Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

martes, 23 de febrero de 2010

DE VALDEHUMADA A VALDELUCIO POR EL “PORTILLO DE CANTA EL GALLO”










FOTOGRAFÍAS: Portillo de Canta el Gallo y camino de Fuenteodra a La Riba de Valdelucio (Tomadas el 20 de febrero de 2010)

        De Fuenteodra parte un camino hacia el norte que, al poco de su inicio, se sumerge en uno de los impresionantes cintos de roca caliza que tanto abundan en torno a la Peña Amaya, el que recibe el nombre de La Lorilla. Al llegar a las fuentes del Odra, en un paraje de cataclismo y leyenda, este camino se abre paso entre la compacta roca a través de un rebaje natural en forma de U, que es lo que se conoce como Portillo de Canta el Gallo. A los pies de este portillo las fuentes surgen en cascada durante los deshielos o grades lluvias, y lo hacen con nombres tan sugerentes como La Yeguamea o El Potrillo. Se dice que una vez se oyó cantar a un gallo en aquel paraje, y que por eso, desde entonces, el portillo recibe tal nombre, pero vaya usted a saber de quién era el gallo, cuándo y por qué cantó, y quien lo oyó.

        Superada la angostura y dejado atrás el nacedero del Odra, el camino comienza su ascensión hacia el páramo, entre un lecho de piedra y rocas fantasmagóricas, en un afán de llegar a su destino en el alto que corona La Lorilla, allí donde se da vista a La Riba. Por él subió y bajó gente de Valdehumada para encontrarse y confraternizar con la del valle vecino de Valdelucio, y al revés. Durante siglos, Canta el Gallo sirvió para unir dos valles, con sus pueblos y vecinos.

        Por el descarnado portillo rodaron carros también, aunque hoy parezca imposible, y escalaron borricos y borriquillas, a veces cargados con sacos de trigo, o de harina lograda en las aceñas de La Riba. Transitaron igualmente romeros de los pueblos de Valdehumada, incluso de los Rebolledos, en su peregrinar a la fiesta de Santa Isabel, en la ermita de Pedrosa cada 2 de julio. Nadie frecuenta ya esta senda montañera, y las huellas que unos y otros dejaron, la nieve y el hielo, tan familiares en La Lorilla, se encargaron de hacerlas desaparecer. Hoy, los recuerdos languidecen entre aquellos que escribieron su historia.


domingo, 21 de febrero de 2010

UN MONUMENTO EN EL PÁRAMO




FOTOGRAFÍAS: Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente (Tomadas el 18-2-2010)

Ahora que celebramos los “30 AÑOS SIN FÉLIX”, se me ocurre volcar aquí una consideración sobre la que llevo dando vueltas mucho tiempo.

Desde hace años, se yergue en el Páramo de Masa, en el lugar que llaman La Venta, al empezar la bajada hacia el diapiro de Poza de la Sal, un monumento al gran naturalista burgalés Félix Rodríguez de la Fuente. Se trata de un pináculo de tres caras, rematado con un ave (seguramente un buitre), con un pequeño busto del pozano más famoso en una de ellas.

El monumento en sí no es ninguna maravilla, aunque esto es opinable, desde luego, pero a mí me llama la atención por las leyendas que, grabadas en losas de mármol negro, figuran en cada uno de los lados del pináculo. Después de ver y leer dichas leyendas, uno tiene la impresión de que existe una desproporción. El monumento no es muy grande, la figura de Félix, oscura y poco reconocible ya por el paso del tiempo, es también pequeña, pero las losas de mármol son a mi parecer excesivas. Y los figurantes "impulsores" lucen también en exceso. Creo que se debería haber mostrado una cierta humildad por parte de quienes le hicieron posible. Al fin y al cabo, el homenajeado era Félix, y no el Presidente de la Junta y los demás personajes que lucen en letras grandes en una de las placas. (ver foto).

miércoles, 17 de febrero de 2010

EL ODRA QUE NOS LLEVA






FOTOGRAFÍAS: Villasandino y puente sobre el Odra. Un valle para una presa en Congosto. Caseta para mediciones. Regla-nivel de aguas en el lugar de la presa. El Odra y el Pisuerga se juntan. (Tomadas en 1995).

"UN PANTANO PARA EL ODRA
Publicado en Diario 16 Burgos, el 23 de diciembre de 1995

Antes de nada, una notable curiosidad: Odra es como se llama en checo y polaco el río Oder.

