FOTOGRAFÍA: Ventana y reloj en la torre campanario de Revilla del Campo (Tomada en diciembre de 2015).
Sobre la
bonita y clásica ventana, el reloj de la torre de Revilla del Campo dudó entre quedarse anclado en las XII o avanzar. Sus agujas le pedían estarse quietas, para obstaculizar el terricidio, para evitar que este nuevo año sigamos degradando el planeta. Sabe, por un lado, que seguiremos consumiendo más, y más, y más (nos incitan a ello y caemos en la trampa), y por otro que nos
quejaremos de que el clima cambie o haya cambiado. El Reloj de la torre de
Revilla, de la firma alavesa Viuda de Murua, nos pide, para pasar de minuto,
más sentido común y más responsabilidad. Y nos pregunta qué seremos capaces
de hacer o de prescindir cada uno de nosotros, como seres racionales, por salvar el planeta.
Respondamos con sinceridad. “Poca cosa o nada, más bien nos gusta autoinmolarnos”. La
sequía nos azotará, el sol nos abrasará sin piedad, nuestras cosechas se malograrán, el agua nos llevará o
secará nuestras fuentes..., y más cosas de tan escasa importancia.
Buenas noches, Elías Rubio Marcos:
ResponderEliminarDejo enlace, para que veas cómo se comportan algunos de los relojes fabricados en Viuda de Murua.
¿Será vejez, o al contrario manera de expresar el descontento con lo que ven?
¡Feliz Año 2016!
Saludos
Muchas gracias, Gelu. En cuanto tenga ocasión preguntaré al reloj su opinión de cómo va el mundo. Ardo en deseos de conocer su maquinaria.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año.