Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

lunes, 27 de septiembre de 2021

CASTIL DE LENCES, UN LUGAR PARA EL RELAX

                       


En los años noventa del pasado siglo embellecían las calles
entrañables vecinas, y el antiguo empedrado
casi había desaparecido. 



En el mismo lugar, hoy embellecen las flores
y el empedrado ha cambiado.
¿Qué fue de aquellas vecinas?


FOTOGRAFÍAS: Imágenes de Castil de Lences (Tomadas en 1995, 2014 y 2021)

No sé si será el tañido-horario de las campanas del convento, cuando irrumpe en el silencio del pueblo detenido en el tiempo, la presencia de la clausura femenina cisterciense, o la voz cantarina y perenne del agua cuando, salida intramuros de la huerta conventual, se precipita en riachuelo y cuesta abajo por el centro del caserío, susurrando y arrullándolo todo, lamiendo el viejo molino, hoy modificado para otros usos. No sé si será todo eso junto, probablemente lo sea, lo que relaja y equilibra los sentidos. Mas, si a ello sumáramos el espectacular circo montañoso que cobija al pueblo, el nacedero de aguas a sus pies, o la iglesia románica con ciprés tan alto como el campanario, o la arquitectura traventina que todo lo envuelve, obtendríamos un conjunto de muy alto valor sedante, suficiente como para sustituir algún ansiolítico que otro.  

En los últimos ¿quizá diez años? Castil de Lences ha sufrido una transformación en su imagen tal, que cuesta reconocer lo que fue a quienes lo conocimos muchos años atrás. No tengo ni idea de quién ha sido la iniciativa para que Castil se haya convertido en un pueblo muy cuidado, florido y mágico, pero por mi parte, si es que algún valor tiene, que no quede el reconocimiento. 



Ciprés y moral de la iglesia románica.


El viejo molino convertido,



El río surge del convento. Durante el día arrulla
y en la noche se convierte en nana. 





martes, 21 de septiembre de 2021

VENTANAS DE LA ALDEA

                                   

Ventana para ver y para lucir escudo


Casona de noble porte, belleza de otro tiempo  



A imagen y semejanza de Villapanillo


FOTOGRAFÍAS: Ventanas en casona de La Aldea (Tomadas en septiembre de 2021)

Tras largo tiempo de no abrir el arcón de las ventanas, hoy me ha costado Dios y ayuda poder destaparlo. Han gemido los goznes como condenados, tanto como los herrumbrosos carcelarios del conde de Montecristo. Y es que como bien sabéis, queridos amigos de este Cajón de Sastre, el tiempo puede llegar a oxidar todo, incluso el alma. Por eso hoy he decidido echar un poco de tres en uno, para que aperturas venideras no sean tan dificultosas. En fin, el hecho es que tras muchos esfuerzos he podido guardar una ventana que descubrí el pasado sábado en el lugar de La Aldea. He tenido que hacer sitio para acomodarla, también con gran esfuerzo, pues el arcón se halla repleto, tan lleno y apretado que barrunto que será difícil guardar otra ventana más que se presente (estoy pensando en que quizá tenga que habilitar un cofre nuevo).

Una excursión por las faldas de La Tesla, me llevó a La Aldea, un lugar en el que hacía 25 años que no me detenía, entonces para otros asuntos. Y allí saltó la sorpresa, cuando ya pensaba que en el Gran Norte no habría más ventanas que registrar, apareció una casona en la que no una, sino tres ventanas, decoraban su noble y principal fachada. La central, con esbelto y remarcado escalonado, a modo de alfiz y con escudo en su interior, es en verdad una maravilla, como lo son también las dos superiores, ejecutadas a imitación del arco y torre de Villapanillo, que en algún escondido lugar del arcón guardamos también. Por si a alguien sirviera, apunto la posibilidad de que ambas obras fueran ejecutadas por el mismo maestro cantero.