Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

jueves, 2 de diciembre de 2010

MEDINA DE POMAR Y PARAGUAY


FOTOGRAFÍAS: Estatua de Juan de Salazar en Medina de Pomar (noviembre, 2010). Casa típica de Areguá. Llanada de palmeras cerca de Yaguarón. Yaguarón desde el Cerro de Santo Tomás. Iglesia franciscana con campanario en el exterior. Confesionario barroco en la iglesia franciscana de Yaguarón (Tomadas en 2002).

Hace poquitos días, en una visita a Medina de Pomar, me topé con un monumento que nunca antes había visto. Me refiero a la estatua que la villa medinense tiene dedicada a Juan de Salazar y Espinosa, fundador de Asunción, capital de Paraguay. Tuve una sensación extraña, diría que desagradable, pues habiendo sido tantas las veces que había estado en la plaza donde se ubica, era la primera vez que me fijaba en ella. ¿Despiste? ¿Falta de atención? ¿Olvido? De todo puede ser. Fuera como fuere, el caso es que el conquistador "nacido en Espinosa de los Monteros" me hizo recordar, de mi periplo americano en 2002, jornadas inolvidables en el país de los guaraníes.

Los amigos y seguidores de este Cajón de Sastre os habréis dado cuenta de mi empeño en los últimos tiempos de seguir la pista de los indianos burgaleses. Sé que ésta es una tarea difícil, quizá imposible para mí. Sé también que Juan de Salazar no fue indiano, aunque con indios se topara y tratara, por eso parece un poco extemporáneo traerle a este capítulo ultramarino, y por ello me disculpo. Sin embargo, el acercamiento me permite, apenas sin venir a cuento, algunas noticias de un país americano al que aprendí a querer y llevo siempre en el corazón. No sé si el conquistador burgalés escribió memoria de sus aventuras en Paraguay, yo hice las mías. Permitidme, que os cuente una pequeñísima parte:

DE ÚLTIMA HORA:
Un amigo de este Cajón de Sastre me envía un comentario muy interesante advirtiéndome de que Juan de Salazar no nació en Medina de Pomar, ni siquiera en Pomar, sino que lo hizo en Espinosa de los Monteros. Por lo tanto, y a pesar de que la estatua esté en Medina, corrijo la entrada: donde digo Medina de Pomar debe decir Espinosa de los Monteros. Espero que no haya algún amigo de Medina que venga ahora a barrer para su pueblo. Pero si lo hay y lo demuestra con suficientes datos, pues aquí paz y después gloria, volvería cambiar la entrada. Al César lo que es del César. ¡Qué bien!










De “MEMORIAS DE AMÉRICA”

(agosto de 2002)

Letreros en la ruta

Una de las cosas que llamaron mi atención en los numeroso viajes por el interior de Paraguay fueron los letreros preventivos e institucionales en las principales carreteras (rutas, se dice allá); unos alertando sobre el exceso de velocidad, otros sobre lo pernicioso de conducir bajo los efectos del alcohol. Aquí van algunas perlas que, sin lugar a dudas, podríamos importar para nuestras carreteras, autovías y autopistas:


“SI ESTÁS LLEGANDO TARDE,
LLAMA A PAPA Y A MAMÁ PARA AVISAR”

O este otro:

“AQUELLA CURVA LA TOMASTE A 120
Y ESTA LA HAS TOMADO A 140”

Y otro más:

“NO BEBAS SI MANEJAS.
AÚN NO TENEMOS COBERTURA CON EL CIELO”

Y sin más preámbulos, he aquí algunos recuerdos:

