de Revenga, otro de los que crecieron al amparo de las iglesias y ermitas de nuestra provincia, románicas o góticas. Un desvencijado y retorcido árbol que acabo de descubrir, que se resiste a morir y que durante siete siglos ha abastecido de moras al campo de Muñó y aledaños. Se le conoce como El Moral, sin más sobrenombres, aunque algunas de sus hijas-ramas, tres, que llegaron a ser descomunales, pero que ya cayeron por su peso y volumen, fueron merecedoras de nombres propios; Rama de las Campanas, llamaban a la que se dirigía hacia el campanario; Rama de la Fuente, a otra que se enfilaba, desafiando la gravedad, hacia el venero, y Rama de las Tralleras, a la que no producía moras, quizá por su juventud y múltiples ramificaciones venosas.

De Presencio, de Ciadoncha, de Villaverde, de Villafuertes, de otros pueblos de la zona, se acercaban a partir del día de Santiago para hacer acopio de moras del famoso moral de Revenga, que no sabe que dentro de tres siglos ya no existirá.   

lunes, 1 de julio de 2024

EL INCANSABLE BAILARÍN DE SAN MILLÁN


En grupo, solo o acompañado, bailar en las fiestas de los pueblos
es la pasión de Daniel.


FOTOGRAFÍAS: Fiesta de San Juan en Villazopeque (Tomadas el 24 de junio de 2024)


Interrumpo la serie sobre bodegas que aquí llevamos para contaros, queridos amigos de este Cajón de Sastre, una experiencia que recientemente he tenido ocasión de vivir, y de disfrutar; involucra a una persona extraordinaria que de un tiempo a esta parte viene haciéndose popular en las fiestas de nuestros pueblos. Os cuento:

Invitado por dos buenas amigas a las fiestas patronales de su pueblo, Villazopeque, el día de San Juan acudí a este lugar, y como un participante sanjuanero más asistí a la programación con buen ánimo, pues lo tradicional y festivo de los pueblos, con sus reuniones familiares, gaitas, tamboriles y ropas de domingo, suele emocionarme; hay algo  de auténtico en ello que me hace creer que no todo está perdido. Por la mañana, a la salida de misa, hubo convite en el ayuntamiento, y mucha gente, mucha más gente que habitantes de a diario en esta villa nos arremolinamos en torno a pinchos y bebidas.     

Por supuesto, cuando recibí la invitación a la fiesta ignoraba que en su transcurso habría de conocer a un curioso personaje que, si no fuera de carne y hueso, como bien pude comprobar, pues le estreché la mano y sentí su calor, hubiera pensado que se trataba de un muñeco mecánico de cuerda larga, por no decir de movimiento continuo.


Daniel baila y baila sin parar, como si en ello le fuera la vida


San Juan de Villazopeque tiene quien le baile.


Por la tarde, tras la comida, cuando el sol más apretaba y sobraban las chaquetas, voltearon las campanas, sonó la música y se organizó la procesión. San Juan, el de la noche parrandera y la mañana mágica, fue sacado de su largo encierro como siempre se sacó en este día. Yo mismo recorrí las callejuelas del pueblo detrás de él, como un vecino más, mientras redoblaba el tamboril, sonaba la gaita y algunos danzantes bailaban la jota delante. Un cuadro que invitaba a la ternura, queridos amigos. Pero más conmovedor aún fue el hecho de que un danzante, a quien nadie conocía y con chaqueta y pantalón oscuros, bailara en el grupo sin parar, con la solvencia de un profesional y con tantas ganas que parecía que en ello le fuera la vida. ¿Pero, quién era aquel admirable bailarín que con tanta vehemencia y arte se movía? ¿Era acaso alguien contratado para la fiesta? Entre sorprendido y admirado, pregunté a varias personas que seguían la procesión y nadie supo darme razón de quien era aquel auto-invitado que, empapado de sudor, bailaba y no paraba de bailar. Nadie le conocía, nadie sabía de dónde había venido. “No es de aquí, he oído que debe ser alguien que va por los pueblos a bailar en las fiestas”, fue lo más que pudieron decirme.

