Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

sábado, 19 de febrero de 2011

RIOSECO, MÁS ALLÁ DE LAS RUINAS




FOTOGRAFÍAS: Monasterio de Rioseco, puerta del poniente (2009). Pasaje entre arcos 

De Ecos de la lluvia y el aire (2010).

        Nos encontramos de nuevo Lluvia, juntos otra vez de la mano. Los que están ahí abajo y tú encharcas, los que camparon en estas piedras con sus latines y maitines, espíritus vivos de siglos muertos, dicen que es un día de perros. Pero en esta ruina que descarnamos, ni siquiera los canes soportarían la fuerza de nuestro aliento huracanado. Detén tu aguacero por un instante, yo dejaré de ventear por los ojos de las campanas vacías, tal que serpiente alada, así podremos leer de nuevo lo escrito en esa pared que nació con ínfulas de perpetua y ahora se lo piensa.

“Día tremendo llegará a los compradores y vendedores de este santo edificio si antes no hacen penitencia”. 

        Lo escribió aquel enajenado antes de despedirse, ¿recuerdas, Aire? En su desvarío aún vivía en la esperanza cuando preparaba el talego de su marcha, el muy crédulo, el muy orates, él era el último fraile. Sí, Lluvia, recuerdo su figura fantasmal saliendo por la puerta del oeste, recuerdo hasta su nombre: Francisco Enríquez se llamaba, soledad viviente de una comunidad de exclaustrados. Se fue, oí que a Cendrera de Sotopalacios, también a Quinatanajuar, para verificar posesiones de otra época, de cuando las garrapatas del exilio. Los demás se fueron por el camino del destierro, salieron por la puerta de la torre y del Abad. Después ya no fue lo mismo, extraños vinieron y estuvieron un tiempo fugaz; al poco, el silencio, sólo nosotros, fuerza eólica e hidráulica que carcome, y la lechuza, y los saqueadores de la noche. Pero dejemos la pared ilustrada que se resquebraja cada segundo, visitemos una vez más, ahora que la entrada es libre, lo que queda del convento grandioso. Vayamos juntos, Aire, hagamos la ronda siguiendo los restos de las huellas y jirones que los frailes blancos dejaron. Te invito a deslizarte por la puerta del poniente, por el arco donde se cierra la muralla, hoy caduco, donde fuimos testigos de la resistencia armada, la que ofrecieron los monjes al Visitador de la Orden y a sus acompañantes, ¿recuerdas? Garrotas y cuchillos de cocina llegaron a brillar al atardecer de las túnicas en el camino de Argés. ¡Pues no quería el enviado acabar con la paz de sus rentas y cuentas! ¡A mí con controles y exigencias, que soy el abad, el rey de estos dominios! Tú te detendrás, Aire, al pasar bajo el arco que resiste, apaciguarás el pasado, y yo lloveré sobre la pendencia, inundaré los recuerdos y la historia.






2 comentarios:

  1. El maravilloso monasterio de Rioseco en el Rincón Lírico de MEMORIAS DE BURGOS, el no va más.... Muchísimas gracias Elías por tan precioso texto y por la dedicatoria. Un saludo, Flor

    ResponderEliminar
  2. Hace poco conoci Santa María de Ríoseco y me encantó... Es una lástima que algo tan bonito esté asi y tenga un futuro tan incierto...

    ResponderEliminar

Solo se admiten comentarios constructivos. Los comentarios anónimos, o irrespetuosos, no serán publicados, tampoco los que no estén correctamente identificados.