Junto al lago azul de Ypacarai

“... Al caer la noche, de regreso hacia el centro de Areguá, saboreando aún la magia de los minutos vividos en el lago Ypacarai, comenzamos a escuchar unos tenebrosos sonidos, parecidos a los rugidos de un motor y salidos del interior de la selva. “Pueden ser sapos”, dije yo sin mucha convicción, pues desconocía qué tipo de animales pueblan la noche en aquellas latitudes, además de que aquello me parecía muy superior al canto de un sapo. Y por un momento me vinieron a la memoria los conquistadores españoles, nacidos y criados en el secano, cuando exploraban este húmedo y selvático territorio, y el posible terror que pudieron experimentar al enfrentase con las voces de la jungla. Al poco, vimos un camino que se internaba en el bosque y que llegaba hasta la luz encendida de una pequeña casa o hacienda. Nos dirigimos hasta ella por ver si alguien nos podía informar de los mencionados rugidos, y uno de nosotros, en este pequeño trayecto, vio moverse algo en el suelo que le hizo dar un respingo. Lo observamos de cerca y vimos que se trataba, en efecto, de un enorme sapo saltando torpemente; a continuación vimos otro, y otro y otro... Definitivamente, aquellos monstruosos sapos, que debían existir en cantidades millonarias, eran el origen del concierto nocturno. Llegamos hasta la casa de la luz encendida en la jungla al mismo tiempo que, de su interior, salía una mujer presta para tirar el agua de una palangana; se daba continuos manotazos en la cara y en las piernas, como nosotros, intentando aplastar los mosquitos que a todos nos devoraban. Ella, muy afable, nos informó de la procedencia de los ruidos: eran, en efecto, ranas, y no sapos, los que gruñían. Y aunque yo no me quedé muy convencido por la explicación, había que respetar la terminología del país. Quizás allá, a los sapos los llaman ranas. En todo caso, según nos informó la paraguaya, el continuo y siniestro croar de aquellas monstruosidades, en aquella noche de bochorno y mosquitos, anunciaba que en poco tiempo iba a llover...”.


En Yaguarón
"... Hacia las once de la mañana llegamos a Yaguarón, una localidad situada en un llano, con largas calles rojas como sangre, escoltadas de verde, que se pierden en horizontes lejanos. Algunas de estas calles están empedradas, aunque la mayoría de ellas son de tierra batida, y las casas, como es habitual en todo el país, son bajas y rodeadas por frondosa vegetación.
Con el sol del mediodía iniciamos el ascenso al Cerro de Santo Tomás, en cuyo lugar, al pie de un cantil, se encuentra la ermita que le da nombre. La subida la hicimos por un pedregoso camino de suave pendiente, y a medida que ascendíamos por él fuimos encontrando cruces blancas de cemento, pertenecientes sin duda a un Calvario que debía culminar en la ermita. El santuario, con escaso valor artístico y pintado completamente de blanco, es un precioso mirador desde el que pudimos contemplar una gran planicie sembrada de palmeras, genuino paisaje paraguayo. Al fondo, muy difuminados, creo que hacia el este, pudimos divisar también algunas montañas cónicas y aisladas que, en nuestra calenturienta imaginación, se nos antojaban volcanes apagados. Para nosotros este paisaje era cuando menos exótico; abajo, el caserío apenas se dejaba ver por los árboles; algunas columnas de humo mañaneras, emergiendo entre la fronda, se perdían en su verticalidad y se recortaban en el palmeral; probablemente eran fuegos de barbacoas del sábado, ¿o tal vez correspondían a sencillas cocinas de leña? Costumbres...”.


Iglesia de madera de los franciscanos. La campana de oro

“... Tras la visita al citado museo comimos en un copetín situado frente a la iglesia de los franciscanos, que más tarde habríamos de visitar como guinda del pastel de este luminoso día. A las 14 horas, por fin se abrieron los varios portones de la iglesia y pudimos acceder a uno de los más brillantes testigos de la misión colonizadora y evangelizadora de los frailes franciscanos en Paraguay, competidores de los jesuitas en ese empeño de “misionar” a los indios, que estaban tan tranquilos y felices ellos. Con la ayuda del guarda y sacristán del templo fuimos conociendo algunos detalles del mismo. Decorado y pintado maravillosamente, y construido enteramente con madera (lapacho -tayic-, cedro y ¿.....?) por los indiesitos guaraníes, por los mismos indiesitos que se encuentran representados en la bóveda del presbiterio, nos llamó mucho la atención que durante la Guerra de la Triple Alianza todo el oro que recubría su altar de siete calles fue robado por los contendientes. El sacristán nos contó también que durante este saqueo, una campana, también de oro y que estaba en la sacristía, fue igualmente robada, y que otra que estaba fuera, en el pórtico del templo, gente del pueblo la arrojó al río para que se salvara de los expoliadores. Cuentan que, desde entonces y durante mucho tiempo, en los días de lluvia se la oyó sonar lastimeramente, y que la gente salía a buscarla. Pero nadie pudo encontrarla, y hoy la leyenda continúa.
Siguiendo con las tradiciones, hemos de recordar aquella que tiene como protagonistas los bancos de la iglesia. Al parecer, todos ellos son, según el docto sacristán, donaciones hechas por personas que han sido beneficiadas por algún que otro milagrito de San Buenaventura, obispo, doctor y patrono de la iglesia. Así, los bancos grabados con los nombres de los donantes sanados vendrían a tener el mismo significado que algunos de los exvotos de nuestros más famosos santuarios.
También nos gustaron mucho el púlpito sostenido por Sansón, presidido por el Espíritu Santo e igualmente labrado en dura madera, y los dos confesionarios gemelos, preciosas obras barrocas, policromadas, con suficientes méritos para ser declarados patrimonio de la humanidad, al igual que todo el conjunto de la iglesia. Dos retablos laterales, también de madera y que llegaban hasta el techo, fueron llevados al templo de La Trinidad, de Asunción, por orden del Mariscal López, cuando éste era presidente de Paraguay.