Al volver de la procesión hubo un alto a la entrada de la iglesia, los joteros siguieron bailando al santo, y el infatigable y desconocido bailarín, seguía moviéndose como si nada bajo el inclemente sol de las cinco de la tarde. Pararon los demás y él seguía y seguía bailando, solo o con quien quisiera acompañarle, al tanto que chorros de sudor brillaban y corrían por su cuello.  A continuación, junto al ayuntamiento, se preparó el baile formal y un disk-jokey animó al personal (por lo general gente joven), con toda suerte de “piezas”, desde el obligado pasodoble al reguetón, pasando por “el serrucho”, “la mahonesa” y otros que ni conozco ni recuerdo. El bailarín no perdía comba, conocía los pasos de cada una y los interpretaba con tanta maestría y dedicación que a todos dejaba atónitos. Paró por unos instantes el dj y fue cuando, no pudiendo contener por más tiempo mi curiosidad, me atreví a dirigirme a él para saber sobre su persona, sobre el porqué de su especialidad bailona y sobre su presencia en Villazopeque. Me dijo su nombre, Daniel Arce, que era de San Millán de Juarros, que tenía 25 años, que su afición al baile le venía de muy chico, que le gustaban las tradiciones de los pueblos y que por eso, siempre que sabía de una fiesta,  acudía a ella con su coche para animar el cotarro y ayudar a que lo tradicional no decaiga. “Ah -le dije-, a mí me gustan también las tradiciones populares, incluso he llegado a escribir alguna cosilla sobre los pueblos”. Me preguntó mi nombre, y al dárselo fue cuando me estrechó la mano y me dio su permiso para escribir. 

Daniel Arce, el incansable bailador de los pueblos 

 

viernes, 21 de junio de 2024

BODEGAS (VI). BODEGAS DE VILLAHOZ, EL CAPRICHO DE PATRICIO

Patricio Echeverría vio realizado su sueño de una bodega distinta

FOTOGRAFÍAS: Bodegas de Villahoz (Tomadas en junio de 2024)

    Subir al cerro de las bodegas de Villahoz es adentrarse en el sugestivo mundo de las oscuridades y aromas del vino, sumergirse en cuevas excavadas donde dormitan al frío barricas centenarias y viejos lagares, donde huecos verticales buscan el aire de la vida sin llegar a dar luz, donde escalones tenebrosos descienden a santuarios del churrillo alumbrados con sombrías velas. Hoy, este mundo catecúmeno ha sido revestido  de merenderos, de edificios que parecen casas y no lo son, pero que ha generado una maraña de chimeneas, un bosque multiforme de materiales pobres que ennoblecen a los respiraderos tradicionales de piedra, a esas chimeneas de hadas con sombrero que viven permanentemente prisioneras en los antros de la fermentación. Villahoz tiene muchas bodegas subterráneas, más de 200, tantas o más que casas, centenares de cuevas que conviven juntas y apretadas, milagrosamente sin estorbarse unas a otras. Donde termina una, empieza otra,  y solo las calles para los carros de las uvas se libraron de las perforaciones. Agrimensores del pasado y del sentido común, sin más inteligencia artificial que los picachos, fueron horadando sin conflicto hasta construir un complejo entramado de sombras subterráneas que hoy resulta admirable.  Entre todas las bodegas que hay en Villahoz, algunas conservan su aspecto tradicional, con sus pintorescas y rupestres fachadas, lo cual es de agradecer. Otras, en cambio, han sido ocultadas por merenderos modernos de toda laya arquitectónica que nacieron sin más control ni aspiraciones estéticas que el gusto personal de cada dueño, algo que se repite en tantos lugares bodegueros de Burgos. Y entre todo el conjunto, destaca una bodega en los más alto del cerro con luz especial, la que construyó o mandó construir Patricio Echeverría.   


