Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

sábado, 20 de julio de 2019

DETRÁS DEL BOCALLAVE





FOTOGRAFÍAS: Bocallave en iglesia de la Merindad de Sotoscueva (en junio de 2019) 

Seguramente a más de uno de vosotros, queridos amigos de este Cajón de Sastre, os habrá pasado que al querer visitar una iglesia y encontraros sin la posibilidad de hacerlo, porque no es día de visita o porque no está el vecino o la vecina que tiene la llave y la enseña, o porque el cura ha dado órdenes tajantes de que nadie sin su permiso pueda visitarla, os habréis asomado por el bocallave para por lo menos ver algo de su interior. En lo que a mí respecta, muchas veces lo he hecho, pero si queréis que os diga la verdad, siempre con miedo de que alguien desde dentro me hiera el ojo indefenso con una larga aguja o cualquier otro objeto punzante. Una tontería, lo sé, pero siempre lo pienso al curiosear por el ojo de la cerradura de un antiguo edificio. Viene esto a cuento porque en mi reciente visita a una iglesia de la Merindad de Sotoscueva me llamó la atención su artístico y antiguo bocallave. Tomé las consabidas fotografías, para incluirlas en la amplia colección de estos elementos que a lo largo del tiempo he podido reunir, y ahí quedó la cosa, un ojo de cerradura más, una fotografía más, nada anormal vi aquel día y en aquel momento. Pero he aquí que, al descargar las fotografías en la computadora, algo llamó mi atención, algo que estaba en el fondo del ojo y que aquel día no vi. Y no os lo perdáis, amigos míos, lo que allí vi era algo parecido a una figura fantasmal. Amplié la fotografía hasta conseguir ver el “objeto” con mayor definición y, en efecto, se trataba de una figura con apariencia de mujer, algo espectral, una especie de cara de Bélmez con la boca abierta hasta el infinito, tal que el grito de Munch, como pidiendo auxilio. ¿Pero qué clase de broma era aquella? Yo no es que sea supersticioso o que crea en apariciones, pero desde que vi esta imagen no paro de pensar en ella. Tendré que volver para comprobar lo que al otro lado de la cerradura puede haber. ¿Os he despertado la curiosidad? Os dejo una fotografía para que vosotros mismos saquéis conclusiones.

2 comentarios:

  1. Las formas caprichosas que escogen los materiales de sellado pueden llevar a falsas espectativas, aunque bien mirado podría ser una advertencia, tantas cerraduras forzadas para desvalijar iglesias podrían tener su propio fantasma, ya que se encuentran bastante indefensas frente a tanto desalmado.Una fotografía bien curiosa.Saludos Elías.

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