FELIZ OTOÑO 2023 |
FOTOGRAFÍA: Color de otoñada
Una plaga de chinches
de cama se ha apoderado de París. ¡París nada menos! ¡Vaya, notición! Esto me
recuerda a mi niñez, cuando en Burgos, allá por los años cincuenta del XX,
teníamos que convivir con estos bichitos, que tenían la costumbre de colonizar en
masa las uniones de los travesaños de las camas. Cada uno luchaba contra ellos
como podía, creo recordar que en mi casa se utilizaba el zotal, aunque no estoy
muy seguro de que fuera este producto. Sea como fuere, el caso es que eran una
plaga y que tenerlos en casa no era plato de gusto. Afortunadamente aquello ya
pasó (no sé si del todo), pero la huella de su presencia quedó anclada en nuestro
vocabulario. Como muestra de lo antipáticos que siempre nos han parecido, os
propongo, queridos amigos, algunas variaciones derivadas (seguro que vosotros
conoceréis alguna más), cada una de ellas con el significado de incomodidad, molestia, incordio o insulto amable que lleva emparejado.
¡Chinche, que eres un chinche!
Eres un poco chinche, ¿eh?
No me chinches, no me chinches…
¡Ese es un chinche!
¡Pero qué chinche eres!
¡Chincha y rabia!
¡Cómo te gusta chinchar!
¡Deja ya de chincharme!
¡Me estás chinchando mucho!
FRASEOLOGÍA BURGALESA DE USO COMÚN
Y ya puestos en frases y expresiones de uso común en
Burgos (que supongo serán iguales o parecidas a las de otros muchos sitios) os
propongo también una colección que, con la ayuda de algunos amigos, he podido
reunir en muy poco tiempo. Aplicarme a ello fue responsabilidad de una mujer de Castil
de Lences. Os cuento: en una reciente visita a este maravilloso lugar tuve
oportunidad de charlar con una de sus vecinas, una que encontré junto al arroyo
cantarín que surge del convento de las clarisas. Al iniciar la charla y para romper el hielo, pensando que ello podría agradarle, le dije de sopetón:
-En qué pueblo tan bonito vive usted. El mío también
es bonito.
Y ella se interesó:
-Pues, ¿de qué pueblo es usted?
-De Peñahorada -le dije.
Y ella me dijo:
-¡Bah, lo mismo tiene!
¡Bah, lo mismo tiene!
Este “¡Bah, lo mismo tiene!”, estuvo
resonándome en los oídos durante largo tiempo. Me resultaba familiar la
expresión, pero hacía muchos años que no la escuchaba. Así dicho, con el “bah”
delante y entre exclamaciones, su significado es bien conocido para los que
peinamos canas, pero probablemente las generaciones nuevas no lo conozcan.
Simple y llanamente quiere decir que ni comparación un pueblo con otro, por
supuesto, en este caso, mucho más bonito el suyo. Días más tarde, comentándolo
con mi amigo Miguel, se nos ocurrió que hay expresiones en el habla burgalesa
que se han perdido o que están a punto de perderse. Por eso estuvimos
chateándonos durante un tiempo cada vez que recordábamos una nueva. Y en esta
misma dinámica, en una comida de amigos, también con canas, en la sobremesa tuve
ocasión de agregar a las que ya tenía una buena partida de ellas. Reunidas
todas, unas más trasnochadas que otras, tengo el placer de compartirlas con vosotros, queridos
amigos, que seguro podríais aportar muchas que aquí no están.
Soy consciente de que muchas necesitarían ir
acompañadas de una explicación respecto a su significado, pero eso sería harina
de otro costal.