Escaleras para subir a la cumbre de una obra mágica 

 

 LA BODEGA DE PATRICIO 

      Es bien conocida la relación del industrial vasco Patricio Echeverría con Villahoz. Muchas personas de este pueblo y su entorno encontraron trabajo a su vera, tanto en la cercana Granja del Cristo de Villahizán, durante mucho tiempo propiedad de la familia Echeverría-Aguirre, como en la importante industria Patricio Echeverría, S.A., dedicada en Legazpia a la fabricación de herramientas agrícolas (aceros Bellota). Las relaciones afectivas de Patricio con Villahoz debieron ser grandes, cómo, si no, explicar que ideara una bodega-merendero de ensueño como la que podemos ver hoy en lo más alto del cerro. Entre un bosque de chimeneas y zarceras, totalmente distinta al resto, alguien podría pensar que que se trata de una expresión de art brut, pero parece demasiado "culta" para así catalogarla. En todo caso, con justicia podrá integrarse en el futuro grupo de bodegas con encanto que aquí se aspira a formar.    

  

OTRAS IMÁGENES DE LAS BODEGAS DE VILLAHOZ 

Una calle para circular los carros cargados de uva 


Un lagar hundido, del que pronto solo quedará el recuerdo

Bodegas que enamoran, testigos de como pudo ser el paisaje antes de los merenderos 
  
Sobre las barricas grandes, una pequeña, la del vinagre

Un bosque de chimeneas



miércoles, 13 de marzo de 2024

15º ANIVERSARIO DEL ÁRBOL DE LA PROVINCIA




El tiempo corre y la encina crece



Hoyo y tierras de 1233 pueblos burgaleses a punto de recibir el árbol.
Han pasado quince años desde este mágico momento.


Descargando la encina. Parecía poca cosa. 


FOTOGRAFÍAS: Árbol de la provincia (Tomadas en 2009 y 2024).

Mírala bien, Aire, observa lo pimpolluda que se ha puesto. Hoy es su cumpleaños, hoy hace quince que un grupo de iluminados la plantó en Jaramillo de la Fuente, parece que fue ayer. Lo recuerdo bien, Lluvia, cómo olvidar aquel 14 de marzo de 2009 de un sueño cumplido. El tiempo envejece su memoria, pero no la nuestra, ni tampoco la de la tierra donde crecen los pueblos. Aquel día la encina parecía un esqueleto, algunos que acompañaron en el acto creían que, siendo encina y no roble, y además tan famélica, no podría arraigar, y mucho menos que tendría el futuro que ya lleva vivido. Pero ahí la puedes ver, Aire, oronda y románica, llena de salud y contradiciendo a los escépticos. Algo tendrá que ver mi purificador aire serrano, amiga Lluvia, y tus siempre dosificados aguaceros, algo también la tierra de los pueblos burgaleses que acarician todos los días sus ya profundas raíces. A veces me pregunto, Aire, cómo llegaron a aunarse tantas fuerzas para lo que parecía un sueño inalcanzable. 

Ecos de la lluvia y el aire

(…) Así hablaban el aire y la lluvia al amanecer de este día, queridos amigos de este Cajón de Sastre. No sé vosotros, pero yo he tenido la impresión de que el aniversario de la encina les producía cierta emoción. Tal vez por ello se olvidaron de comentar que una bellota, cosecha 2019, germinó en un vaso de yogurt y ahora crece no muy lejos de su madre, con fuerza, a todo mimo y para alegría de todos. Ya tiene su título: Hija del Árbol de la Provincia.   

sábado, 9 de diciembre de 2023

ESCUELAS LUCAS AGUIRRE. DE SIONES DE MENA A LA CALLE DE ALCALÁ

 

Entrada a las Escuelas Aguirre en Madrid

Bellísima estampa neomudéjar. 


