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Iglesia de Vadocondes. Ventana y escorias. |
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Vadocondes. Iglesia y rollo. |
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Castillo de Huérmeces. |
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Castillo de Huérmeces. Escorias en el muro oriental. |
FOTOGRAFÍAS: Iglesia parroquial de Vadocondes. Castillo de Huérmeces (Tomadas en 2007 y 2010)
Esta ventana que aquí vemos pertenece a las iglesia de Vadocondes, esa hermosa localidad burgalesa que duerme a orillas de un Duero remansado. Pero no es la ventana barroca lo que hoy me trae aquí, que por su originalidad y elegancia merecería figurar en la galería de ventanas ilustres que aquí seguimos, sino las escorias incrustadas en los muros de dicho templo. Confieso mi ignorancia, confieso que esas escorias salpicando las junturas del mampuesto me sorprendieron, pues nunca antes las había observado en otros monumentos. Picaron mi curiosidad en 2007, en una visita que hice a Vadocondes siguiendo a un zapatero ambulante, y comencé a hacer cábalas sobre su significado. Adornos no parecían, pero tan poco versado como soy en técnicas de construcción, no encontré una explicación que me dejara satisfecho. Y el tema fue quedando en el olvido. Hoy tengo que reconocer que tampoco lo tengo muy claro, aunque hurgando en mis archivos he encontrado una fotografía del castillo de Huérmeces en uno de cuyos muros pueden verse, incrustadas también y de la misma manera, parecidas escorias en el mortero de uno de los muros, en el que mira al oriente. Ya no era, pues, un caso aislado el de Vadocondes, y la coincidencia me llevó a pensar que la práctica de incrustar escorias en la masa de las junturas debió ser en alguna época algo hasta cierto punto común, quizá utilizadas para dar consistencia y resistencia a revocos y otros añadidos, o tal vez para un mejor fraguado del mortero. Las escorias de Vadocondes deben ser de hierro, al igual que las de Huérmeces, pero las épocas en que se hicieron dichos revocos parecen distintas, mientras que en el pueblo ribereño se corresponden con tiempos del barroco, en el castillo de Huérmeces podría ser más antiguas, a no ser que esta fortaleza fuera objeto de reparos en un tiempo coincidente. Para un mejor conocimientos de la cuestión, prometo desde ahora estar vigilante ante la posibilidad de hallazgos semejantes en los monumentos burgaleses. De todos modos, seguro que entre vosotros, queridos amigos y seguidores de este Cajón de Sastre, hay alguien que puede iluminarnos a todos sobre el tema.
La verdad es que yo tambien me hacia la misma pregunta y este ultimo año visitando el castillo de Villena en Alicante, me la resolvio el guia del castillo, la escoria era decorativa, no tenia ninguna otra funcion por lo menos que se sepa hoy en dia.
ResponderEliminarEstimado Jairo:
ResponderEliminarHabría que ver la disposición de las escorias en el castillo que dices. Aun así, yo sigo dudando de que las de Huérmeces y Vadocondes tengan una función decorativa. El tema es para estudiarse, desde luego.
Muchas gracias por tu interesante aportación.
Un cordial saludo
Elías Rubio
Creo que tienes razon, investigando un poco he dado con una Tesis de Rafael Ruiz Alonso, del departamento de Arte Medieval de la Facultad de Geografía e Histora de la Universidad Complutense que aporta una buena teoria que puede valer para este caso. En el volumen 1, la pagina 187. "http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19911996/H/0/AH0008401.pdf" en la cual explica la posible utilización practica de la escoria.
EliminarEs una buena pista, sí señor. Pero habría que formarse una opinión más certera del tema con una estadística más amplia, es decir, con un significativo número de ejemplos ¿no te parece? Vamos a ver lo que encontramos.
EliminarMuchísimas gracias por tu investigación.
Un cordial saludo
No sé si será la respuesta a este caso, pero, existen algunos tipos de cemento que se mezclan con escorias de metales (cemento Portland). Se unen las escorias al mortero para endurecerlo y hacerlo aislante. Teoricamente esta mezcla de escoria y mortero lo hace más resistente; sé que se usa desde el siglo XIX, pero no he encontrado datos previos. Quizá, lo que nos expone aquí, sean ensayos de una practica semejante, pues lo que es seguro es que la mezcla de escoria y cemento endurece y mejora el mortero. (el cemento Portland que he citado tiene un enlace en Wikipedia; no es precisamente lo mismo que se expone aquí, pero es un ejemplo de unión de escorias y cemento). Un saludo
ResponderEliminarRodrigo
Tiene la pinta de ser algo semejante a lo que nos dices, Rodrigo. Entonces, ¿podría ser que nódulos de escoria de metal como los que vemos en los muros de referencia hagan el mismo pápel que la mezcla de la que nos hablas? Vamos, que el tema puede dar de sí.
