Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

LOS PUEBLOS DEL SILENCIO DE NUEVO EN LAS LIBRERÍAS



FOTOGRAFÍA: Portada del libro Los Pueblos del Silencio

Para los que me habéis escrito interesados por saber cómo y dónde adquirir el libro "Burgos. Los pueblos del silencio", os comunico que de nuevo se encuentra en las librerías de Burgos, en su octava edición.

VENTANAS BURGALESAS CON "HERÁLDICA" ECLESIAL

Ventana en San Mamés de Abar. Llama la atención que las dos llaves 
no estén formado aspa.

Ventana en San Mamés de Abar
con símbolos sagrados


Ventana en Santa María del Campo


Ventana en Santa María del Campo con arco conopial.
Debió pertenecer a alguna dignidad eclesiástica


FOTOGRAFÍAS: Ventanas de San Mamés de Abar y Santa María del Campo (Tomadas en 2017)


Abrimos una vez más el ya abarrotado arcón de ventanas ilustres para guardar tres nuevos ejemplares, dos de ellos en San Mamés de Abar, el pueblo de la famosa Fuente Abar, que da origen al río Rudrón, y otra más en Santa María del Campo. Probablemente del siglo XVIII las dos primeras (una de ellas está fechada en 1727), las tres tienen en sus escudos (si así se les podría llamar) como elementos comunes las Llaves de San Pedro y el Cáliz, lo cual puede conducirnos a algún cargo eclesiástico propietario de la casa. De todas ellas la más antigua parece la de Santa María del Campo, pues su arco conopial con varias molduras pueden llevarnos a finales del siglo XV o principios del XVI. Llama la atención en esta, por su originalidad, las citadas Llaves y la Tiara Papal dentro de un águila a un lado del arco y lo que quizá pudiera ser un cordón ¿franciscano? cerrando una figura extremadamente erosionada  e informe en el otro.  
Lo que podría llamarse heráldica de iglesia (aunque no haya una intención heráldica en las representaciones) está muy presente en los pueblos de Burgos, en efecto, por ese motivo hace tiempo que inauguramos en el inventario que llevamos un apartado para las ventanas con escudo diferenciadas de las hidalgas, para aquellas que, por los símbolos sagrados que acompañan, bien pudieran encajar en dicha tipología.


viernes, 8 de diciembre de 2017

DESPOBLACIÓN




FOTOGRAFÍA: Camino de Monterrubio

-¿Qué haces aquí, abuela?
-Nada, hijo, estoy esperando a ver si pasa alguien por el camino.
-Pero ya no queda nadie, abuela, todos los del pueblo se marcharon ya a la ciudad.
-Estoy esperando a que vuelvan, sé que algún día volverán.
-Se va a enfriar, pronto va a llegar el invierno.
-Los fantasmas no se enfrían, hijo.
-¿Y hasta cuándo va a estar?
-Hasta ver pasar los que se fueron.
-Ah, todavía tiene esperanzas.
-Sí.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

DÍAS DE NIEBLA Y CARAMA

Que la niebla no nos nuble la vista

El arte de la niebla fría
 
Despejada la niebla, aparece su obra


FOTOGRAFÍAS: Carama burgalesa (diciembre 2017)

         En Castilla no tenemos playas, pero tenemos tantas, tantas  bellezas... Son días de niebla y carama, queridos amigos, que nadie se pierda el espectáculo. 


lunes, 4 de diciembre de 2017

LA VENTANA ENCRIPTADA DE QUINTANILLA VIVAR


Precioso frente en la casona misteriosa

Venta con  extraña inscripción 

S   B   B    ¿igual a Santa Bárbara Bendita? 

Datación (Año de 1742) y tres signos sobre ella

Elegantes ventanas, una de ellas con llaves de San Pedro,  
anagrama de Jesús y  nombre de María.
Todo indica que debió tratarse de un edificio de
carácter religioso

En los bajos de la casona hubo una cantina



FOTOGRAFÍAS: Casona de Quintanilla VIvar (Tomadas en noviembre de 2017)

Existe en Quintanilla Vivar una casona de cierta dignidad sobre la cual nadie ha sabido decirme nada. Sin ni siquiera nombre que la identifique, nadie, ni los más viejos del lugar, sabe a quién perteneció ni los usos que tuvo. Bueno, un uso sí, todos coinciden en que en sus bajos estuvo, durante muchos años, abierta una cantina, de eso si que se acuerdan, pero nada más. En el mismo Ayuntamiento, que se supone tendría que tener conocimiento y relación de los edificios notables de su administrado pueblo, tampoco han  sabido decirme nada de este caserón, que a juzgar por los signos que se observan en su fachada principal, por fuerza tuvo que pertenecer a alguna institución religiosa, bien en forma de convento, de escuela, internado o similares. 
Quintanilla no tiene tanto patrimonio como para que este singular edificio pase hoy desapercibido. Y resulta en verdad curioso que los vecinos de más edad pudieron conservar durante siglos la vieja tradición de que las culebras fueron malditas en su pueblo y aledaños por El Cid y que, por el contrario, no recuerden ya la pertenencia y usos de una casa de porte noble y de no tanta antigüedad como la leyenda.
Pero la fachada, pese a esta incomprensible ignorancia, con sus elegantes adornos e inscripciones misteriosas, se empeña en llamarnos la atención. Así, uno de los misterios sería ese, que nadie recuerde nada de lo que fue, y el otro, la rarísima inscripción que sobre una de las ventanas puede verse (digo bien, digo verse, porque leerse es harina de otro costal). Cuando la vi por primera vez, a primera vista, en un fugaz ramalazo, me pareció leer Santa Bárbara, pero no, fijado el ojo, pronto me di cuenta de que la inscripción era algo más complicado, algo de difícil interpretación. Y aún hoy, queridos amigos, tras haberla tenido delante de mi tiempo y tiempo, ampliada en el ordenador, sigo sin obtener nada comprensible. Por más que la miro y remiro, nada en limpio veo en ella (salvo que las iniciales mayúsculas signifiquen Santa Bárbara Bendita)  hasta el punto de que he llegado a pensar que se trata de un jeroglífico o de un mensaje encriptado, un mensaje en clave de alguien perteneciente a alguna extraña secta, o incluso si está escrito por alguien que no estaba en su sano juicio, peregrinas ideas todas, desde luego, a las que nadie debe hacer caso.
Más fáciles de interpretar son las ventanas centrales, donde, junto con algunas elegantes florituras, una cruz y las llaves de San Pedro, nos sugieren la condición religiosa de la casona, o la ventana que está a la derecha, donde, bajo tres símbolos verticales, también de dudoso significado, se ve con claridad la fecha de la construcción (AÑO de 1742).
Ojalá este escrito caiga en ojos de alguien que pueda ayudarnos a desentrañar los misterios de los que os he hablado, en mi ignorancia, yo me he sentido incapaz.