... sujeto a cualquier modificación y a cualquiera otra idea o proyecto. El tema es que el monasterio no desaparezca.
Elaborado por el titular de este blog el 15 de octubre de 2007
Aunque parezca paradójico, hay veces que las ruinas y el olvido pueden convertirse en buenos aliados de la arquitectura y de los proyectos de acondicionamiento de edificios y lugares. Este podría ser el caso del monasterio de Santa María de Rioseco, cuyos restos, por sí mismos y debido al abandono secular al que se han visto sometidos, constituyen hoy un patrimonio “edificado” de enorme magnitud y encanto. Los restos del viejo monasterio cisterciense, emplazado en el siglo XIII en el valle de Manzanedo, son tan extraordinariamente bellos y atractivos, y el lugar donde se asientan tan espectacularmente agreste y salvaje, con el río Ebro de acompañante, que parece que todo se hubiera conjugado para invitarnos a llevar a cabo algún proyecto de ensueño, quizá un parque romántico donde dejar volar nuestra imaginación, donde ofrecer a todo aquel que quiera buscarse y encontrarse a sí mismo sin recurrir a los rigores de ninguna religión.
Tendría gran sentido hoy, cuando, estresados y amargados por las ciudades que nos devoran, buscamos refugios de paz y relajo allá donde podemos. Un proyecto cultural y lúdico que pudiera significar no sólo la recuperación de las ruinas, sino también dar un soplo de vida a los pueblos de valle de Manzanedo, tan despoblado ya.
Las fantásticas ruinas de Río Seco, sus maravillosos arcos medievales y herrerianos, abrigadas por dos impresionantes sierras, el padre Ebro que mece sus soledades, la naturaleza salvaje que todo lo envuelve, más la maravillosa arquitectura tradicional de los pueblos del valle de Manzanedo, son ingredientes lo bastante atractivos como para crear un todo lleno de sentido y futuro. Lo principal está ya hecho, las bellísimas ruinas están ahí, los eremitorios y los pueblos también, invitándonos a su aprovechamiento. Ahora veamos lo que seríamos capaces de hacer.
Para empezar, habríamos de inventar algo nuevo. Monasterios medievales reconstruidos hay muchos, ruinas aprovechadas pocas o ninguna. Dejemos, pues, volar nuestra imaginación.
PROYECTO
EL proyecto estaría basado en dos ideas fundamentales: creación de un PARQUE ROMÁNTICO, en el que quedaran visibles y realzadas las ruinas, y de un JARDÍN BOTÁNICO, en el que se convivirían la mayoría de las especies vegetales endémicas del valle de Manzanedo y las que los propios monjes usaban para sus herbolarios. Y todo ello, como no podría ser de otra manera, con un protagonismo especial del agua, que habría de tener su máxima expresión en una fuente instalada en el centro del claustro.
El resultado final recibiría el nombre de
“Parque romántico de Santa María de Rioseco”
Su explotación, para el mantenimiento y rendimiento, estaría también en función de lo que se fuera capaz de organizar o programar en dicho Parque.
OBRAS A EJECUTAR
PRIMERA FASE: Limpieza del conjunto
a. Desbroce selectivo del manto vegetal que envuelve y enmascara las ruinas. Esta labor deberá hacerse con sumo cuidado, pues es del todo necesario conservar las especies arbóreas y arbustivas más representativas de la zona. Deberán conservarse, por ejemplo, una buena parte de los grandes avellanos que han crecido dentro las ruinas, o las yedras que no signifiquen un peligro para la integridad de los muros. Y en todo caso, esta labor debería hacerse bajo la supervisión de un experto botánico.
b. Habilitación del camino de acceso a vehículos, desde la carretera al monasterio, durante el tiempo que duren las obras. Teniendo sumo cuidado para que los daños sean los mínimos.
