FOTOGRAFÍAS: Campos del sur de Burgos. (Tomadas en noviembre de 2013)
Que no debe
haber peor cosa que ser ciego en otoño.
Cuando el
Duero se viste de uva y oro, bajad al sur, queridos amigos. Si ya no hay uva,
pero hay hojas de viña vináceas, bajad al sur. Si hay chopos encendidos que
alumbran el río, bajad al sur. Si no hay hojas, ni uvas, ni chopos que doren,
bajad también al sur, podéis encontrar la bruma de la mañana o la calígine del
mediodía acompañando el verdor de los primeros brotes de trigo.
Aquí os dejo, amigos de los colores, este regalo otoñal de la Ribera.
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