EliminarPor otra parte está el asunto de la antigüedad: ¿hasta donde habría que remontarse para encontrar los ejemplos más antiguos de esta técnica? A partir de ahora me fijaré más en los monumentos.
Saludos
Sobre la teoria del reforzamiento con escorias del mortero de cal empleado en la iglesia y el castillo señalados, me temo que hay que descartarla totalmente. Las razones son innumerables, por lo que si relamente estais interesados, os lo podria explicar.
ResponderEliminarNo se aprecia al detalle la foto que aparece con las escorias, pero su disposicion un tanto aleatoria, tamaño, altura, ... etc, me sugiere que con toda probabilidad, que sean restos de metralla de artilleria de la epoca, lanzada contra ese muro.
En el caso de la iglesia, se aprecia ademas que la ventana es de epoca posterior y la cubierta de esa zona del edificio tambien es posterior, lo que demostraia que esa zona ha sufrido daños importantes. En el caso del castillo, el daño es manifiesto.
Se podria averiguar haciendo un analisis mas exhaustivo in situ.
un saludo, Abacus
Estimado Abacus:
EliminarYo no descartaría la posibilidad de que en el caso de la iglesia las escorias tuvieran una función de refuerzo. Creo que por alguna circunstancia los muros sufrieron algún tipo de erosión o descarnado y que debido a ello se reforzaron con nuevo mortero acompañado con dichas escorias. Me baso en otra fotografía que no incluí en la entrada y en la que se ve, a la derecha de la portada, un pequeño sector, aislado del resto, que ha sido reforzado de la misma manera. Quizá alguien no profesional, que llevó a cabo los reparos, había oído campanas pero no sabía dónde, y por eso utilizó esos materiales.
En cuanto al castillo, creo que es una posibilidad lo que dices de la metralla. Lo cual nos llevaría a algún hecho histórico desconocido, y por ello apasionante de investigar. Voy a ir de nuevo para ver el lienzo y comprobar qué tipo de escoria es, si es metálica o no. Ya os diré.
Voy a insertar nuevas fotografías por si, a su vista, podéis sacar nuevas conclusiones.
Qué bien, muchas gracias a todos
Saludos cordiales
Elías Rubio
El hierro tiene una peculiaridad, cuando se oxida se expande y consecuentemente revienta todo lo que hay a su alrrededor. Lo podras facilmente comprobar en algunos edificios modernos construidos con "hormigon armado".
ResponderEliminarAdemas, el hierro en construccion cumple ora funcion y nunca se pone en los muros.
Ni que decir tiene que en epocas anteriores como la de la iglesia y el castillo, el hierro era un material muy apreciado como para desperdiciarlo en un simple muro, mientras los arados todavia se hacian en madera por falta de hierro.
Como te comento, si cuelgas alguna foto mas en detalle, se podra apreciar si las escorias que señalas estan insertadas desde fuera, lo que probaria ser metralla de artilleria o si estan colocadas conforme se construyo el muro.
un saludo , Abacus
Gracias, Abacus. Veo que dominas. Es lógico lo que dices del hierro. En todo caso, voy a aplicarme desde ahora para ver de qué tipo de escorias estamos hablando. Después seguimos.
EliminarMuchíismas gracias por compartir aquí tus conocimientos
Saludos de nuevo
Podría ser y digo podría ser, que al ser todos de material magmatico y con alta densidad en hierro, sirvieran de pararrayos de la época ( al atraer los eayos hacia esas escorias no reventando así los muros?
EliminarAhí queda la pregunta, que no me siento capacitado para contestar.
EliminarHola de nuevo Elias.
ResponderEliminarTambien vivo en Burgos y el tema de las esquirlas en esa iglesa de Vadocondes ha despertado mi curiosidad historica.
La zona donde se ven las escorias se supone que es la sacristia de la iglesia y por las caracteristicas formales sera del siglo XVIII.
Por otro lado la posibilidad de que se haya disparado con ese tipo de artilleria sobre una iglesia, solo puede ser de la invasion napoleonica, por lo que las fechas van cuadrando.
Indagando un poco en internet, aparece que en Vadocondes habia un castillo, que fue destruido por los franceses, lo que certifica que anduvieron por alli y ademas de manera notable como para tener tanta capacidad destructora.
http://www.terra.es/personal/frmonge/paginas/historia.htm
Haciendo un poco de especulacion historica, podemos ver a un grupo de "insurgentes" atrincherados en la sacristia de la iglesia y al ejercito frances disparando su artilleria de fragmentacion pequeña contra las ventanas, con el objetivo de que penetre por ellas y causen el mayor numero de bajas.
Eso explicaria ademas, que las dos zonas en las que hay restos de la metralla solo esten alrededor de las ventanas.
Una vez mas, la historia deja sus huellas que el tiempo no es capaz de borrar.
Un saludo, Abacus.
