FOTOGRAFÍAS: Ruinas del convento de Rioseco, del valle de Manzanedo, antes y después. (Tomadas en 2009 y 2012)
Cuando ya nadie dábamos un duro por la
recuperación de las ruinas del convento de Rioseco, del valle de Manzanedo, he
aquí que el milagro se está produciendo. Pero no porque alguna institución
provincial, regional o nacional se haya interesado por su salvación, sino por
la intervención de voluntarios que, durante los dos últimos años, han aportado
su trabajo con el único interés de salvar un rico patrimonio histórico y
artístico que se perdía. Soy de la opinión de que cada uno debemos asumir las
responsabilidades que nos corresponden, pero cuando esto no sucede por parte de
las instituciones, resulta ejemplar que haya personas que, de manera altruista
y con enorme esfuerzo, se empeñan en tareas de servicio a la generalidad. Lo
que está sucediendo en las ruinas de Rioseco puede valer para poner de
manifiesto lo que se puede lograr cuando se aúnan voluntades para conseguir
fines tan loables sin dejarse abatir por la dejadez de los gobernantes. Pero
todavía es tiempo de la colaboración, queda mucho por recomponer en Rioseco y
es prioritario salvar esta joya de las Merindades. Hoy, me complace incluir aquí, en la sección de “los
mejores”, a todos los voluntarios que han aportado su trabajo para salvar la historia y el arte del monasterio cisterciense.
Os dejo aquí, queridos amigos y
seguidores de este Cajón de Sastre, algunas imágenes para que comparéis el
antes y el después de la intervención del voluntariado.
Las compareciones fotográficas dan una idea del trabajo de estos voluntarios. Por desgracia si estamos pendientes de recibir ayuda institucional, vamos mal. Afortunadamente iniciativas particulares están dando muy buenos resultados. Me acuerdo de ejemplos recientes como la recuperación de las ruinas de San Juan de la Hoz y la necrópolis rupestre en Cillaperlata, donde el pueblo entero dio el callo. O ayuda desinteresada por parte de lugareños en la recuperación del interior de la iglesia de San Vicente en Frías...
ResponderEliminarQue siga el ejemplo.
Saludos cordiales.
Gracias, ZáLeZ, por tu comentario. A ver dónde nos conduce todo esto.
EliminarUn saludo
Un mañana del pasado agosto estuve en el monasterio con el párroco de la zona, D. Juan Miguel, que es la persona que está llevando y coordinando la recuperación del monasterio; me enseñó el lugar, explicándome los pormenores de la gran labor de limpieza y acondicionamiento que están realizando los voluntarios y me quedé maravillado, ya que esperaba encontrarme una zona abandonada a su suerte. Le estoy muy agradecido por haber compartido unas horas de su tiempo.
ResponderEliminarComo arquitecto que soy, he visto que todavía tiene un potencial muy grande y se está realmente recuperando con mucho esfuerzo e ilusión.
Gracias Elías por tu interés en el patrimonio burgalés y por este en concreto, ya que con tu determinación en este blog y la que me reflejó el párroco también, se alimentan las esperanzas de su anhelada recuperación.
Un saludo,
Ricardo López
Gracias, Ricardo, por tu cariñoso comentario. Seguro que hay también arquitectos que estarían dispuestos a colaborar en Rioseco por amor al arte. Falta mucho, mucho para que las ruinas del viejo monasterio se conviertan en algo digno.
EliminarSaludos