SEGUNDA FASE: Consolidación de la ruinas.
a. Reconstrucción o consolidación de la Torre del Abad. El estado actual de la misma es un peligro para quien pase por debajo. Y más que la consolidación, sería deseable su reconstrucción, con el fin de ofrecer una imagen impactante al visitante y a todo aquél que pase por el valle de Manzanedo.
b. Reparación de la techumbre de la iglesia.
c. Consolidación de los arcos del corredor del claustro, actualmente en difícil estado de equilibrio y por tanto un peligro.
d. Consolidación o reconstrucción de todos los arcos de paso existentes en el conjunto. Unos están arruinados y otros a punto de estarlo. Los arcos deben jugar un papel importante en el parque romántico.
e. Y en general, consolidación de todos los elementos, de la iglesia y exteriores, que amenacen ruina.
f. Reconstrucción de la cerca de piedra que rodea el monasterio y acondicionamiento del camino de ronda.
TERCERA FASE: Limpieza de muros y sillares
a. Algunos actos vandálicos que han tenido lugar recientemente en las ruinas han ensuciado con pintura buena parte de los sillares, tanto de los muros que están al aire libre como de los que están en interiores. Deberán limpiarse todos ellos con el método más apropiado. Aunque el color natural del paso de los siglos habría de respetarse al máximo.
CUARTA FASE: obras interiores
a. Iglesia, capillas y altares: consolidación o restauración de partes.
b. Suelo de la iglesia: restauración de tumbas y cripta, hoy en deprimente estado por actos vandálicos y de rapiña.
c. Escalera de caracol: consolidación y limpieza.
QUINTA FASE: Acondicionamiento de suelos exteriores
a. Empedrado del claustro y de calles interiores del conjunto. En general, el empedrado se colocaría allá donde fuera preciso, siempre respetando el material de origen.
SEXTA FASE: Agua
a. Instalación de fuente en claustro.
b. Restauración de la canalización de agua
c. Instalación de otros surtidores que produzcan murmullo.
SÉPTIMA FASE: Luz y sonido.
a. Instalación estratégica de puntos de luz que iluminen y realcen el conjunto cuando sea necesario.
b. Instalación estratégica de puntos de sonido para posibles recitales y conciertos.
OCTAVA FASE: Repoblación y ajardinado en espacios libres.
a. Plantación de árboles, repoblación con especies arbustivas y plantas aromáticas y medicinales propios del territorio y de los herbolarios monacales, en las zonas libres del monasterio, especialmente en la cuesta situada al norte, que se halla totalmente desprovista de vegetación.
NOTA: Para llevar a cabo las actuaciones anteriores deberá ser expedito el camino de acceso a las ruinas desde la carretera del valle. Labor que deberá hacerse con el mayor de los respetos para que los daños medioambientales y sobre posibles construcciones del convento que puedan aparecer sean mínimos.
SUGERENCIAS PARA MANTENIMIENTO Y MODO DE EXPLOTACIÓN
MANTENIMIENTO DEL CONJUNTO
Para el mantenimiento del conjunto sería deseable la instalación en un lugar muy cercano a las ruinas de una casa de turismo rural o de un albergue, cuyos propietarios o regentes tendrían la obligación de dicha labor, así como la hacer de guías por el parque romántico. Para todo lo cual se exigirían amplios conocimientos de jardinería y de la historia del convento.
MODO DE EXPLOTACIÓN
Se crearía una Fundación, de la cual formarían parte personas de las instituciones que apoyaron económicamente el proyecto y de la Asociación de Amigos del Monasterio, impulsora del mismo.
Si bien las visitas guiadas, controladas en su número, podrían realizarse durante todo el año, cualquier otra actividad de las que se proponen, como recitales musicales o poéticos, representaciones teatrales, o cualquiera de otra índole cultural y respetuosa con el lugar, se llevarían a cabo en los meses de buen tiempo, o lo que es lo mismo, desde principios de junio hasta finales de septiembre. En todo caso, de las programaciones y publicidad de las mismas debería encargarse la mencionada Fundación.
Opcionalmente, las visitas guiadas podrían hacerse extensibles a los pueblos y eremitorios cercanos, algunos verdaderamente espectaculares, como la llamada Cueva de San Pedro, de origen y factura mozárabe; también a iglesias románicas próximas, como las de San Miguel de Cornezuelo o San Martín del Rojo.