Especulaciones podemos hacer las que queramos, pero la realidad debe ser la que es, y todavía está por encontrar. No sé, se me ocurre que tal vez se pueda ver algo sobre las dichosas escorias en el libro de fábrica de la iglesia. Pero bueno, tampoco es una cuestión que nos vaya a quitar el sueño ¿no te parece, Abacus?
EliminarAh, y la que llamas metralla, si te fijas bien, no está sólo junto a las ventanas.
Bueno Elias, ya veo que mi pequeño ensayo historico no te acaba de encajar, te aseguro que yo mismo estoy sorprendido del relato tan peculiar que ha surgido analizando unas simples fotos en la distancia.
ResponderEliminarComo ya comente en los primeros post, habria que anlizar el tema in situ, pero volviendo a ver la primera de las fotos, se aprecia que las dichosas "bolas de hierro" estan impactadas no solo en el mortero,(algunos de los cuales se han caido y han dejado el hueco) sino que tambien hay impactos en las piedras, dejando en muchas el hueco, lo que segun mi parecer, aporta mas datos a la pequeña historia especulativa relatada.
En fin, que seguro que conoces el dicho ese de que LA HISTORIA ES ESO QUE NO OCURRIO, CONTADO POR ALGUIEN QUE NO ESTUVO ALLI.
Aunque por supuesto el asunto no nos va a quitar el sueño ni mucho menos, no deja de ser algo curioso, que, como tu mismo señalas, llama la atencion y si tienes a bien, estaria dispuesto a quedar contigo en esa iglesia de Vadocondes para confirmar o rectificar sobre el asunto. Aunque seguramente no merezca la pena.
Aprovecho para felicitarte por tu blog y tus otros trabajos, algunos de los cuales conozco.
un saludo, Abacus
Hola Abacus. Pues lo siento, pero no acaba de convencerme tu hipótesis de la metralla. No veo impactos en el recercado de las ventanas (y es muy extraño que no acertaran los "tiros", si como dices se disparaba contra los que estaban en el interior haciendo lo mismo). Tampoco veo los impactos que dices en las piedras. Sí veo, por el contrario, que todas las escorias se hallan en las junturas de masa. Así que pienso que no vamos a sacar nada en limpio por esta vía. Se me ocurre también que no hemos encuestado todavía a la gente más mayor de Vadocondes, que seguro que alguien, por tradición oral, nos puede dar alguna una pista. Allá en primavera, o quizá antes, estaré encantado de ver contigo la iglesia, y quizá también el castillo de Huérmeces.
ResponderEliminarSaludos
A todos los que estáis interesados en el tema: brujuleando por Internet, acabo de encontrar esta referencia a las escorias en el castillo de Cuéllar:
Eliminar"La fachada sur se decora con un esgrafiado de anillos, tan popular en Segovia, rematando las uniones entre ellos con trozos de escoria".
Interesante, ¿verdad?
Pues ya tenemos Vadocondes, Villena, Huérmeces y Cuéllar. Seguro que hay más casos y los vamos a localizar.
Saludos
Hola de nuevo Elías.
ResponderEliminarEste domingo he tenido la oportunidad de acercarme al castillo de Huermeces, lo que los lugareños llaman la Torre de los Velasco o por lo menos lo que queda de ella. He estado analizando el tema de las esquirlas y he confirmado varios puntos:
1.- En los dos muros que quedan de la torre, las escorias metálicas se encuentran situadas en una franja muy concreta de unos 4 metros de altura y a una distancia del suelo de un par de metros.
2.- Recogiendo una muestra de esas esquirlas que se encontraba en el suelo, se aprecia que son restos aformes de fundición.
3.- Se aprecia que las formas y tamaños son totalmente dispares. Para hacerse una idea, el volumen medio sería similar al de una goma de borrar.
4.- No hay ningún tipo de fundamento estético, ya que su disposición es totalmente aleatoria, sin ningún criterio en su disposición.
5.- Su colocación está hecha desde fuera, apreciándose muchos huecos dejados por trozos de esquirlas que se han ido cayendo, apreciándose en algunos casos el oxido dejado en el mortero de cal.
6.- También es significativo, como ocurriera con la iglesia de Vadocondes, la existencia de una ventana totalmente destrozada en la franja en la que se encuentran las esquirlas, lo que denotaría que el objetivo de este tipo de metralla no era dañar los muros, dado que estos son de piedra de metro y medio de espesor, sino penetrar por los huecos de las ventanas para causar daños a los defensores que se encontraran en su interior.
Mi conclusión sobre dichas esquirlas sigue siendo que son restos de metralla de artillería. Faltaría por comprobar de que época.
En principio apunto a dos periodos bélicos que se dieron por la zona y que podrían haber utilizado este tipo de metralla. La guerra de las Comunidades (1521) o la Guerra de la Independencia con los franceses (1810), siendo la más probable esta última, ya que los castillos y casas fuertes que sufrieron daños en esta última contienda, no se volvieron a reconstruir, como es el caso.
