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Calle callada de Ahedo de Butrón, bancos de piedra en solanas, doblepuertas y balconadas, magia del pasado para conocer y aprender |
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Batipuerta en verde con gatera |
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Batipuerta, Sagrado Corazón y gatera |
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Batipuerta sin gatera |
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Dos batipuertas juntas |
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Retazo en azul |
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Sueño en rojo |
FOTOGRAFÍAS: Puertas de Ahedo de Butrón (Tomadas en abril, de 2017)
Otra vez Ahedo de Butrón, queridos amigos.
Hay algo en este pueblo escondido que me atrae como un poderoso imán. Podría decir que no sé lo que es, pero sí lo
sé, bien que lo sé, son tantas cosas... Primero de todo su ubicación entre
montañas, tras la magia de la carretera que muere en su caserío (después de
esta carretera, ya solo un camino que se despeña hacia el Ebro, hacia los
molinos de Tubilleja). A continuación, sus deliciosas calles y rincones de cuento, con
interesantísima arquitectura tradicional, apenas modificada con el correr del
tiempo, por no decir que se mantiene intacta tal como la conocí hace medio
siglo, con los distintos y singulares elementos autóctonos que la caracterizan;
los escudos que pregonan hidalguías pasadas, las balconadas torneadas al sol,
los aleros donde habitan diablesas de pechos desnudos... Por no hablar de su
incomparable iglesia románica, que esa es tarea de gran arte para especialistas
en simbolismos religiosos. Y entre todo, las puertas de sus casas, multicolores
y con doble hoja, una que es mitad y exterior (a la que llaman “puerta pequeña”) y otra
interior de cuerpo entero. ¿Y por qué doble puerta?, os preguntaréis. Lo he
consultado al vecindario, pues yo mismo me hacía semejante pregunta. Y la
explicación que se me ha dado es que servía para poder uncir a los bueyes. (¿?)
Sí, sí, porque cuando se sacaban las parejas de las cuadras al portalón se las
uncía desde el exterior, aprovechando el freno de la puerta pequeña. Debía ser
cómodo uncirlas así, pues después de tanto encierro los bueyes tendían a
precipitarse a la calle sin control. ¿Y cómo llegó este tipo de puerta a Ahedo,
si no existe paralelo en otros pueblos burgaleses? Buena pregunta. Aquí hay que
poner algo de imaginación y pensar en que son copias de las batipuertas de Candelario. ¿Es que acaso llegó algún
carpintero de aquella zona, construyó una y a continuación, viendo los vecinos
que aquella era una genialidad fueron sustituyendo las que tenían, menos
prácticas, por las salmantinas? Pudiera ser, y también que un mismo carpintero
las fabricara todas. En todo caso, la transformación pudo tener lugar en el
siglo XIX, como parece desprenderse de que cada casa con este tipo de puertas
esté fechada en este siglo. Lo de los colores es punto y aparte: no hay una
puerta del mismo color, y todas con unos tonos tan apropiados que solo merecen
felicitaciones, como podéis ver en la colección que os adjunto.
Volveremos a hablar de Ahedo de Butrón,
todavía quedan sorpresas, y de las grandes.
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