Además de los problemas comunes a todos los ríos provinciales –léase oscilaciones de caudal importantes, mala depuración de residuales, cauces cegados, desaparición de especies piscícolas y de la vegetación de ribera, etc.-, el río Odra tiene otros dos elementos perturbadores que le singularizan y que, de alguna manera, afectan a toda su cuenca: el proyectado pantano del valle de Valdehumada y el hipotético cementerio de residuos nucleares de Villasandino. Los dos temas, de rabiosa actualidad, por una y otra causa tienen soliviantados a los habitantes de su área de influencia.
Sobre el pantano hay que decir que no es una idea nueva, ya que el proyecto se remota a 1928. Es más, ya en 1935 se trabajaba en su construcción, y sólo la Guerra Incivil impidió que las obras fueran terminadas. Como testigo de aquellos primeros trabajos quedan en la garganta de Congosto, en el lugar conocido como Piscárdanos, que es donde se proyecta ahora la presa, una caseta de cemento con aparatos de medición al borde del río, una regla-nivel metálica junto a ella y una pequeña presa para facilitar la lectura de los niveles.
Para el control de este punto de observación fluvial y meteorológico, la Confederación Hidrográfica del Duero ha tenido encargada a una persona desde el final de la guerra. En un principio, fue Julio Arroyo, un vecino de Humada, pero al marchar éste a Burgos, quedó al cargo de la estación Agustín Barriuso, vecino del mismo pueblo, que es quien todavía toma las anotaciones pertinentes, aunque ahora desde su casa. Cuenta Agustín que “al principio bajaba andando hasta la presa dos veces por semana para ver los niveles, pero luego sólo una vez. Tenía que anotar el estado de las aguas del río, si bajaban turbias o no: el estado de la atmósfera, si era nublado o despejado; y también la velocidad y altura del agua. La máxima altura que se ha llegado a alcanzar ha sido 2, 10 metros”.
Retomada la vieja idea del pantano, en 1982 la Diputación encargó la elaboración de un anteproyecto con vista a la regulación del Odra y al abastecimiento de los más de 40 pueblos que integran su cuenca, los cuales en verano pasan por verdaderas dificultades a causa de la sequía. Se dan casos de pueblos, como el mismo Castrogeriz o Castrillo de Matajudíos, que se surten de pozos horadados junto al propio río.
Aquel anteproyecto de la Corporación Provincial, que comprendía una presa con capacidad para cinco hectómetros cúbicos, quedó estancado, y es ahora la Junta de Castilla y León la que está llevando a cabo un estudio de viabilidad. Se pretende que, una vez acabado, este estudio sea sacado a información pública para que puedan presentarse alegaciones las alegaciones pertinentes, y redactarse uno definitivo incluyendo las características de la presa.
De momento, la oposición a la misma es total entre los habitantes de los pueblos de Valdehumada, fundamentalmente de los de Villamartín, Rebolledo Traspeña, Fuenteodra y Humada. Marcelina Pérez, alcaldesa de Humada e implacable opositora al pantano, asegura que “las aguas dejarían inservibles las mejores tierras del valle, y a los agricultores jóvenes se les condenaría a marcharse”.
No hace muchos días llegó un camión de Burgos con maquinaria para efectuar algunos sondeos cerca de la presa, y después de descargar los materiales, la enérgica alcaldesa y los vecinos que la apoyan sin fisuras, impidieron la operación “por no tener el permiso del Ayuntamiento ni de nadie”. Defiende Marcelina esta tierra de nieblas, y va a ser difícil que convencerla de que el pantano es un bien necesario para abastecer de agua a los pueblos de la cuenca baja, pues la sequía ha afectado también duramente a Valdehumada en estos últimos. Los vecinos de este Ayuntamiento piensan que, de continuar esta climatología, el de Congosto sería un embalse con problemas, con agua en invierno y barro en verano".

sábado, 13 de febrero de 2010

UN DINOSAURIO EN LA LORA





FOTOGRAFÍAS: Balancín en el campo petrolífero de Ayoluengo. Cementerio de balancines (tomadas en 2004)

No es hervíboro, tampoco carnívoro. Este dinosaurio de metal se alimenta de petróleo. Y es insaciable. Come y come y no para de comer. Hunde su pico en la tierra de día y de noche, y así, año tras año. ¡Po, po, po, po, po!, gruñe sin parar en la soledad de la paramera, en el campo de Ayoluengo desde hace medio siglo. Algunos compañeros fueron muriendo, de grandes atracones, y ahora los vemos en su cementerio de hierro.


