FOTOGRAFÍAS: Distintas vistas del Palacio de los Isla, de Villalaín. Iglesia de Santa María del Torrentero. (Tomadas en noviembre de 2010).
En esta triste galería de desastres del patrimonio burgalés, una vez más nos sale al paso un bien cultural abandonado a su suerte, una propiedad dejada de la mano de Dios y en avanzado estado de ruina. Una vez más podemos o debemos encontramos con propietarios mayores, que no quieren o no pueden complicarse la vida, o descendientes que tampoco muestran interés alguno, o que teniéndolo no disponen de capital para conservarla. Nada nuevo. Esto no sería grave si no fuera por el enorme valor histórico y artístico del conjunto. Os estoy hablando, queridos amigos y seguidores de este Cajón de Sastre, del Palacio de los Isla, de Villalaín, una casa fuerte con torre, muy probablemente del siglo XVI, justo al lado de la carretera de Bercedo y a apenas un kilómetro antes (o después, según se mire) de Villarcayo. Es una ruina bien conocida por todos, pues siempre que uno pasa por la cerrada curva de Villalaín, los ojos no pueden evitar la reliquia. Nadie, pues, puede alegar desconocimiento de su existencia y de su estado. Conclusión: a nadie le importa que desaparezca. Parece como una maldición: en apenas la superficie de un coto redondo (aproximadamente) dos impresionantes monumentos de Las Merindades, el monasterio cisterciense de Rioseco y el Palacio de los Isla, a punto de desaparecer. “Bueno, al fin y al cabo, Rioseco está escondido, nadie puede verlo desde la carretera”, podría decir alguien. Pero no, éste se presenta de manera descarada y nos saca los colores de vergüenza a todos los que amamos el patrimonio.
Si uno se asoma desde la medievalizada puerta principal, escoltado por los dos robustos cubos de sillares que la flanquean, entre las burdas alambradas que cierran la propiedad, lo primero que ve en el interior del amplio patio es el escudo de armas de los Isla, así como los perfectos arcos de medio punto que le adornan. Lo demás es sillería perfecta, pero vejada con chatarras sin fin; lo demás es la torre, que se eleva a duras penas, pues sus grietas y desconchones son para temblar.
Damos la vuelta al edificio, por detrás vemos la hiedra que todo lo devora, y entre la hiedra, una preciosa ventana enrejada deja asomar sus románticos barrotes oxidados. Seguimos un camino entre encinas, y a los pocos metros aparece una iglesia, la de Santa María del Torrentero (¡qué bonito nombre!), que fue capilla mayor del palacio. Una iglesia escondida con restos románicos y un cartel que anuncia propaganda de un proyecto de investigación de 12. 000 euros, posiblemente ya realizado y que incluía una “lectura muraria” (jamás había oído o leído nada semejante ¿alguien me puede explicar lo que eso significa?). Hay síntomas de abandono en este escondido templo, pero el cartel lleno de entidades colaboradoras me llena de esperanza.
A pocos metros del palacio y de esta iglesia, la cantera de Villalaín navega a todo trapo, el monte va perdiendo la imagen que conocimos.
