Roseta exapétala en estela romana (Reaprovechada en casa de Revilla del Campo) |
Rosetas exapétalas en celosía prerrománica del santuario de Villacisla (Presencio) |
Roseta exapétala, solitaria en iglesia tardorrománica del valle de Zamanzas |
FOTOGRAFÍAS: Rosetas en distintos lugares de Burgos (Tomadas entre 2010 y 2018)
De nuevo abrimos el arcón de
las ventanas, esta vez para guardar algunos ejemplares burgaleses que como
característica común tienen grabado en alguna de sus partes el conocido símbolo
de la roseta exapétala. Pero permitidme, queridos amigos, que antes de
presentar estas ventanas, y otras que aparecerán más adelante, haga alguna
consideración sobre dichas rosetas y sobre su campo de distribución en Burgos,
que en realidad es toda la provincia, aunque con mayor presencia en el gran
norte.
El tema de las rosetas exapétalas tuvimos ocasión de comentarlo hace algunos años (2010) cuando
describíamos dinteles y dovelas en portadas de
Cantabrana. Veíamos entonces, gráficamente, que cada casa de este lugar
Caderechano tenía grabadas uno, dos, tres o cuatro de estos signos, la mayoría
arropando a una cruz latina igualmente grabada, y lo asociábamos a signos
apotropaicos, es decir, a símbolos protectores de las casas, teoría aceptada por la mayoría de autores que han dejado sus trabajos
sobre este tema en la Red de Internet.
Rosetas exapétalas en dovela de portada (Cantabrana) |
Rosetas exapétalas en dovela de portada (Cantabrana) |
Rosetas exapétalas en dovela de Cantabrana (Fechada en 1747) |
Con respecto Cantabrana, donde
las rosetas son muy numerosas, como ya
he dicho, me surgió una duda: ¿Cantabrana era un caso único o también en los
demás pueblos del valle este signo estaba presente y con igual profusión? Tenía
que comprobarlo, y una mañana gris del pasado marzo recorrí todos los pueblos
caderechanos en busca de exapétalas. Pero tengo que decir que mis pesquisas
fueron inútiles, ya que, sorprendentemente, ni una sola más pude encontrar. ¿Qué
fue, entonces, lo que ocurrió en Cantabrabana para que todas sus casas
estuvieran “adornadas” con estas rosetas? ¿Fue una moda del siglo XVIII (todas
las casas son de esa época), un contagio de los constructores que las
levantaron, sin más intención que la de adornar, como me insinuó un amigo
arqueólogo, o había algo de mayor enjundia detrás? No era desechable la idea de mi amigo, desde luego, pero no me
dejó satisfecho, prefería y prefiero
creer en algo más trascendente. Todo ello picó mi curiosidad.
Y en Cantabrana nos habíamos
quedado, hasta que pasados los años, en días recientes, tropecé con una ventana
en Báscones de Zamanzas que por tener hasta 16 rosetas exapétalas grabadas en
su marco exterior, me pareció una rareza, algo extraordinario. ¿Cómo, si no, explicar
tal cantidad de ellas para una sola ventana? Si nos atuviéramos a la citada
utilidad protectora sería lícito preguntarnos: ¿es que quizá el dueño de esta casa
(ahora en ruinas y probablemente de una familia hidalga (a juzgar por la
nobleza de sus muros y ventanas) era sumamente supersticioso o temeroso y
pensaba que con tanta roseta protectora él y su familia estarían a salvo de
todo, como lo estarían también sus animales, o quizá eran solo un motivo
ornamental? Preguntas importantes para las que aún hoy no tengo respuesta.
Ventana en Báscones de Zamanzas con 16 rosetas hexapétalas en posición de simetría |
Estaba, pues, metido de lleno
en el proceloso mundo de las rosetas, un tema para mí nuevo y al que sesudos
autores han dedicado su tiempo y encontrado soluciones al enigma de su
presencia en tantos lugares, en tantas piedras labradas, inmuebles, muebles,
artesanías... Unos llegan a decir que ya en la Edad del Bronce era conocido
este símbolo (no he visto todavía prueba alguna de esto, pero intentaré
encontrarla), otros nos remiten a divinidades, a los astros, coincidiendo la
mayoría en que la exapétala es la representación del sol (cultos solares), y
que fue utilizado por los celtas, por los romanos (estelas, sarcófagos, etc.), o que se trata de un signo pagano, que pervive en el tiempo y que fue asimilado
en el cristianismo a través del mundo visigodo. A todo eso nada tengo que
añadir, quizá como autodefensa, pues, como me pasó con las marcas de cantería
medievales, que por muchos cientos recogí hace años, tuve que abandonar su
estudio seguro de que habría de llevarme a la simple especulación, cuando no a
perder la cordura.
Así pues, me limitaré a dejar
aquí una serie de ventanas (a veces también puertas y portadas) de Burgos donde
dicha roseta está presente, y después, que cada uno haga sus propias
interpretaciones. Tal vez algún día, cuando cerremos el capítulo de las
ventanas y a través de ellas hayamos podido crear una estadística, lleguemos a
algún tipo de conclusión; quizá a través de las circunstancias de cada una
podamos distinguir entre las rosetas exapétalas y otras de más o
menos pétalos que fueron simples adornos, de las que tuvieron una misión
protectora, si es que esta distinción en verdad pudiera darse.
Roseta exapétala en dintel con VITOR fechado en 1782
(Ruinas de Tamayo)
Rosetas exapétalas en casa rectoral de Villanueva de Río Ubierna (1675) |
Rosetas exapétalas bajo ventana y en portada de la iglesia de Tudanca |
Rosetas exapétalas en portada de casona hidalga (Turzo) |
Rosetas exapétalas en ventana de Sargentes de la Lora |
No me resisto, sin embargo, a
dejar constancia de una realidad que he constatado: el mayor números de rosetas
que llevo vistas en Burgos se encuentran en casas y elementos arquitectónicos del siglo
XVIII, bien sea en dinteles de ventanas o en arcos y dovelas de portadas. Buena
prueba son las citadas casas de Cantabrana y las sorprendentes portadas de
Turzo, Quintanilla Escalada y Tudanca, que aquí podéis ver.
Resulta más que curioso todo lo que detalla en esta entrada. Comenzando por la ventana de Báscones de Zamanzas, que una vez admirada llama la atención que se rompa la simetría con la disposición de las rosetas, unas enmarcadas en círculos, otras en hexágonos, por ejemplo. Si me permite, creo que aquellas donde hay profusión de este elemento podría responder a algo decorativo, como indica. En el caso particular de presentarse aisladas o junto a cruces, me gustaría pensar que fuesen protectoras, como usted dice. Este año pasado las pude ver en Tudanca, en Cortiguera y en Pesquera de Ebro, creo que todas responderían a una moda. Sin embargo en Villalaín me inclino más por la segunda opción. Es solo una opinión. Muy interesante su artículo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Rosa Cruz. No recuerdo la existencia de rosetas de Villalaín, tendré que rebuscar en mis archivos.
EliminarSaludos