Elaborado por el titular de este blog el 15 de octubre de 2007
Aunque parezca paradójico, hay veces que las ruinas y el olvido pueden convertirse en buenos aliados de la arquitectura y de los proyectos de acondicionamiento de edificios y lugares. Este podría ser el caso del monasterio de Santa María de Rioseco, cuyos restos, por sí mismos y debido al abandono secular al que se han visto sometidos, constituyen hoy un patrimonio “edificado” de enorme magnitud y encanto. Los restos del viejo monasterio cisterciense, emplazado en el siglo XIII en el valle de Manzanedo, son tan extraordinariamente bellos y atractivos, y el lugar donde se asientan tan espectacularmente agreste y salvaje, con el río Ebro de acompañante, que parece que todo se hubiera conjugado para invitarnos a llevar a cabo algún proyecto de ensueño, quizá un parque romántico donde dejar volar nuestra imaginación, donde ofrecer a todo aquel que quiera buscarse y encontrarse a sí mismo sin recurrir a los rigores de ninguna religión.
Tendría gran sentido hoy, cuando, estresados y amargados por las ciudades que nos devoran, buscamos refugios de paz y relajo allá donde podemos. Un proyecto cultural y lúdico que pudiera significar no sólo la recuperación de las ruinas, sino también dar un soplo de vida a los pueblos de valle de Manzanedo, tan despoblado ya.
Las fantásticas ruinas de Río Seco, sus maravillosos arcos medievales y herrerianos, abrigadas por dos impresionantes sierras, el padre Ebro que mece sus soledades, la naturaleza salvaje que todo lo envuelve, más la maravillosa arquitectura tradicional de los pueblos del valle de Manzanedo, son ingredientes lo bastante atractivos como para crear un todo lleno de sentido y futuro. Lo principal está ya hecho, las bellísimas ruinas están ahí, los eremitorios y los pueblos también, invitándonos a su aprovechamiento. Ahora veamos lo que seríamos capaces de hacer.
Para empezar, habríamos de inventar algo nuevo. Monasterios medievales reconstruidos hay muchos, ruinas aprovechadas pocas o ninguna. Dejemos, pues, volar nuestra imaginación.
PROYECTO
EL proyecto estaría basado en dos ideas fundamentales: creación de un PARQUE ROMÁNTICO, en el que quedaran visibles y realzadas las ruinas, y de un JARDÍN BOTÁNICO, en el que se convivirían la mayoría de las especies vegetales endémicas del valle de Manzanedo y las que los propios monjes usaban para sus herbolarios. Y todo ello, como no podría ser de otra manera, con un protagonismo especial del agua, que habría de tener su máxima expresión en una fuente instalada en el centro del claustro.
El resultado final recibiría el nombre de
“Parque romántico de Santa María de Rioseco”
Su explotación, para el mantenimiento y rendimiento, estaría también en función de lo que se fuera capaz de organizar o programar en dicho Parque.
OBRAS A EJECUTAR
PRIMERA FASE: Limpieza del conjunto
a. Desbroce selectivo del manto vegetal que envuelve y enmascara las ruinas. Esta labor deberá hacerse con sumo cuidado, pues es del todo necesario conservar las especies arbóreas y arbustivas más representativas de la zona. Deberán conservarse, por ejemplo, una buena parte de los grandes avellanos que han crecido dentro las ruinas, o las yedras que no signifiquen un peligro para la integridad de los muros. Y en todo caso, esta labor debería hacerse bajo la supervisión de un experto botánico.
b. Habilitación del camino de acceso a vehículos, desde la carretera al monasterio, durante el tiempo que duren las obras. Teniendo sumo cuidado para que los daños sean los mínimos.