Una preciosa pérgola a la entrada,


Anticipo modernista.

Merecido homenaje al fundador de las Escuelas.


Retrato de Lucas Aguirre en el aula de Siones de Mena. 


FOTOGRAFÍAS: Escuelas Aguirre en Madrid (Tomadas en 6/12/2023). Otras, en 2003).

Justo ahora se cumplen veinte años desde que en Diario de Burgos (20/12/2003) publiqué el reportaje “Las Escuelas Aguirre, un aula escolar del siglo XIX en Siones”, y catorce desde que lo reproduje íntegramente en este mismo blog creyendo que haciéndolo así podía llegar a un mayor número de lectores curiosos e interesados por el tema.  

Desde el primer momento de haber publicado dicho reportaje supe que en alguna ocasión habría de desplazarme a Madrid para conocer y fotografiar las Escuelas Aguirre que el filántropo y mecenas creó en la capital de España. Ha pasado mucho tiempo, pero por fin mis deseos se han cumplido. En estos días de bullicio prenavideño, en el que el hormiguero humano, como en una escena de ciencia ficción, abarrota el centro madrileño, escapé calle Alcalá arriba hasta dar con el número 62, donde pude maravillarme con la gran obra neomudéjar de las famosas Escuelas, creadas en 1886 y hoy convertidas en sede de la Casa Árabe. Ni en los mejores sueños hubiera podido imaginar la belleza del conjunto.

 Añadid estas fotografías que adjunto a la cesta de la compra, queridos amigos de este Cajón de Sastre, y así tendréis una visión más completa de un hombre ejemplar, liberal y progresista, benefactor y fundador de escuelas en Siones de Mena, Cuenca y Madrid.


Aula decimonónica conservada en las Escuelas Aguirre de Siones de Mena.


jueves, 31 de agosto de 2023

EL MOLINO DE VIENTO DE VILLAESCUSA DE BUTRÓN OFRECE UNA NUEVA IMÁGEN


Una afortunada intervención,
para que el viento no pase de largo.


FOTOGRAFÍAS: Molino de viento en Villaescusa de Butrón (Tomadas en 2013 y 2023)

Recientemente, a una entrada de este blog, concretamente a la publicada el 22 de febrero de 2018 con el título MOLINOS DE VIENTO, llegó un comentario anónimo que informaba de que el molino de viento de Villaescusa de Butrón había sido rehabilitado. Y debo decir que quedé un tanto sorprendido, pues no estoy acostumbrado a tan buenas noticias como esta. Así que, como bien comprenderéis, queridos amigos de este Cajón de Sastre, decidí acercarme a este lugar para comprobar in situ que dicho comentario no era una fake news (con perdón). Y no lo era, afortunadamente, el cubo mondo y lirondo que yo conocía, que tantas veces había visto recortado en un alto a lo largo de mis andanzas por Los Altos, con tantos vientos desaprovechados, luce ahora como si en verdad fuera un auténtico molino de viento. Nuevas y modernas aspas se recortan en el cielo ofreciendo una imagen ciertamente impactante. Una pena que no pude acceder al interior, ya que el cubo se encontraba cerrado a cal y canto, para disfrutar de la instalación interior. Pero bueno, todo se andará, está bien la protección, pues no es cosa que una reliquia del pasado tan valiosa como esta permanezca desguarnecida y sujeta a posibles vandalismos.

Aunque el molino ya no muela trigo ni cebada hemos de felicitarnos todos por la feliz iniciativa de Villaescusa de Butrón.


Al fondo de la imagen se recorta el cubo del molino.
No confundir con la caseta del transformador. 

Antes de la intervención era un cubo hueco, mondo y lirondo.


jueves, 17 de agosto de 2023

CASA DE LA MEMORIA EN TAMAYO


Un momento de la inauguración. Los tamayucos ya tienen casa común. 


Un aspecto del interior. Se respetó la roca. 