viernes, 12 de febrero de 2010

EL MONASTERIO DE RIOSECO, UNA INVERSIÓN DE FUTURO



FOTOGRAFÍA: Escalera de caracol, renacentista, en el monasterio de Rioseco. Paradisiaco lugar de Rioseco.
Publicado en Diario de Burgos, abril 2009

Miles de parados y el patrimonio histórico artístico de la región se nos cae y camina, en ocasiones, hacia la desaparición. Cada día más personas en paro, sin saber cómo y en qué ocupar sus horas, días y meses de incertidumbre y los bosques siguen sin limpiar y los monumentos se degradan y desmoronan ante nuestra indiferencia.

En 2008, 17. 000 trabajadores se fueron de Burgos a otros lugares para buscar trabajo, ya que aquí no les era posible encontrarlo. Y eso ha sucedido mientras el monasterio de Rioseco y otros bienes patrimoniales, algunos aquí señalados, se nos están cayendo.

Lo sabemos todos: el turismo es una pieza fundamental en la economía y en el desarrollo de la comunidad castellano-leonesa, es la gallina de los huevos de oro, y el patrimonio histórico artístico uno de sus más valiosos puntales. Por eso resulta más sangrante todavía que en la riada de millones que desde el Gobierno se está repartiendo para sortear la crisis no se tenga en cuenta la restauración del patrimonio que se está desmoronando.

Invertir en restauración del patrimonio natural y edificado es invertir en futuro, nos dicen, y es verdad. Pero se nos llena la boca de obviedades al tiempo que el convento cisterciense de Rioseco permanece en el olvido y se desmorona día a día, minuto a minuto.

La lista de patrimonio que se está echando a perder en Burgos, tanto en su parte monumental como en arquitectura tradicional, es muy larga ¿Quieren que hagamos una lista? ¿No? Claro, es comprensible, la conocemos todos y sería demasiado tiempo el empleado para enumerarla. Tiempo perdido, nos dicen las ruinas de Rioseco, en el valle de Manzanedo, que no pueden esperar ya más para su limpieza y su consolidación.

La construcción está en crisis severa en España, también en Burgos. Miles de obreros de este sector se han ido al paro. ¿Qué hacemos con ellos?, ¿los ponemos de nuevo a sacar cantos del río Arlanzón, como en el programa “coloño” de principios del siglo XX? Su experiencia laboral sería un bálsamo para la conservación de las monumentales ruinas de Rioseco. ¿A qué se está esperando?

lunes, 8 de febrero de 2010

VITOR A POZA DE LA SAL



FOTOGRAFÍAS: Vitor inciso en puerta de Poza de la Sal. Calle de Poza de la Sal (Tomadas en enero de 2010)

Uno de los grandes placeres que se pueden experimentar hoy en Burgos es el callejeo por Poza de la Sal. Y si ese callejeo por el envejecido y tortuoso laberinto de la villa salinera es en una tarde de verano, cuando en el aire flote la música de su banda ensayando, el placer es ya indescriptible. En las subidas y bajadas por las calles y callejuelas, uno no ha de perder detalle, debe observar cualquier resquicio, porque allí donde menos lo espera puede surgir la sorpresa. Un escudo en cualquier esquina, con la pátina oscura de los siglos, un alero torneado, los angostos soportales de artesanos que pasaron al olvido, la cartela comercial de algún industrial salinero desaparecido... Afinando un poco la vista, uno puede encontrarse también con herrajes herrumbrosos de puertas históricas, puede que medievales, sin abrir desde quién sabe cuándo. Todo huele a antiguo y a auténtico en Poza, más si es invierno, cuando los cantos de las callejuelas brillan como en Compostela bajo la lluvia, cuando los sobrevivientes apenas si salen de sus refugios. El lento callejeo por el fantástico dédalo de calles estrechas, entre una arquitectura que se alza en busca de la luz, como los árboles, tiene además premios especiales, como el que recibió el que suscribe cuando en la desvencijada puerta de una casa vacía observó hace pocos días, en un retal de roble, la grabada presencia de un vitor fechado en 1774. El académico anagrama, el nombre del favorecido, Miguel Alonso, y la fecha mencionada, conforman el vitor más humillado que conozco. ¿De quién es el vitor?..., un buen tema de investigación.