En esta triste galería de desastres del patrimonio burgalés, una vez más nos sale al paso un bien cultural abandonado a su suerte, una propiedad dejada de la mano de Dios y en avanzado estado de ruina. Una vez más podemos o debemos encontramos con propietarios mayores, que no quieren o no pueden complicarse la vida, o descendientes que tampoco muestran interés alguno, o que teniéndolo no disponen de capital para conservarla. Nada nuevo. Esto no sería grave si no fuera por el enorme valor histórico y artístico del conjunto. Os estoy hablando, queridos amigos y seguidores de este Cajón de Sastre, del Palacio de los Isla, de Villalaín, una casa fuerte con torre, muy probablemente del siglo XVI, justo al lado de la carretera de Bercedo y a apenas un kilómetro antes (o después, según se mire) de Villarcayo. Es una ruina bien conocida por todos, pues siempre que uno pasa por la cerrada curva de Villalaín, los ojos no pueden evitar la reliquia. Nadie, pues, puede alegar desconocimiento de su existencia y de su estado. Conclusión: a nadie le importa que desaparezca. Parece como una maldición: en apenas la superficie de un coto redondo (aproximadamente) dos impresionantes monumentos de Las Merindades, el monasterio cisterciense de Rioseco y el Palacio de los Isla, a punto de desaparecer. “Bueno, al fin y al cabo, Rioseco está escondido, nadie puede verlo desde la carretera”, podría decir alguien. Pero no, éste se presenta de manera descarada y nos saca los colores de vergüenza a todos los que amamos el patrimonio.
Si uno se asoma desde la medievalizada puerta principal, escoltado por los dos robustos cubos de sillares que la flanquean, entre las burdas alambradas que cierran la propiedad, lo primero que ve en el interior del amplio patio es el escudo de armas de los Isla, así como los perfectos arcos de medio punto que le adornan. Lo demás es sillería perfecta, pero vejada con chatarras sin fin; lo demás es la torre, que se eleva a duras penas, pues sus grietas y desconchones son para temblar.
Damos la vuelta al edificio, por detrás vemos la hiedra que todo lo devora, y entre la hiedra, una preciosa ventana enrejada deja asomar sus románticos barrotes oxidados. Seguimos un camino entre encinas, y a los pocos metros aparece una iglesia, la de Santa María del Torrentero (¡qué bonito nombre!), que fue capilla mayor del palacio. Una iglesia escondida con restos románicos y un cartel que anuncia propaganda de un proyecto de investigación de 12. 000 euros, posiblemente ya realizado y que incluía una “lectura muraria” (jamás había oído o leído nada semejante ¿alguien me puede explicar lo que eso significa?). Hay síntomas de abandono en este escondido templo, pero el cartel lleno de entidades colaboradoras me llena de esperanza.
A pocos metros del palacio y de esta iglesia, la cantera de Villalaín navega a todo trapo, el monte va perdiendo la imagen que conocimos.
La lectura muraria debe ser un análisis de las fases constructivas del edificio. Si es eso no es demasiao alentador, ya se ha hecho en otros templos como San Pedro el Viejo de Arlanza (al lado del monasterio de Arlanza), si lo conoceis sabreis que es uno de los mejores ejemplos del prerrománico burgalés y sigue en un abandono completo. Lo único positivo fue la publicación de los trabajos, pero nada más que eso. Espero que en este caso implique algo más.
ResponderEliminarRodrigo
Tenía sentido hacer una "lectura muraria" en San Pedro el Viejo. Los sillares de esta ermita los recuerdo impresionantes y enigmáticos. Gracias, Rodrigo, te agradecemos la información.
ResponderEliminarEn el viaje desde Burgos a Villarcayo, después de bajar la Mazorra y haber cruzado el Ebro por el Puente del Aire, se entra en un fabuloso túnel arbóreo recto que lleva hasta Incinillas. Poco después, cualquier viajero medianamente sensible, recibe el bofetón visual de la imagen de la cantera de Villalaín, aberración industrial que ya desde jovencito me hizo aborrecer las explotaciones de piedra a cielo abierto. La carretera incide de lleno en su flanco sur, donde, por los años setenta, pudimos explorar una cueva que el frente del corte había seccionado. Pocos meses después, la cueva y toda la caliza que la rodeaba ya había sido totalmente devorada.
ResponderEliminarPasar por allí impone, pero verla desde el aire, apreciando sus proporciones, el espacio de monte y vida desaparecido y la amenaza que supone su avance por el norte y por el sur, invoca otras reacciones.
Es curioso que entre los que vivimos cerca de Villalaín casi nunca se diga nada.