FOTOGRAFÍAS: Tamayo antes y después de la restauración (Tomadas en 2018 y 2023). 

Tras largo paréntesis estival, al que voluntariamente me he sometido, me presento ante vosotros de nuevo, queridos amigos de este Cajón de Sastre.  El dios sol, tan castigador en estos tiempos de cambio climático, ha sido el causante de mi retiro. “El sol es Dios”, aventuró William Turner, pero no mi dios. Por eso he buscado y busco las sombras, por eso, con gran dolor, he tenido abandonados a los pueblos y su paisaje, mis compañeros de viaje de tantos años. Espero sepan ellos, y sepáis vosotros, perdonarme este lapsus de intolerancia solar. Aunque para ser justos, os diré que por fin, en estos últimos días, he salido de mi guarida y he tenido la oportunidad de vivir extraordinarios encuentros y momentos. El primero de ellos en Tamayo, a cuyo lugar de abandono y ruina acudí días atrás invitado por la Asociación UNPORTA (Unidos por Tamayo) a la inauguración de la Casa de la Memoria, que con tanto trabajo y tanta abnegación fue creada para resucitar y reunir en ella la memoria, oral y escrita, de un pueblo que algunos dábamos por muerto. Nacido de una casa en ruina, este centro de los tamayucos es un ejemplo de cómo el empeño de unos pocos soñadores, convertidos en albañiles y artistas, puede llegar a obrar milagros. Tamayos de cualquier parte del mundo podrán ahora, si así lo desean, encontrarse con sus raíces en esta casa tan dignamente restaurada y tan bien equipada de recuerdos históricos. El pasado día 6 fui uno de los afortunados que disfrutaron de dicha inauguración, a la que se sumaron más de un centenar de personas, entre ellas una treintena con el apellido Tamayo. Enhorabuena a los miembros de UNPORTA por tan extraordinario logro, sois un ejemplo.  


Antes de la creación la ruina era evidente.

 

miércoles, 17 de mayo de 2023

CAMPANARIO HULK


El increíble Hulk visto por la espalda. 


FOTOGRAFÍAS: Ermita de El Salvador, en Tamarón. (Tomada en mayo de 2023)

No sé a vosotros, queridos amigos de este Cajón de Sastre, pero a mí esta figura de apariencia antropomorfa, creada por la hiedra en una ermita de Tamarón, vista de espaldas me recuerda al increíble Hulk. Hay algo en esta poderosa, musculosa masa-vegetal que hace que vea en ella al personaje fantástico del cine. Pero es un Hulk verde que ni da mamporros ni nada parecido, solo sustenta la espadaña-campanario con sus brazos argamasa, lo cual no es poco. Si no fuera por su descomunal fuerza y su pacientísima labor la torrecilla campanil ya hubiera caído hace años, como sucedió con la nave. A veces, la hiedra, testigo solitario del paso del tiempo, además de proporcionarnos imágenes insólitas y bellas, cumple la función de conservar el patrimonio.   

  

Un Hulk verde y protector.

martes, 11 de abril de 2023

LA RUTA DE LA SEDA (Y IV). GERARDO ABRAIRA, EL DIBUJANTE DE FÁBRICAS



Conjunto de la fabrica de sedas de Burgos (S. E. S. A:), con señalización de 
alguna de las dependencias
 (Dibujo de Gerardo Abraira)


FOTOGRAFÍA: Dibujo del conjunto S.E.S.A. (circa 1940)

DEPENDENCIAS SEÑALADAS:

1.- Entrada principal   2.- Ficheros   3.- Oficinas generales   4.- Almacenes   5.- Carboneras.. 6.- Salas calderas   7.- Talleres mantenimiento   8.- Sala máquinas   9.- Hilatura   10.- Blanqueo   11.- Clasificación   12.- Producción viscosos   13.- Cocheras   14.-Botiquín   15.- Viviendas unifamiliares para personal de la fábrica   16.- Barriada para personal de fábrica   17.- Iglesia del Pilar   18.- Escuela para hijos personal   19.-  Economato   20.- Transformadores   21.- Ácidos para hilatura   22.- Viviendas de notables (Director)                      