Resulta, por lo demás, curioso y sorprendente cómo han saltado a la fama mundial las obras de los jesuitas de las misiones en América, y sin embargo, las de los franciscanos permanecen desconocidas o ignoradas por el gran público. El buen sacristán de la iglesia de madera nos informó de que el embajador español había visitado en más de una ocasión esta iglesia, que debía ser un enamorado de ella y que había prometido ayuda de España para un proyecto nuevo de instalación eléctrica. ¿En qué habrá quedado la promesa?...”.

16 comentarios:

  1. Hola Elias:

    Llevo mucho tiempo leyendo tu blog, y he de confesar que hasta ahora me gustaba mucho, me parecia muy interesante, pero veo que en esta ocasion has cometido un error de base. Te has dejado llevar solo por el letrero de la estatua sin indagar un poco más. Respecto a Juan de Salazar de Espinosa (http://espinosamontanasdeburgos.blogspot.com/search/label/Conquistadores) te dire que este hombre no nacio en el publo de Medina, sino que nacio en Espinosa de los Monteros en 1508, (curiosamente un año antes de hacerlo en Medina) pero desgraciadamente vivimos en un mundo en el que queda muy bonito colocar una estatua en la plaza del pueblo.

    Invito a todos los lectores de este blog, a que consulten cualquier enciclopedia para comprobar lo que digo. 200 años mas tarde de la muerte del espinosiego, alguien sugirio que era de Pomar, no de Medina, Pero es obvio que hay quien no sabe diferenciar entre esta pequeña aldea y el pueblo de Medina... En fin, espero que este pequeño comentario arroje luz sobre Juan de Salazar y puedas corregir tu entrada, erronea desde el punto de vista historico.

    Un cordial saludo:

    Jose.

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  2. Gracias, Jose, todos agradecemos tus aclaraciones. Como puedes ver, ya he corregido el error. Pero la estatua sigue allí.

    Un saludo cordial

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  3. Gracias a ti por solucionarlo tan pronto, la verdad es que por el momento yo no puedo hacer nada para solucionar lo de la estatua, y solo tengo derecho de pataleo... Pero confio que algun dia se pueda solucionar ese pequeño problema.

    un abrazo.

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  4. Yo lo que creo, es que ha cambiado la ubicación de la estatua. La última vez que pasé por Medina (ag 2010), no la vi en su lugar original: la plaza de Somovilla. A ésta la recientemente la habían remodelado, y quitado dicha estatua. Es probable que la hayan cambiado de ubicación dentro de la misma ciudad.
    El comentario del lector anterior, era previsible pues hay una rivalidad "sórdida y larvada" entre Espinosa y Medina, que se disputan el lugar de nacimiento del conquistador.
    Los nativos del lugar, con mucha gracia, dicen : "que la estatuta originalmente estaba en Espinosa,pero fue el mismo Juan Salazar,que se transladó a Medina, donde está mas a gusto":
    Un cordial saludo desde Ultramar
    Juan Carlos

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  5. Me imaginaba algo así, Juan Carlos. Conocí también un momento de mucha polémica en Burgos con Juan de Garay, Villalva de Losa y Orduña. Yo asisto a estos debates con interés, pero no dejan de producirme gracia.
    Saludos

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  6. En el caso de la rivalidad entre Villalba de Losa y Orduña por lo de Juan de Garay, hasta a "corrido sangre". Aqui en Buenos Aires, éste partido,aun, lo están ganando los vascos contra los burgaleses por 2 a 1. Estos sitios con límites difusos y deslindes poco claros,dan lugar a conflictos ancestrales.
    Me gustaría, si es posible D.Elías, enterarme algo mas,sobre la particularidad de La Cerca de Villaño en Losa. Existirá la casa de Vadillo todavía ?? Disculpe mi curiosidad.
    Un cordial saludo desde Ultramar.
    Juan Carlos

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  7. Bueno, yo sigo estas cosas sin especial dramatismo. Me da igual que hayan nacido en un lugar u otro. A fin de cuentas, ninguno de los dos conquistadores fue Ramón y Cajal o el doctor Fleming... creo.

