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| ¡Te van a matar! |
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| Pues vas a tener razón. |
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| Ya te lo dije. |
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| Manos y patas. |
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| El arte de descuartizar |
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| El amasijo laberinto tenía un sentido. |
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La energía del cerdo no se destruye,
sólo se transforma.
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FOTOGRAFÍAS: En un pueblo de Burgos (Tomadas en enero de 2014).
Enero es un mes propicio para la matanza del cerdo. Al menos
tradicionalmente lo ha sido en los pueblos de Burgos. Hoy he coincidido con el
ritual y he podido captar imágenes que creía desaparecidas. Han pasado muchas horas de la matanza y todavía resuenan en mi oídos los lamentos del animal, ¡qué manera de manifestar dolor! Bueno, pronto se fue en un río de sangre, y en un visto y no visto 200 kilos
de masa corporal quedaron descuartizados; quién se lo iba a decir a él, con una animalidad tan
enorme. Cuatro patas partidas, un corazón humeante por aquí, un hígado por allá y el brillo del afilado cuchillo hundiéndose con maestría por todos los recovecos de su apagada vida. No sé, tal vez me haga
vegetariano.
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