     Como ya se advirtió al principio de esta serie sobre las fábricas de seda artificial de Valdenoceda (Alday) y Burgos (S.E.S.A.), el motivo que dio origen a la misma fue el hecho de haberse recibido en este blog un impresionante dibujo de la segunda realizado por Gerardo Abraira, un autor del que nada conocíamos, poco o nada se conoce a nivel general, y por supuesto gran desconocido en Burgos. Dicho dibujo, alarde de una minuciosidad cuasi fotográfica, y que ya insertamos en la primera de las entradas, volvemos a reproducirlo aquí, con la variante de que cada una de las dependencias que se aprecian han sido señaladas para la mejor comprensión de lo que fue el conjunto sedero.
            El investigador Javier González de Durana Isusi es quien tuvo la gentileza de enviar para este blog el magistral dibujo de Gerardo Abraira. Pero, ¿Quién fue este desconocido dibujante, injustamente olvidado y cuya obra tan perfeccionista ahora nos asombra? Para contestar a esta pregunta nada mejor que recurrir a dicho investigador, que en la actualidad trata de recuperar toda su obra, de restaurar su memoria y prepara una gran exposición en Bilbao para el año próximo. Siguiendo su propio blog, 


sabemos que Abraira, en los años 40, trabajó de encargo para las más grandes fábricas, para aquellas que solicitaban su buen hacer con el fin de tener imágenes completas con las que presidir los despachos de directores o altos cargos, y también las salas de espera. 
    Fundamentalmente, su obra se centró en el país vasco, pero, por fortuna, también alguna fábrica burgalesa, además de S.E.S.A., se vio beneficiada por su hiperrealista estilo. Es el caso de Valca, en el valle de Mena, y de la vieja Fabril Sedera, cuya pintura colorista ya tuvimos ocasión de mostrar aquí, con su flamante chimenea, la misma que guarda todavía su memoria en la actual calle Sahagún.   
   A la vista del gran dibujo de S.E.S.A. es fácilmente adivinable que Gerardo Abraira tuvo como punto de observación para su trabajo un lugar alto, quizá al nivel de Villalbilla. De ahí que sea visible también toda la barriada de viviendas para obreros de la fábrica, la iglesia del Pilar y los campos de La Milanera. Y es que, como bien dice de Durana Isusi,  

"El hecho de mostrar las fábricas desde un punto de vista elevado proporcionaba una imagen de cierta grandiosidad que, sin duda, era querida por los empresarios. Como los antiguos generales que solicitaban a pintores el encargo de plasmar aquellos paisajes en donde habían acontecido sus victorias militares, los industriales bizkaínos encargaban a este modesto dibujante que les representara el paisaje de sus éxitos económicos".  

domingo, 9 de abril de 2023

ARTE POPULAR EN LOS PUEBLOS, EL CHICO DE LA VENTANA


Performance en Pineda Trasmonte.  



FOTOGRAFÍAS
: Pineda Trasmonte (Tomada en abril de 2023). 