COLECCIÓN
¡Lo mismo tiene!; Que sea una hora corta; A bajar de un burro; Mejorando lo presente; Se me ha ido el santo al Cielo; A trancas y barrancas; ¡Figúrate!; Pues anda que tú…; ¡Ande va usté a parar!; ¡Ay que tío por dos reales!; ¡Manda huevos!; ¡Pues ándate con bromas!; ¡Ni siquiera en broma!; ¡A saber!; ¡Más te vale!; ¡Qué quieres que te diga!;Pues no sé qué decirte; ¡Ya te digo!; ¡La has hecho buena!; En el quinto pino; En el campo Lilaila; ¡Válgame el Cielo!; ¡Válgame Dios!; Ese no se anda con bromas; Si es un perro te muerde; ¡Estoy hasta las narices!; ¡Menudo fregao!; Pues ahora que lo dices…; ¡No te joroba…!; Más tonto que el que asó la manteca; Más raro que doña Mauricia; Más sordo que una tapia; Más tonto que Abundio; ¡Que Dios nos pille confesaos!; ¡Que te crees tú eso!¡Estás como una regadera!; Verdes las han segado; A la chita callando; Comer sopas y sorber no puede ser; Tienes una forma de pedir que parece que das; Como el que no quiere la cosa; No te arriendo las ganancias; Paja pal boche; Átatelo a la faja; A verlas venir; Así se las ponían a Felipe Segundo; Que si quieres arroz, Catalina; Cada loco con su tema; Qué le vamos a hacer…; Tan jodido es enero como febrero; Tente mientras cobro; Pan para hoy y hambre para mañana; Ir de picos pardos; Ni hablar del peluquín; Para ti la perra gorda; Entre Pinto y Valdemoro; ¡Mira tú por dónde!; De la ceca a la Meca; No hay dos sin tres; Contigo pan y cebolla; ¡Eso es una burrada!; Verdes las han segao; Al pan, pan, y al vino, vino; De puta a puta taconazo; Por si las moscas; Buen puñao son tres moscas; Matar moscas a cañonazos; Tiran más dos tetas que dos carretas; Por arte de birlibirloque; Que Dios te ampare; ¡Ay que joderse!; ¡Ver para creer!; ¡Si no lo veo, no lo creo!; Lo dijo Blas, punto redondo; ¡Estamos apañaos!; Cuando el río suena, agua lleva;¡Qué memoria la mía!; Éramos pocos y parió la abuela; ¡Vaya, sonó la flauta!; A tu gusto, mula, y arrastraba al amo; Me importa tres pepinos; Borrón y cuenta nueva; Donde las dan las toman; A mesa puesta; A troche y moche; A tirios y troyanos; De los suyo gasta; Consejos vendo, que para mí no tengo; Dame pan y llámame tonto; ¡Es que, a quién se le ocurre!; No sabe ni por donde le da el aire; Para que luego digas; ¡Ay, si tú supieras!; ¡Vete a la mierda! ¡Vete a freír espárragos!; ¡Vete a freír churros!; ¡Vete a tomar por culo!; ¡Vete al carajo!; ¡Vete a tomar viento!; ¡Bastante tengo yo para que encima…!; Palo y tentetieso; Sí, majo, sí, lo que tú digas; Me importa un carajo; Todo el día de aquí para allá; ¡Pues menudo es!; Cuando el río suena…; ¡Vaya, sonó la flauta!; A ese hay que echarle de comer aparte; ¡Pues ya son ganas!; ¡No te lo vas a creer!; Vaya tejemaneje que te traes; ¡Que Dios nos pille confesaos!; ¡Joder qué pintas!; Luego vienes a la hora nona; A quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga; Se necesita Dios y ayuda; ¡A mí plin!; Me la trae al pairo; Póngame cuarto y mitad; ¡Te vas a enterar tú de lo que vale un peine!; Más tonto que mandao hacer de encargo; Más largo que un día sin pan; ¡Vaya por Dios!; A pies juntillas; Juntos pero no revueltos; ¡Menuda tremolina se ha armao! A tontas y a locas; Tirar los tejos; Tirar de la manta; No sé qué quieres que te diga; San se acabó (Sanseacabó); ¡Ojo al parche!; Le ha dado una ventolera; ¡Ancha es Castilla! Más se perdió en Cuba y venían cantando; A la chita callando; ¡Carretera y manta!; ¡Andando, que es gerundio!; Vamos a ir yendo; Dame pan aunque nunca cuezas; ¡Ni flores!; Ni puta idea!; Pero con todo y con eso; ¡Mira tú por dónde! ¡Ande va a parar! ¡Oye, oye, para el carro!
Fascinante el lenguaje de antaño, sabiduría e ironía a la vez.
ResponderEliminarAsí es.
EliminarGracias