Por supuesto quedaría por confirmar si lo de la Iglesia de Vadocondes es similar, pero todo apunta a ello.
Un saludo
Francisco Rubio(Abacus)
Estimado Francisco:
EliminarTambién yo me acerqué recientemente a Huérmeces con unos amigos y recogimos algún fragmento de escoria. Pero no parece que sean metálicos, de fundición sí, pero no metálicos, por lo que pongo en duda tu hipótesis; a no ser que la metralla se hiciera también con escorias de carbón, que de ese tema, como de tantos otros, no soy versado. Además, no sé que sentido tendría acosar con metralla al costado norte de la torre, si allí sólo existe una saetera por la cual cabe apenas un sobre de correos.
Ya lo siento, amigo mío, porque lo que dices es muy bonito, pero soy por naturaleza desconfiado cuando las cosas no están claras. En fin...
Un cordial saludo
Bueno Elías, no sé qué trozo recogerías, desconozco que es eso de "escorias de carbón", hasta donde yo sé, el carbón no genera nada más que cenizas.
ResponderEliminarEl trozo que yo tengo, parejo a los que hay incrustados en el muro del torreón de Huermeces, es de color rojizo, es decir, el color del hierro cuando se oxida y acercando ese trozo a un imán, mira tú que lo atrae, así que blanco y en botella.
Si lo consideras oportuno, te puedo pasar una foto del mismo para que la incluyas en este articulo junto a tu trozo de "escorias de carbón", y que algún lector opine, pero ante tu reiterada desconfianza en la hipótesis de la metralla, creo que no le darás mas credibilidad.
Por lo demás, siento haber participado en un debate que parece estéril, ya que al margen de mi hipótesis más o menos fundamentada, nadie más ha expuesto alternativas, salvo tus reiteradas negaciones.
Te agradezco que hayas sacado el tema de las escorias, porque seguro que debe haber más edificios que las contengan y puede ayudar a aportar algún dato sobre su propia historia.
Un cordial saludo
Francisco
A la vista de la interesante controversia que este tema de las escorias ha suscitado, tendré que hacer una visita a los monumentos en los que se ha observado la presencia de de estos materiales, porque también a mí me pica la curiosidad.
ResponderEliminarNo recuerdo haberme encontrado nunca con algún indicio semejante, pero sí que me viene a la memoria, de cuando estudié algo sobre materiales de construcción, que las escorias se pueden emplear en la fabricación de morteros.
Tal y como dice RODRIGO, en uno de los primeros comentarios de esta entrada, sobre el cemento Portland: "Se unen las escorias al mortero para endurecerlo y hacerlo aislante. Teoricamente esta mezcla de escoria y mortero lo hace más resistente; sé que se usa desde el siglo XIX, pero no he encontrado datos previos".
A mí me parece que podríamos estar ante una práctica muy antigua, de conocimientos (rudimentarios quizá) combinados de maestros de obra y ferreros, que se han generalizado actualmente con el refinamiento técnico.
En Internet pueden encontrarse múltiples direcciones de información:
http://www.cedexmateriales.vsf.es/view/ficha_imprimir.aspx?idresiduo=255&idmenu=269
"Escorias de horno alto. Escoria cristalizada. Árido para hormigón. La escoria cristalizada se puede emplear como árido tanto para mortero como para hormigón."
http://es.wikipedia.org/wiki/Escoria_%28metalurgia%29
"Escoria (metalurgia). Durante la fundición [de diversos minerales], cuando la mena está expuesta a altas temperaturas, las impurezas se separan del metal fundido y se pueden retirar. La colección de compuestos que se retira es la escoria."
"Los procesos de fundición ferrosos y no ferrosos producen distintas escorias. Por ejemplo, la fundición del cobre y el plomo, no ferrosa, está diseñada para eliminar el hierro y la sílice que suelen darse en estos minerales, y se separa en forma de escoria basada en silicato de hierro. Por otro lado, la escoria de las acerías, en las que se produce una fundición ferrosa, se diseña para minimizar la pérdida de hierro y por tanto contiene principalmente calcio, magnesio y aluminio."
"La escoria tiene muchos usos comerciales y raramente se desecha. A menudo se vuelve a procesar para separar algún otro metal que contenga. Los restos de esta recuperación se pueden utilizar como balasto para el ferrocarril y como fertilizante. Se ha utilizado como metal para pavimentación y como una forma barata y duradera de fortalecer las paredes inclinadas de los rompeolas para frenar el movimiento de las olas."
"A menudo se utiliza escoria granular de alto horno en combinación con el mortero de cemento pórtland como parte de una mezcla de cemento. Este tipo de escoria reacciona con el agua para producir propiedades cementosas. El mortero que contiene escoria granular de alto horno desarrolla una gran resistencia durante largo tiempo, ofreciendo una menor permeabilidad y mayor durabilidad."