    Juan Carlos: voy a ver si puedo obtener algún dato sobre la cerca de Villaño. Cuando tenga algo te lo haré saber. Gracias de nuevo por tus valiosas aportaciones.

    saludos

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  8. Buenas, solo con intención de añadir información, no polemizar ,siempre había escuchado que la relación de Juan de Salazar con espinosa de los monteros era su segundo apellido , aquí únicamente mencionan en su segundo apellido Espinosa, el error o duda quizá aumenta con la redacción de biografías como la de Capitanes insignes de Fray Valentín de la Cruz de 1981 que le situa en Medina en 1508.

    Lo de Juan de Garay me da más rabia porque fuera de Burgos no hay discusión, se considera Vizcaino, no hace mucho en la revista historia de iberia vieja, en un articulo sobre las fundaciones de Buenos Aires así lo definía como en otras tantas publicaciones.

    un saludo

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  9. hola elías. hay un libro llamado anales del descubrimiento, conquista y población del río de la plata, comúnmente llamada la argentina. fue escrita por el asunceno ruy díaz de guzmán en 1612. en este libro se afirma q juan de salazar era natural de la villa de pomar. he aquí el enlace, del libro I, capítulo X:
    http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/historia-argentina-del-descubrimiento-poblacion-y-conquista-de-las-provincias-del-rio-de-la-plata--0/html/ff57d7e8-82b1-11df-acc7-002185ce6064_13.html#I_16_
    saludos. gustavo hermosilla

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    1. Muchísimas gracias, Gustavo. Todos agradecemos tu valiosa aportación. Visitaremos el enlace que nos envías, que seguro es muy interesante y arrojará luz al tema.

      Saludos cordiales

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    2. de nada elías. supongo q ya le diste un vistazo.

      aquí en paraguay teníamos un respetado historiador llamado carlos pusineri scala (1919-2002). yo recuerdo perfectamente una entrevista q le hicieron en un canal de tv. dijo q había estado en medina de pomar, q de este pueblo era oriundo don juan de salazar y q le había causado una profunda emoción estar en un lugar tan lejano del q saliera el futuro fundador de nuestra ciudad capital. imagino q su afirmación se basaba en el dato proporcianado por ruy díaz de guzmán.

      en el primer comentario de josé, lo de q a alguien se le ocurrió afirmar q el capitán era de medina de pomar 200 años después de su muerte, tal vez se refiera a félix de azara o a juan francisco de aguirre, quienes estuvieron aquí en el paraguay varios años a fines del siglo XVIII. aguirre especialmente investigó en el archivo de asunción, q es donde se conserva la copia manuscrita del libro de ruy díaz de guzmán.

      una curiosidad, volviste al paraguay luego de tu visita en el 2002? simpática la anécdota de los sapos en areguá.

      gustavo

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    3. De nuevo gracias, amigo Gustavo. Pues sí, ya he visto la referencia del capitán Salazar. Quizá esto anime el cotarro. Pero como ya dejé dicho en este mismo espacio, estas discusiones no las sigo con la pasión que sin duda merecen. Creo que son temas para los historiadores de Indias. Ya me gustaría tener tiempo suficiente para leer en su integridad el relato. Quizá algún día.

      Respecto a sí volví al Paraguay, no, no volví. Sí lo hizo mi mujer con una amiga, y al poco tiempo, pues por aquel entonces teníamos una hija viviendo en Asunción. Pero mi recuerdo está muy vivo.

      aguí yé, ya ajá tamá (perdón, no se si lo he dicho bien, creo que no)

      Saludos cordiales

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    4. está bien dicho, aunque la grafía correcta es "aguije, ya ahátama". el "ya" es la palabra castellana en la frase, q hace q sea jopara (yopará), la típica mezcla de castellano y guaraní q nos identifica como paraguayos.

      muchos saludos desde el paraguay

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    5. Pues otra vez mil gracias, por tu docta aclaración.

      Saludos

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  10. Buenas noches!
    La estatua de Juan de Salazar siempre estuvo en la Plaza Somovilla rodeado de unas cadenas en las que nos balanceábamos mientras cantábamos la canción: "Juan de Salazar y Espinosa fundador de Asunción capital del Paraguay..." Era el punto de encuentro de todas las cuadrillas hasta que lo movieron de sitio (no conozco la razón).
    Así que no te preocupes por la sensación extraña de no haberlo visto antes en ese lugar. xD
    Un saludo

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  11. Gracias por el comentario. ¿Te sabes esa canción entera? Me parece muy interesante y me gustaría conocerla.

    Saludos

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