     De un tiempo a esta parte vengo observando que los pequeños pueblos se están llenando de pinturas de tipo agropecuario y costumbrista. Muros y paredes de toda condición se han convertido en lienzos para pintores populares salidos de todas partes y de la nada. Por lo general, son artistas no profesionales, a lo que se ve llenos de nostalgia, que añoran las actividades que llevaron a cabo sus padres y abuelos y quieren recordar con colores una vida campesina en blanco y negro que ya forma parte de un lejano pasado, de un tiempo que no ha de volver. Pareciera que esta pléyade de artistas quisieran dar vida a la desolación de la España Vacía que se esconde tras ventanas a la nada. Toda expresión colorista vale para combatir el horror al vacío en un pequeño pueblo, todo es más llevadero si alguien nos recuerda cómo fuimos, aunque sea la arcadia infeliz de nuestros ancestros. Y ocurre que, entre tanto artista naif, tanta simplicidad de colores y formas, tantos bueyes trillando, tantas gallina picoteando, a veces surge alguien en algún pueblo menguado que ha desarrollado alguna idea diferente y de mayor enjundia. Esto pude comprobarlo, recientemente, en Pineda Trasmonte, lugar en el que el artista "oficial" dio muestras de imaginación y creó composiciones originales en rincones escondidos del caserío, como si con ello tratara de que todos participemos en un juego, su juego. Entre todas sus figuras me quedo con la del chico a punto de saltar por la desvencijada ventana de una casa arruinada, que bien podría interpretarse como alegoría de una huida, de la escapada del abandono y la soledad.

domingo, 20 de noviembre de 2022

ANDAMIOS EN SAN PEDRO DE LA HOZ


La pequeña iglesia de San Pedro de la Hoz
guarda un tesoro campanil.


FOTOGRAFÍAS: Iglesia de San Pedro de la Hoz (Tomadas el 18 de noviembre de 2022)

Hoy me complace daros una buena noticia, queridos amigos de este Cajón de Sastre. Anteayer pasé por San Pedro de la Hoz y comprobé que su iglesia estaba rodeada de andamios. Me interesé por la obra que se estaba llevando a cabo y me informaron de que están restaurando sus dos cubiertas, la de la propia iglesia y la del campanario. Una magnífica noticia, sin duda, pues aquello por lo que suspirábamos aquí hace años, la protección del campanario que aloja las dos monumentales, legendarias y epigrafiadas campanas que contiene, una medieval y otra de mediado el siglo XVI, al parecer está en trance de solucionarse. En una vieja entrada de este blog, referida a estas campanas (11 de julio de 2012), decíamos que el humilde espacio que los alojaba nos parecía demasiado endeble como para sostener tan voluminosos cuerpos y clamábamos por una protección mayor que la que tenía. Y bueno, no es que con el retejado que ahora se lleva a cabo el tema del campanario quede resuelto del todo, pero al menos no se vendrá abajo por culpa de las siempre destructoras goteras. Las campanas de San Pedro de la Hoz son dos ejemplares sumamente importantes, y se requeriría, quizá, una intervención más sólida y acorde con esa importancia. Me atrevo a sugerir, por ejemplo, y si es que no estuviera proyectado, ahora que están los andamios instalados, que se aproveche para reforzar los muros más débiles. La singularidad de las susodichas campanas bien merece todo lo que llegue a hacerse para la consolidación del conjunto, si no es ahora, lo más pronto posible. 

lunes, 14 de noviembre de 2022

LA ÚLTIMA OLMA VIVA

Una olma olvidada...


junto a la Ermita de la Virgen Blanca... 


FOTOGRAFÍAS: Olma de Quintanilla del Monte en Rioja (Tomadas en noviembre de 2022)

       Recordaréis, queridos amigos, que hubo un tiempo en el que, en este mismo Cajón de Sastre, fuimos guardando en capítulo especial los árboles más ancianos que íbamos encontrando en nuestras andanzas por la provincia de Burgos. Registramos y dimos a conocer entonces una buena colección de matusalenes vegetales, algunos con nombre propio, cuyos robustos troncos se hallaban, por lo general, enraizados y escondidos en nuestros bosques, o acompañaban a solitarias, y no tan solitarias, ermitas desde el origen. Robles, encinas, morales, sabinas, nogales, olmos, tan arraigados en nuestros ecosistemas burgaleses, la mayoría con varios siglos de antigüedad, fueron apareciendo en este Cajón de Sastre a medida que los íbamos localizando.  