Una observación que puede hacerse a la vista de las fotografías que ha obtenido Elías, es que los nódulos de escoria se han insertado preferentemente en las junturas o espacios dispuestos entre los sillares, con una disposición bastante regular en todo el paño de pared. Además son de tamaños bastante homogéneos. Esto me hace pensar que, además de tratarse de un refuerzo a la resistencia del mortero con el que se enfoscaba o cubría la pared de sillería, se conseguía, con esta técnica, un eficiente anclado del mortero a la pared. Si a pesar de ello, hoy podemos observar los sillares descarnados y las escorias al aire, habrá que atribuír el desprendimiento a un pequeño fallo local, porque, seguro, existirá una abrumadora cantidad de metros cuadrados de paños en los que no habrá fallado, en estos y otros monumentos, y no se ven en superficie ningún rastro de escorias.
Millón de gracias, Pedro, por tu visión del tema, que me parece aporta mucha luz a la discusión aquí planteada. Si fuera como dices, habría que pensar en que estaríamos hablando de una tradición basada en experiencias constructivas seculares y, por tanto, con un alto valor etnográfico. En todo caso, estaría bien la opinión de más especialistas y la recogida de más casos. A veces, las estadísticas ayudan.
EliminarSaludos
El comentario de Jairo (25 de Enero de 2012), cita la tesis de Rafael Ruiz Alonso, del departamento de Arte Medieval de la Facultad de Geografía e Histora de la Universidad Complutense,
ResponderEliminartitulada "EL ESGRAFIADO EN SEGOVIA" (No figura la fecha en el primer volumen). En ella se explica la posible utilización práctica de la escoria.
"http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19911996/H/0/AH0008401.pdf"
Extraigo algunos párrafos interesantes, a riesgo de ser pesado.
Se habla de "sillería con encintado saliente", que a mí me parece que puede verse (desdibujada por la erosión) en las fotografías de las paredes de la iglesia de Vadocondes. Esto se contrapone a lo que antes expuse, acerca de la posible existencia de un enfoscado superficial, que se podría adaptar más a la subsiguiente realización de esgrafiados sobre ella, pero esto entra ya en otro campo del que no tenemos ningún indicio:
"Siguiendo la tesis de Lampérez, el Marqués de Lozoya advirtió que los primeros edificios de la capital [Segovia] en los que aparacía el resalto de las junturas en fábricas de mampostería eran ciertos “antiguos muros del Alcázar, de la Casa de Segovia y Torre de Hércules”; este mismo autor asigna para su construcción el final del siglo XII y los principios del siglo XIII" (página 186).
"En el rejuntado la pasta se lanza con fuerza contra la llaga, procurando no manchar las piedras, con la intención de producir un efecto de contraste entre piedra y juntura, a la vez que se protege el muro. La superficie, así como el resalto, se pulen, con lo que la llaga adquiere una mayor resistencia. El resalte producido entre los mampuestos no bordea perfectamente las piedras sino que va adquiriendo formas más o menos rectilíneas, distintas para cada una de ellas, colocándose a veces trocitos de escoria o de hierro en sus encuentros..."
"No estoy de acuerdo con el carácter meramente ornamental que hasta ahora se le ha dado a estos trocitos de escoria, sin despreciar por supuesto este efecto. A mi entender su función también es práctica".
"Los trozos de escoria, colocados sobre el tendel aún fresco, fragmentan la superficie del llagueado en pequeños sectores en los cuales las fuerzas de (página 187) retracción en el fraguado son menores, reduciéndose considerablemente el riesgo de aparición de grietas".
"En zonas como la provincia de Avila, ciertos lugares de Extremadura, etc., el tendel recibe pequeñas piedras y trozos de escoria hasta cubrir prácticamente toda su superficie. Tampoco aquí debemos descartar una finalidad estética ya que se busca producir un contraste colorista entre el mortero y las pequeñas piedras..."
Efectivamente, yo soy el guía oficial del castillo de Montalbán, en Toledo. Se encuentra ubicado a 14 kms. de la localidad de La Puebla de Montalbán y a 4 de San Martín de Montalbán. Este grandioso castillo, en sus lienzos de murallas y torres albarranas, también contiene pedacitos de escoria, y cuando hablo de ella a los visitantes, cuento que tiene 3 funciones: 1.- Decorativa por el efecto de color opuesto que ofrece el blanco de la argamasa y el oscuro de la escoria. 2.- Refuerzo de la argamasa que une sillar con sillas de piedra y 3.- Para evitar problemas de dilatación del muro ante posibles cambios bruscos de temperatura. 1 saludo!
