Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

miércoles, 14 de julio de 2010

HORNILLERAS DEL RUDRÓN
















FOTOGRAFÍAS: Exteriores e interiores de hornilleras del Rudrón. (Tomadas en 2007).

        La comarca del Rudrón esconde entre sus montañas un rico patrimonio etnográfico al que no se le ha prestado la atención que, a mi juicio, merece. Me refiero al gran número de colmenares que, exentos, en construcciones auxiliares, o adosados a farallones rocosos, salpican y embellecen el paisaje tanto como lo hacen las importantes ruinas históricas. La mayoría se encuentran abandonados, después de que la despoblación castigara también a los pueblos de dicho valle. Tubilla del Agua, Tablada, Santa Coloma y Bañuelos, son los principales focos de estos colmenares, aunque también pueden verse, a menor escala, cerca de Sedano, Covanera o Terradillos. En todos estos lugares estos colmenares con conocidos como hornilleras, y puede decirse que, junto a la arquitectura tradicional de la zona, han sido, y aún hoy lo son, las principales señas de identidad de la comarca, de una comarca que tuvo que adaptarse a lo que la naturaleza le ofrecía en abundancia para sobrevivir. Ya que su terreno cultivable era escaso y pobre, los habitantes tuvieron que recurrir a lo que aquella ofrecía de manera generosa, entre otras cosas a las abejas. La miel debió tener una importancia capital en la economía de los vecinos, a juzgar por tantos colmenares como pueden verse, algunos construidos en lugares de muy difícil acceso. Allá donde había un abrigo rocoso se aprovechaba para cerrarlo con una pared de tosco mampuesto. En la habitación resultante se embutían los dujos, con sus respectivos cajones en el interior para la manipulación humana, y tapas horadadas al exterior para la entrada y salida de las abejas. La verdad que algunas de estas hornilleras son espectaculares. Si uno sube por el desfiladero del río San Antón, de Santa Coloma hacia Terradillos, podrá ver, al pie de los soberbios y pigmentados farallones calizos, varias de estas hornilleras. Y si tiene la suerte de encontrar la puerta abierta de alguna, y penetrar en su interior, podrá escuchar en la oscuridad del recinto el zumbido silencioso de las abejas que allí moraron. Bien harían los vecinos del Rudrón en valorar y mimar este patrimonio como una de las señas de su pasado más reciente.

1 comentario:

  1. ¡Qué maravilla y qué pena de patrimonio olvidado, abandonado e inútil! :-(
    Por cierto, siempre he sospechado que el tenerlos tan fortificados es herencia de la época, no tan lejana, en que los osos campaban por estos valles, como aún se hace en Asturias.

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