Había alguno de aquellos gigantes de los que solo quedaba su tronca desnuda. Eran cadáveres que permanecían en pie. Eran los olmos, o por mejor decir, las olmas, pues algunas especies, por tradición, se han feminizado al alcanzar un importante grado de robustez. Guardamos con tristeza en nuestro Cajón alguna de esas olmas sin vida, sabiendo que los olmos burgaleses, que tanto abundaron y que tanto significaron para la vida de nuestros pueblos, como especie estaba sufriendo una fase de extinción (de todos es sabido que los olmos mueren todos los años al poco de haber nacido por culpa de un virus de nombre raro).  

Todas las olmas que localizamos estaban muertas... ¿Pero en verdad todas las olmas están muertas? Todas no, hay una que vive, una que ha resistido los embates de los siglos y que al parecer ha sido inmune al virus que mata a todas las de su género. Me explico: recientemente un seguidor de este blog escribió un comentario para alertarnos a todos de la existencia de una olma con vida en un pueblecito cercano a Belorado, para más señas, Quintanilla del Monte en Rioja. ¡Una olma con vida, una superviviente! Parecía algo increíble. Quizá el informante se equivocaba, tal vez confundió el vegetal y no era un olmo. Había que ir a comprobarlo. Y sí, queridos amigos, no hace una semana que nos acercamos a Quintanilla y certificamos que, junto a la Ermita de la Virgen Blanca, situada a muy poca distancia del pueblo, se levantaba el ejemplar en cuestión; efectivamente era una olma y estaba viva y bien viva, como se encargaban de demostrarlo las numerosas y grandes ramas con hojas verdes que se alzaban al cielo desde su grueso tronco, a la sazón de casi cinco metros de perímetro.  

Así, pues, bien puede decirse que la olma de Quintanilla del Monte, rodeada de numerosos retoños, es una sobreviviente, una rara avis que, por no se sabe qué extraña cosa, continúa viva junto a la Ermita de la Virgen Blanca. Un prodigio digno de estudio que los científicos tendrían que abordar por si fuera que sus genes pueden ayudar a combatir la plaga que asola a los olmos.

 

de casi cinco metros de perímetro

 

sábado, 22 de octubre de 2022

LA TIENDA DE AMANCIO


75 años al frente del mostrador 



Una pierna con calcetín. Escrito en francés
para el peregrino.

FOTOGRAFÍAS: Tienda en los soportales (Tomadas en septiembre de 2022).

Me gustaría ser peregrino de Santiago para, al pasar por Castrogeriz, encontrarme con la tienda de Amancio y comprarle un sombrero aventurero, o un saco de dormir, o una linterna, o.... O simplemente para llenar de charla los tiempos muertos del hombre que se ocupa de esta reliquia desde casi niño, desde que tenía quince años y ahora tiene noventa. Me gustaría haber sido Amancio, para haber estado al frente durante tanto tiempo de este pintoresco y antiguo comercio que hoy resiste, y haber visto pasar por su mostrador a generaciones de castreños, a hombres y mujeres que se hicieron un traje o un vestido para el día de su boda cuando la tienda fue también de tejidos, en el principio de sus tiempos. Me gustaría pensar que los clavos y otras menudencias que pudieron venderse fueron pesados en la balanza cansada y reluciente Arisó Regia, la que preside el mostrador con su aguja temblona. Me gustaría abrir la vieja arca de la trastienda, carcomida la madera y oscurecidos los goznes, para entender por qué el buen paño en el arca se vende. Me gustaría haber saboreado el aroma del estanco, cuando la tienda fue estanco por concesión. Me gustaría entrar en la oficina de listones verdes y encontrarme en su interior cuadernos y albaranes escritos con lápiz de carpintero, o con pluma y caligrafía inglesa, sobre una mesa dormida que ya no hace de mesa. Me gustaría que esta vieja tienda, genuina representante de aquellas entrañables tiendas de pueblo, y su no menos entrañable propietario- dependiente, resistieran para siempre en su rincón de los soportales.


Todo para el peregrino

El buen paño, en el arca se vende