ResponderEliminarEfectivamente, yo soy el guía oficial del castillo de Montalbán, en Toledo. Se encuentra ubicado a 14 kms. de la localidad de La Puebla de Montalbán y a 4 de San Martín de Montalbán. Este grandioso castillo, en sus lienzos de murallas y torres albarranas, también contiene pedacitos de escoria, y cuando hablo de ella a los visitantes, cuento que tiene 3 funciones: 1.- Decorativa por el efecto de color opuesto que ofrece el blanco de la argamasa y el oscuro de la escoria. 2.- Refuerzo de la argamasa que une sillar con sillas de piedra y 3.- Para evitar problemas de dilatación del muro ante posibles cambios bruscos de temperatura. 1 saludo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarMuchas gracias por el comentario. A estas alturas del debate creo que ya ha quedado suficientemente explicado el por qué de las escorias en los muros. Ha sido muy interesante.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Para el guia del Castillo de Montalban: Podrias enviar a este Blog algunas fotos de esas escorias, seria muy interesante poder verlas. Seguro que Elias nos las puede poner y aportar luz al tema.
ResponderEliminarLas incluiría con mucho gusto. A ver si se anima.
EliminarUn saludo
También la encuentras en el Castillo de Segovia. Su pagina web dice (copio)
ResponderEliminarEn la fachada puede apreciar una singularidad de la arquitectura segoviana: el esgrafiado, técnica decorativa consistente en realizar incisiones sobre la capa superficial de una pared, de modo que quede al descubierto la capa inferior, que es de otro color. Las piedrecitas negras que salpican el muro son escoria de hierro. Tradicionalmente se ha utilizado en Segovia para decorar las fachadas de las casas. Puede apreciarse prácticamente en todos los muros exteriores a lo largo de la visita.
Por si os sirve.
Un saludo
Gracias, Bárbara, por tu comentario, que ensancha aún más el interesante debate. Lo de la decoración es algo que sigue sin encajar para él castillo de Huérmeces y la iglesia de Vadocondes.
EliminarSaludos
Ahora que Bárbara nos ha recodado Segovia en relación a las escorias, me viene a la memoria una entrada hecha en este blog en la que se hablaba del tema comentando algunos monumentos mayas de México con escorias incrustadas. Por su interés y porque aquella entrada quedaba fuera de este debate reproduzco lo esencial.
Eliminar"...Aun y todo, digo a sus señorías que algún cabo suelto puede interesar a nuestra tierra de Burgos. De las anotaciones que hicimos, a medida de lo que nuestros ojos encontraban en nuestra larga estancia, entresaco para la guarda en este Cajón de Sastre un hecho que llamó poderosamente nuestra atención, el cual tuvo su controversia, no ha mucho y en este mismo lugar, cuando de escorias en paramentos de iglesias y castillos burgaleses nos pronunciábamos. Ya en la gran urbe mexicana tuvimos ocasión de ver en algunos muros y paramentos de casas de la colonia cierta profusión de cantos rojos, del tiempo en que vomitaron los volcanes, embutidos en el mortero utilizado para la unión de las hiladas de piedra y ladrillos. Pero fue en la visita que realizamos a la ciudad de Teotihuacan, a doce leguas de la capital mexicana y abandonada de sus moradores indios, donde todavía nos sorprendimos más al ver que también en los paramentos de sus pirámides se podía ver, aún con mayor extensión, este modo de adherir piedras en el mortero de las uniones. Y tanto llamó nuestra atención, que preguntamos a versados que trabajaban en restauraciones de algunas ruinas. A tal efecto, nos dijeron que los susodichos cantos reciben allí el nombre de rejones, y que se ponían para evitar el deslave del mortero, el desprendimiento que podían causar las fuertes lluvias, y que en paramentos que habían permanecido ocultos durante siglos también se habían encontrado cantos embutidos de la misma forma. Y dejamos constancia aquí para quien interese...".
Por si alguien ha quedado interesado en la entrada que se habla de las escorias en Teotihuacán, aquí va la fecha: 10 de junio de 2013.
ResponderEliminarAlgún comentario me ha llegado descalificando con acidez opiniones anteriores. Esto sería aceptable si dicha descalificación llegara, además, acompañada de alguna aportación o sugerencia nueva al tema que aquí venimos siguiendo. Por eso, en estos casos, en los que no se aporta nada y se puede herir a personas que con buena fe dieron su opinión, prefiero no publicar los comentarios. .
ResponderEliminarSi llamas descalificación a desconfiar de afirmaciones sin fundamentos, pues aceptamos pulpo como animal de compañia. Solo se ha pedido la fuente en la que se basan esas opiniones tan atrevidas.
ResponderEliminarEsperemos que no se moleste el autentico guía de ese castillo, al que alguien pretende suplantar y poner en su boca unas afirmaciones, que por absurdas, si que son ofensivas. Un saludo y que siga el debate.