SEGUNDA FASE: Consolidación de la ruinas.
a. Reconstrucción o consolidación de la Torre del Abad. El estado actual de la misma es un peligro para quien pase por debajo. Y más que la consolidación, sería deseable su reconstrucción, con el fin de ofrecer una imagen impactante al visitante y a todo aquél que pase por el valle de Manzanedo.
b. Reparación de la techumbre de la iglesia.
c. Consolidación de los arcos del corredor del claustro, actualmente en difícil estado de equilibrio y por tanto un peligro.
d. Consolidación o reconstrucción de todos los arcos de paso existentes en el conjunto. Unos están arruinados y otros a punto de estarlo. Los arcos deben jugar un papel importante en el parque romántico.
e. Y en general, consolidación de todos los elementos, de la iglesia y exteriores, que amenacen ruina.
f. Reconstrucción de la cerca de piedra que rodea el monasterio y acondicionamiento del camino de ronda.
TERCERA FASE: Limpieza de muros y sillares
a. Algunos actos vandálicos que han tenido lugar recientemente en las ruinas han ensuciado con pintura buena parte de los sillares, tanto de los muros que están al aire libre como de los que están en interiores. Deberán limpiarse todos ellos con el método más apropiado. Aunque el color natural del paso de los siglos habría de respetarse al máximo.
CUARTA FASE: obras interiores
a. Iglesia, capillas y altares: consolidación o restauración de partes.
b. Suelo de la iglesia: restauración de tumbas y cripta, hoy en deprimente estado por actos vandálicos y de rapiña.
c. Escalera de caracol: consolidación y limpieza.
QUINTA FASE: Acondicionamiento de suelos exteriores
a. Empedrado del claustro y de calles interiores del conjunto. En general, el empedrado se colocaría allá donde fuera preciso, siempre respetando el material de origen.
SEXTA FASE: Agua
a. Instalación de fuente en claustro.
b. Restauración de la canalización de agua
c. Instalación de otros surtidores que produzcan murmullo.
SÉPTIMA FASE: Luz y sonido.
a. Instalación estratégica de puntos de luz que iluminen y realcen el conjunto cuando sea necesario.
b. Instalación estratégica de puntos de sonido para posibles recitales y conciertos.
OCTAVA FASE: Repoblación y ajardinado en espacios libres.
a. Plantación de árboles, repoblación con especies arbustivas y plantas aromáticas y medicinales propios del territorio y de los herbolarios monacales, en las zonas libres del monasterio, especialmente en la cuesta situada al norte, que se halla totalmente desprovista de vegetación.
NOTA: Para llevar a cabo las actuaciones anteriores deberá ser expedito el camino de acceso a las ruinas desde la carretera del valle. Labor que deberá hacerse con el mayor de los respetos para que los daños medioambientales y sobre posibles construcciones del convento que puedan aparecer sean mínimos.
SUGERENCIAS PARA MANTENIMIENTO Y MODO DE EXPLOTACIÓN
MANTENIMIENTO DEL CONJUNTO
Para el mantenimiento del conjunto sería deseable la instalación en un lugar muy cercano a las ruinas de una casa de turismo rural o de un albergue, cuyos propietarios o regentes tendrían la obligación de dicha labor, así como la hacer de guías por el parque romántico. Para todo lo cual se exigirían amplios conocimientos de jardinería y de la historia del convento.
MODO DE EXPLOTACIÓN
Se crearía una Fundación, de la cual formarían parte personas de las instituciones que apoyaron económicamente el proyecto y de la Asociación de Amigos del Monasterio, impulsora del mismo.
Si bien las visitas guiadas, controladas en su número, podrían realizarse durante todo el año, cualquier otra actividad de las que se proponen, como recitales musicales o poéticos, representaciones teatrales, o cualquiera de otra índole cultural y respetuosa con el lugar, se llevarían a cabo en los meses de buen tiempo, o lo que es lo mismo, desde principios de junio hasta finales de septiembre. En todo caso, de las programaciones y publicidad de las mismas debería encargarse la mencionada Fundación.
Opcionalmente, las visitas guiadas podrían hacerse extensibles a los pueblos y eremitorios cercanos, algunos verdaderamente espectaculares, como la llamada Cueva de San Pedro, de origen y factura mozárabe; también a iglesias románicas próximas, como las de San Miguel de Cornezuelo o San Martín del Rojo.
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