FOTOGRAFÍAS: Tomadas en mayo-junio de 2016
En breve
traeré aquí algunos chozos de pastor esparcidos por los páramos de La Rad, y
también a su constructor, con lo que esto tiene de insólito. Pero
permitidme, queridos amigos, que antes os ofrezca algunas imágenes con las que todavía sueño tras
mi segundo viaje a Chiapas, ese lugar del mundo que ya permanece anclado para
siempre en mi memoria. He supuesto vuestra extrañeza por mi
tardanza en dar señales de vida en este Cajón de Sastre, por eso, en
desagravio, quiero regalaros con este colorido y sorprendente mosaico, que tanto
contrasta con nuestra seriedad castellana. Abramos el cofre, pues, y comencemos
por un árbol, que para eso, para guardar árboles, este Cajón de Sastre habilitó
un particular espacio. En Comitán de Domínguez, una de las grandes ciudades chiapanecas,
existe un barrio que llaman El Cedro, rindiendo así tributo a un ejemplar de
cedro americano cuya antigüedad nadie conoce. De corteza rugosa y con muñones
tumorales en todo su cuerpo, este cedro bien pudo estar cuando los españoles exploraban, fundaban y refundaban aquí y allá por tierras chiapanecas. Pero
esto es especular. Y llama la atención que a los pies de la iglesia se
encuentre otro robusto y saludable cedro, de piel fina, mucho más joven, insultantemente
joven, con apenas cincuenta años de vida según me indicaron, que parece un nieto
del anterior. Lo consigno aquí porque el contraste es de llamar la atención.
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Joven cedro en Comitán, junto a la iglesia de San Caralampio |
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Cedro americano que da nombre a un barrio de Comitán
Los patios
de las ciudades de Chiapas son uno de sus más grandes atractivos,
y este de
Comitán de Domínguez lo es por doble motivo al formar parte del Centro Cultural Rosario
Castellanos Figueroa, la gran narradora y poetisa mexicana.
IMÁGENES DE SAN JUAN CHAMULA
San Juan Chamula es uno de esos lugares que guarda como ninguno las esencias de Chiapas. El sincretismo de su iglesia, donde uno tiene la impresión de hallarse en un santuario maya rodeado de santos, la indumentaria en el cambio de mayordomías, con los vistosos trajes de los chamulas, las ruinas coloniales en torno a las que aún se entierra, los pintorescos mercados en la calle de gente de Los Altos..., todo rezuma y respira el sabor de tierras lejanas, de otro continente.
IMÁGENES DE SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS
Allá donde dirijas la mirada en San Cristobal surge la sorpresa, produce la admiración y el encantamiento. La iglesia colonial iluminada con el sol de la tarde, una calle tranquila en una mañana de domingo, la plazuela con su templete, las sierras que rodean la ciudad, con su apagado y dominador volcán Huitepec, unos lavabos de maravilloso colorido, una familia indígena sorprendida por la lluvia en la Quinta del Obispo, junto a la abandonada serrería, el mercado de todo lo imaginable en un laberinto cubierto y sin fin, e infinitas cosas más que sería prolijo endosaros.
Indumentaria de los pueblos chiapanecos
Pero ya digo, en próxima entrada os hablaré de chozos pastoriles en La Rad.
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Buenos días, Elías Rubio Marcos.
ResponderEliminar¡Gracias por estos regalos generosos! ¡Qué colorido, hasta las piedras doradas! ¡Muy bonitos los mosaicos!
Y esos cedros, canto a la fuerza de la juventud y a la ilusión por la vida en la vejez.
El contraste, no ya para comentar por escrito todas y cada una de las fotografías, sino para hablar largo y tendido.
Saludos
P.D.: Confieso mi ignorancia sobre Rosario Castellanos Figueroa. Intentaré conocer alguna de sus composiciones.
Tienes razón, amiga Penélope-Gelu, cada imagen podría dar para hablar largo y tendido, como bien dices, no solo por lo que representan, sino porque detrás de ellas hay momentos vividos llenos de emoción.
ResponderEliminarGracias por el comentario
Un abrazo