Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

lunes, 9 de abril de 2018

VENTANAS DE BURGOS Y ROSETAS HEXAPÉTALAS

Roseta exapétala en estela romana
(Reaprovechada en casa de Revilla del Campo)
     
Rosetas exapétalas en la ermita visigótica de
Quintanilla de las Viñas

Rosetas exapétalas en celosía prerrománica
del santuario de Villacisla (Presencio) 
Roseta exapétala, solitaria en iglesia tardorrománica
del valle de Zamanzas



 FOTOGRAFÍAS: Rosetas en distintos lugares de Burgos (Tomadas entre 2010 y 2018)

De nuevo abrimos el arcón de las ventanas, esta vez para guardar algunos ejemplares burgaleses que como característica común tienen grabado en alguna de sus partes el conocido símbolo de la roseta exapétala. Pero permitidme, queridos amigos, que antes de presentar estas ventanas, y otras que aparecerán más adelante, haga alguna consideración sobre dichas rosetas y sobre su campo de distribución en Burgos, que en realidad es toda la provincia, aunque con mayor presencia en el gran norte. 
El tema de las rosetas exapétalas tuvimos ocasión de comentarlo hace algunos años (2010) cuando describíamos dinteles y dovelas en portadas de  Cantabrana. Veíamos entonces, gráficamente, que cada casa de este lugar Caderechano tenía grabadas uno, dos, tres o cuatro de estos signos, la mayoría arropando a una cruz latina igualmente grabada, y lo asociábamos a signos apotropaicos, es decir, a símbolos protectores de las casas, teoría aceptada por la mayoría de autores que han dejado sus trabajos sobre este tema en la Red de Internet. 


Rosetas exapétalas en dovela de portada
(Cantabrana)

Rosetas exapétalas en dovela de portada
(Cantabrana)

Rosetas exapétalas en dovela de Cantabrana
(Fechada en 1747)


Con respecto Cantabrana, donde las rosetas son muy numerosas,  como ya he dicho, me surgió una duda: ¿Cantabrana era un caso único o también en los demás pueblos del valle este signo estaba presente y con igual profusión? Tenía que comprobarlo, y una mañana gris del pasado marzo recorrí todos los pueblos caderechanos en busca de exapétalas. Pero tengo que decir que mis pesquisas fueron inútiles, ya que, sorprendentemente, ni una sola más pude encontrar. ¿Qué fue, entonces, lo que ocurrió en Cantabrabana para que todas sus casas estuvieran “adornadas” con estas rosetas? ¿Fue una moda del siglo XVIII (todas las casas son de esa época), un contagio de los constructores que las levantaron, sin más intención que la de adornar, como me insinuó un amigo arqueólogo, o había algo de mayor enjundia detrás?  No era desechable la idea de mi amigo, desde luego, pero no me dejó satisfecho, prefería y prefiero  creer en algo más trascendente. Todo ello picó mi curiosidad.

Y en Cantabrana nos habíamos quedado, hasta que pasados los años, en días recientes, tropecé con una ventana en Báscones de Zamanzas que por tener hasta 16 rosetas exapétalas grabadas en su marco exterior, me pareció una rareza, algo extraordinario. ¿Cómo, si no, explicar tal cantidad de ellas para una sola ventana? Si nos atuviéramos a la citada utilidad protectora sería lícito preguntarnos: ¿es que quizá el dueño de esta casa (ahora en ruinas y probablemente de una familia hidalga (a juzgar por la nobleza de sus muros y ventanas) era sumamente supersticioso o temeroso y pensaba que con tanta roseta protectora él y su familia estarían a salvo de todo, como lo estarían también sus animales, o quizá eran solo un motivo ornamental? Preguntas importantes para las que aún hoy no tengo respuesta.


Ventana en Báscones de Zamanzas
con 16 rosetas hexapétalas en posición de simetría

Estaba, pues, metido de lleno en el proceloso mundo de las rosetas, un tema para mí nuevo y al que sesudos autores han dedicado su tiempo y encontrado soluciones al enigma de su presencia en tantos lugares, en tantas piedras labradas, inmuebles, muebles, artesanías... Unos llegan a decir que ya en la Edad del Bronce era conocido este símbolo (no he visto todavía prueba alguna de esto, pero intentaré encontrarla), otros nos remiten a divinidades, a los astros, coincidiendo la mayoría en que la exapétala es la representación del sol (cultos solares), y que fue utilizado por los celtas, por los romanos (estelas, sarcófagos, etc.), o que se trata de un signo pagano, que pervive en el tiempo y que fue asimilado en el cristianismo a través del mundo visigodo. A todo eso nada tengo que añadir, quizá como autodefensa, pues, como me pasó con las marcas de cantería medievales, que por muchos cientos recogí hace años, tuve que abandonar su estudio seguro de que habría de llevarme a la simple especulación, cuando no a perder la cordura.
Así pues, me limitaré a dejar aquí una serie de ventanas (a veces también puertas y portadas) de Burgos donde dicha roseta está presente, y después, que cada uno haga sus propias interpretaciones. Tal vez algún día, cuando cerremos el capítulo de las ventanas y a través de ellas hayamos podido crear una estadística, lleguemos a algún tipo de conclusión; quizá a través de las circunstancias de cada una podamos distinguir entre las rosetas exapétalas y otras de más o menos pétalos que fueron simples adornos, de las que tuvieron una misión protectora, si es que esta distinción en verdad pudiera darse.


Roseta exapétala junto a escudo
        (Quintanarruz)

Roseta exapétala en dintel con VITOR fechado en 1782 
(Ruinas de Tamayo)

Rosetas exapétalas en casa rectoral de
Villanueva de Río Ubierna (1675) 


Rosetas exapétalas bajo ventana y en portada de la
iglesia de Tudanca


Rosetas exapétalas en portada de casona hidalga
(Turzo)

Rosetas exapétalas en ventana de
Sargentes de la Lora


No me resisto, sin embargo, a dejar constancia de una realidad que he constatado: el mayor números de rosetas que llevo vistas en Burgos se encuentran en casas y elementos arquitectónicos del siglo XVIII, bien sea en dinteles de ventanas o en arcos y dovelas de portadas. Buena prueba son las citadas casas de Cantabrana y las sorprendentes portadas de Turzo, Quintanilla Escalada y Tudanca, que aquí podéis ver.


Rosetas exapétalas en casa hidalga de Quintanilla Escalada



2 comentarios:

  1. Resulta más que curioso todo lo que detalla en esta entrada. Comenzando por la ventana de Báscones de Zamanzas, que una vez admirada llama la atención que se rompa la simetría con la disposición de las rosetas, unas enmarcadas en círculos, otras en hexágonos, por ejemplo. Si me permite, creo que aquellas donde hay profusión de este elemento podría responder a algo decorativo, como indica. En el caso particular de presentarse aisladas o junto a cruces, me gustaría pensar que fuesen protectoras, como usted dice. Este año pasado las pude ver en Tudanca, en Cortiguera y en Pesquera de Ebro, creo que todas responderían a una moda. Sin embargo en Villalaín me inclino más por la segunda opción. Es solo una opinión. Muy interesante su artículo. Un saludo.

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    1. Gracias por el comentario, Rosa Cruz. No recuerdo la existencia de rosetas de Villalaín, tendré que rebuscar en mis archivos.
      Saludos

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