Bañuelos de Bureba |
FOTOGRAFÍAS: Bañuelos de Bureba. Escuela de Bañuelos de Bureba (Tomadas en enero de 2015).
No sé si Laurentino Muelas, el maestro de Alba, a
quien vimos en entrada anterior, y Antonio Benaiges, también maestro pero
en Bañuelos de Bureba, al que igualmente ya nos hemos referido y que es el que motiva esta nueva entrada, llegaron a conocerse. Los dos pueblos no se hallan muy
distantes entres sí, pero la complicada geografía en este sector oriental de la
provincia de Burgos jugaba en contra de esa posibilidad. Desde luego, sus
inquietudes y las fechas en que ejercieron son concordantes, y no sería por
ello extraño el encuentro. Quizá pudieron coincidir algún domingo o festivo en
Briviesca, paseando junto al templete de la música, o comprando en su día libre
en Abascal materiales escolares para sus respectivos niños. Sería bonito y
hasta cierto punto romántico, pero eso es una especulación, nada sabemos al
respecto y quizá nunca sabremos.
Edificio de la escuela de Bañuelos |
En la escuela de Bañuelos de Bureba, la que
ahora se trata de rescatar para el conocimiento y reconocimiento de un maestro
excepcional que puso en práctica en este lugar de Burgos la técnica Freinet
para la enseñanza, basada en una imprenta para niños, se entrecruzan historias
y hechos verdaderamente conmovedores. En lo que a mi respecta, empezaré
confesando que hasta el pasado día 25, que visité Bañuelos y su escuela, era un
total desconocedor del tema, probablemente por no haber estado nunca ligado a
la enseñanza ni haber seguido los distintos trabajos que ya han sido
publicados. Aquel día de mi visita tuve la suerte de entrevistarme con el
alcalde de Bañuelos, Jesús Viadas, vecino implicado en restaurar y
recuperar la escuela de su pueblo y todo lo que ella representa, con una pasión
que pocas veces he visto y la ayuda de una Asociación creada a tal efecto. La historia es tan larga como infeliz su final, y no
sabría por dónde empezar a contarla sin la ayuda de la grabación que aquel día
realicé en la misma puerta de la escuela, de una escuela tan vacía ahora de
mobiliario como llena de grietas y emotivas vivencias.
Data en el alero |
Antes de nada, empezaré diciendo que el edificio en el que
desarrolló su labor docente Antonio Benaiges fue construido en 1792, como
parece desprenderse de una inscripción con esta fecha grabada en una esquina
del alero. Aunque no es claro que en su origen tuviera una dedicación escolar.
Probablemente fuera levantado para otros servicios municipales, o simplemente
para vivienda de algún vecino de mayor rango, ya que no hay constancia de que
funcionaran en los pueblos de Burgos escuelas normales por aquella época, como
mucho, lo hacían algunas preceptorías. En este punto es importante recordar que
a mediados del siglo XIX sí existía en Bañuelos una escuela de primeras letras,
a la que asistían 32 niños de ambos sexos, según podemos ver en el Diccionario
de Pascual Madoz, un hecho que viene a poner más dudas sobre la cuestión. La
pregunta que cabría hacerse es: ¿pudo
esta escuela decimonónica estar en el mismo edificio del que ahora hablamos, en
el construido a finales del XVIII? Quizá, pero a falta de más datos, lo dejo en
el aire por si en algún momento llego a encontrarlos.
Continuará
Muy dura la vida en esa época, en esos lugares, para los maestros y maestras, y también muy dura para sus gentes. Ayer vi al que posiblemente fue el último maestro de Quintanaloranco y hace muy poco, a uno de mis maestros de infancia. Gracias, Elias, por hacer aflorar unos recuerdos duros, pero gratos, de mi infancia.
ResponderEliminarSaludos
Gracias a ti, Luis, por tu comentario. Ya me gustaría conocer al maestro de Quintanaloranco que dices, para escuchar el relato de su paso por aquella escuela..Seguro que puede contar cosas interesantes, como las podrían contar todos los maestros y maestras de los pueblos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Fue un placer.
ResponderEliminarSaludos