ResponderEliminarjokin
Me alegra ver que hay personas que se preocupan por lo que pasa en Villalaín, quisiera hacerles llegar información que poseo sobre la ermita.
ResponderEliminarSoy de Villalaín, aunque hace 30 años que vivo fuera y cada vez que voy por allí, a la casa que mis padres construyeron con su esfuerzo, siento una frustración enorme y mucha verguenza, de ver el desastre que han generado, en el entorno y en los bienes culturales, la ermita y el palacio ambos catalogados monumentos BIC en 1992. El polvo y el ruido lo invade todo a lo largo y ancho de varios kilómetros a la redonda.
A los que rigen los destinos de mi querido Pueblo, les ha podido más la avaricia que la sensatez.
como es que unos monumentos catalogados 1992, no se hace o se obliga a los dueños en la restauración de dichos monumentos cuando a otros los ayuntamiento nos amenazan con el embargo si no se restaura
Eliminarsoy de Villalain, bautizado en la iglesia de San Maria y estoy de acuerdo con todo pero ¿ que se puede hacer? tanto con la iglesi como la casa de Isla
ResponderEliminarAmigo anónimo:
EliminarYa que lo preguntas, pienso que primero de todo es que el pueblo de Villalaín, sus vecinos, tomen conciencia de que tienen un tesoro, y que como tal lo tendrían que mimar. Y en base a ello,llevar a cabo las actuaciones que se puedan.
Saludos
Casualmente encuentro vuestra información y comentarios.
ResponderEliminarMe apena que se pierdan estas reliquias que muy posiblemente tengan que ver con mis antepasados.
A casa llegó una copia de un árbol genealógico familiar en el que un hijo segundo de esta casa litiga hidalguía en la Chancillería de Valladolid y la gana en 1576. "Juan de Ysla, natural y originario del lugar de Villalayn, en la parte que llaman Castilla la Vieja,hijo segundo del Mayorazgo y Solar de la Casa de Ysla, en dicho lugar de Villalayn y señor del enterramiento e iglesia del Monasterio de Rioseco que está junto al citado lugar", casó con Mencía Ruíz de Isla, vecina del lugar de Barriosuso, tierra y jurisdicción de la villa de Medina de Pomar....
¿Podríais aportarme una foto de los escudos con más detalle para compararlos con el del árbol?. ¿Tenéis más información sobre esta familia?.
¿Os llegó la información sobre la ermita que Gerardo Isla ofrecía en 2011?. Aunque pregunto un poco tarde, me gustaría conocerla, si es posible.
Parece que también debe de haber enterramientos de esta familia en el Monasterio de Rioseco (ruinas).
Otros Isla en Urueña. Don Antonio de Isla y Mena, obispo de Osma desde 1672 a 1681, su casa es actualmente museo etnográfico de la localidad.
Hola, ¿casualmente te suena también un Hernando de Ysla casado con María Ruiz de Colina sobre 1610? Padres de Pedro de Ysla (1632) Vecinos de Villatarás y que después sus hijos pasaron a residir Recuenco.
EliminarHe introducido al final del artículo una fotografía de un escudo del palacio. Espero que te sirva de algo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias por poner la foto y por tu rápida respuesta. El escudo tiene elementos en común con el del árbol genealógico:
ResponderEliminarEl castillo sobre tierra y las ondas por debajo, las tres flores de lis y dos ruedas o roeles)
Aunque es distinto, pues quizás incluya algún otro apellido,creo que guardan mucha relación,(en este otro aparece una imágen de un león con las patas apoyadas en un árbol y un caldero al otro lado del árbol). Esta rama familiar pasó de Burgos a Palencia, aunque al parecer la procedencia del apellido es de Santander, de la zona de Trasmiera, del lugar de Arnuero. Si miras el mapa, un poco más arriba hay un lugar que se llama Isla.
Saludos
yo naci en el palacio de villalain ace 44a;os
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