Igual era mas fácil e interesante que ese supuesto guía del castillo, te enviara algunas fotos y así se daría mas luz al tema, seguro que lo tiene facil si ademas habla de ellas en la visita. Animo que igual descubrimos algo insolito en la arquitectura castrense.
ResponderEliminarPues, hala, danos tu versión de para qué sirven las escorias. Todos te agradeceremos que pongas luz al tema. Hay más opiniones aquí sobre la presencia de las mismas, además de la del guía oficial del castillo de Montalbán, dinos cuál es la buena, si la hay.
ResponderEliminarUn saludo
en markina - xemein (bizkaia) existe una muy maltratada y muy antigua casa torre llamada de Kareaga, a la que le queda poco tiempo... a su vera hay un edificio que resulta ser la antigua ferreria asociada : en sus muros hay escoria . Este edificio creo que es muy antiguo, casi tanto como la propia torre. Lo lei en un librito de monografias de los pueblos de Bizkaia y lo fui a ver in situ, alli estaba.
ResponderEliminarAprilio
Gracias por la información, Aprilio. Lo tuvieron fácil los de la torre para conseguir escorias, ¿no te parece?.
ResponderEliminarUn saludo
Quiero darles las gracias por los elogiosos comentarios que han venido vertiendo en este blog varias personas. Después de varios años desde mi tesis, he vuelto sobre el tema del esgrafiado y del encintado con el adorno de escorias. Aunque trataré del tema más abundantemente en mi próximo libro (creo que se presentará en octubre), les adelanto que las escorias aparecen en varias culturas y en diferentes latitudes, aunque existe una singular inclinación hacia su uso en el mundo islámico y mudéjar, con una continuidad hasta casi nuestros días. Les adelanto uno de los párrafos del libro:
ResponderEliminarYa desde el medievo se constata que el efecto ornamental de encintados y esgrafiados fue complementado con la inclusión de elementos diversos. Muy populares fueron los pequeños trozos de escoria que se adherían sobre el rejuntado cuando aún estaba tierno, quedando notoriamente a la vista al resaltar por encima de él, lo que puede recordar lejanamente a las incrustaciones de piedras preciosas que se aplicaban sobre los objetos más diversos, cubiertos de filigranas de oro y plata. Las escorias procedían de las fraguas, fundiciones y hogares en los que se consumía carbón, originándose durante la combustión del mismo; el fuego determinaba que aquellas partículas ignífugas o minerales que contuviera el carbón se fundieran y quedaran junto a las cenizas con su característico aspecto de pequeña roca volcánica, granulosa, áspera y alveolada, de color terroso más o menos oscuro, que incluso puede tener cierto brillo, como vemos en las del castillo de Pedraza. Las escorias procedentes de fraguas pueden contener restos metálicos, lo que se comprueba fácilmente acercándolas un imán; de hecho Sebastián de Covarrubias define “escoria” en 1611 como “La hez de los metales […] La que sale del hierro quando se labra al fuego, si es menuda llamamos escoria, si está en pedaços los llamamos mocos de herrero”. Sobre los encintados, las escorias solían colocarse en los puntos de encuentro entre las siluetas de las piedras, ya se tratara de mampostería o de sillería, aunque en realidad pueden aparecer en cualquier lugar, al libre albedrío de sus realizadores. Creo que tales fragmentos cumplían además una importante función técnica, puesto que en su momento disminuyeron los riesgos de agrietamiento al fragmentar las superficies en pequeños segmentos, sometidos así a una menor tensión durante el proceso de retracción que afecta al mortero tras su puesta en obra. Se dice que algunos edificios segovianos sustituyeron los trozos de escoria por pequeños pedazos de hierro; hace bastantes años, si la memoria no me falla, pude ver algunos fragmentos en el ábside de la iglesia de San Justo, de los que no ha quedado rastro. Esta alternativa fue sin duda peor, dado que la aparición del óxido o las lógicas dilataciones y contracciones del material provocarían tensiones en el llagueado, por no hablar de los huecos y manchas que dejaría tras de sí la desintegración del metal, algo que no vemos que ocurra con las escorias, puesto que lo peor que puede pasar es que éstas se desprendan. En el castillo de Montalbán (Toledo), el grueso encintado que guarnece su robusta mampostería se ha agrietado precisamente por los puntos donde se ubican las escorias, habiéndose desprendido algunas; ello ha podido deberse a haber sido incrustadas en la argamasa cuando ésta presentaba un cierto grado de fraguado o a una sequedad ambiental importante durante su consecución.
En numerosos lugares de Castilla, Andalucía o Extremadura, e incluso en Francia, la escoria es sustituida por ripio, fragmentos de cerámica o diminutas lajas de pizarra, empleados con tal profusión que llegan a formar una sucesión de pequeños elementos en hilera sobre la superficie de la llaga. Esta superabundancia añade a los encintados nuevas ventajas, dado que refuerza su cometido protector, al tiempo que potencia su efecto ornamental, capaz de seducir al mismo Antoni Gaudí, quien aplicará el “trencadís” a los encintados de la Casa del Guarda en la Finca Güel de Barcelona.
Un saludo
Quiero darles las gracias por los elogiosos comentarios que han venido vertiendo en este blog varias personas. Después de varios años desde mi tesis, he vuelto sobre el tema del esgrafiado y del encintado con el adorno de escorias. Aunque trataré del tema más abundantemente en mi próximo libro (creo que se presentará en octubre), les adelanto que las escorias aparecen en varias culturas y en diferentes latitudes, aunque existe una singular inclinación hacia su uso en el mundo islámico y mudéjar, con una continuidad hasta casi nuestros días. Les adelanto uno de los párrafos del libro:
ResponderEliminarYa desde el medievo se constata que el efecto ornamental de encintados y esgrafiados fue complementado con la inclusión de elementos diversos. Muy populares fueron los pequeños trozos de escoria que se adherían sobre el rejuntado cuando aún estaba tierno, quedando notoriamente a la vista al resaltar por encima de él, lo que puede recordar lejanamente a las incrustaciones de piedras preciosas que se aplicaban sobre los objetos más diversos, cubiertos de filigranas de oro y plata. Las escorias procedían de las fraguas, fundiciones y hogares en los que se consumía carbón, originándose durante la combustión del mismo; el fuego determinaba que aquellas partículas ignífugas o minerales que contuviera el carbón se fundieran y quedaran junto a las cenizas con su característico aspecto de pequeña roca volcánica, granulosa, áspera y alveolada, de color terroso más o menos oscuro, que incluso puede tener cierto brillo, como vemos en las del castillo de Pedraza. Las escorias procedentes de fraguas pueden contener restos metálicos, lo que se comprueba fácilmente acercándolas un imán; de hecho Sebastián de Covarrubias define “escoria” en 1611 como “La hez de los metales […] La que sale del hierro quando se labra al fuego, si es menuda llamamos escoria, si está en pedaços los llamamos mocos de herrero”. Sobre los encintados, las escorias solían colocarse en los puntos de encuentro entre las siluetas de las piedras, ya se tratara de mampostería o de sillería, aunque en realidad pueden aparecer en cualquier lugar, al libre albedrío de sus realizadores. Creo que tales fragmentos cumplían además una importante función técnica, puesto que en su momento disminuyeron los riesgos de agrietamiento al fragmentar las superficies en pequeños segmentos, sometidos así a una menor tensión durante el proceso de retracción que afecta al mortero tras su puesta en obra. Se dice que algunos edificios segovianos sustituyeron los trozos de escoria por pequeños pedazos de hierro; hace bastantes años, si la memoria no me falla, pude ver algunos fragmentos en el ábside de la iglesia de San Justo, de los que no ha quedado rastro. Esta alternativa fue sin duda peor, dado que la aparición del óxido o las lógicas dilataciones y contracciones del material provocarían tensiones en el llagueado, por no hablar de los huecos y manchas que dejaría tras de sí la desintegración del metal, algo que no vemos que ocurra con las escorias, puesto que lo peor que puede pasar es que éstas se desprendan. En el castillo de Montalbán (Toledo), el grueso encintado que guarnece su robusta mampostería se ha agrietado precisamente por los puntos donde se ubican las escorias, habiéndose desprendido algunas; ello ha podido deberse a haber sido incrustadas en la argamasa cuando ésta presentaba un cierto grado de fraguado o a una sequedad ambiental importante durante su consecución.
En numerosos lugares de Castilla, Andalucía o Extremadura, e incluso en Francia, la escoria es sustituida por ripio, fragmentos de cerámica o diminutas lajas de pizarra, empleados con tal profusión que llegan a formar una sucesión de pequeños elementos en hilera sobre la superficie de la llaga. Esta superabundancia añade a los encintados nuevas ventajas, dado que refuerza su cometido protector, al tiempo que potencia su efecto ornamental, capaz de seducir al mismo Antoni Gaudí, quien aplicará el “trencadís” a los encintados de la Casa del Guarda en la Finca Güel de Barcelona.
Un saludo
Muchas gracias, Rafael, por tu muy documentado comentario. A estas alturas ya debe haber quedado claro el por qué de las escorias.
EliminarUn saludo
Desde hace tiempo me ha intrigado esas manchas oscuras a modo de extraña decoración en algunos edificios especialmente referidos a la arquitectura fortificada. Entiendo que la explicación de Rafael arroja algunas certezas importantes sobre este tema. Gracias.
ResponderEliminarJusto hoy estuve en el Alcázar de Segovia y toda su fachada está hecha así...no he leído todos los comentarios...pero me quedo con que las escorias dan una mayor resistencia al mortero?? Yo pensé que era simplemente decorativo...
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