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Casa de un herrador en Tubilla del Agua, fechada en 1903. En el esquinal de la izquierda y en el rombo bajo la ventana, se aprecian las herramientas propias de la profesión |
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Martillo y herraduras, con inconfundible sabor al oficio de herrador |
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La casa de un herrador en Arauzo de Miel |
FOTOGRAFÍAS: Dinteles grabados en Solarana, Tubilla del Agua, Manciles, Cubillo del Campo (Tomadas en 2018, 2007, 2012).
Os hablo
hoy, amigos de este Cajón de Sastre, de un tiempo (que pudo ser el de nuestros
abuelos y bisabuelos), en el que para anunciar una profesión o una actividad
comercial en un pueblo o lugar había que grabar la piedra con maza, puntero o
cincel y paciencia jobiana. Os hablo, queridos sufridores de esta ya
longeva bitácora, de cuando no existían ni se habían inventado letreros luminosos de neón (por no haber, ni siquiera
electricidad), ni metacrilatos, bronces dorados y otras modernidades donde
llamar la atención sobre cualquier negocio. De cuando la piedra en las fachadas
de las casas era expositora de los mensajes comerciales o profesionales que se
querían transmitir al vecindario de los pueblos, que en nada se parecen a los
de administradores de fincas, médicos y abogados (por citar solo alguna de las
más extendidas hoy en los portales de nuestras ciudades). Por lo general eran
los poderosos dinteles y jambas de los edificios, de puertas y ventanas, los soportes para esta
publicidad. Hoy los vemos con gran nitidez, como si hubiesen sido grabados
ayer, y nos recuerdan a profesionales y oficios pasados, tan humildes como trascendentales en su largo momento, como los de cantero o herrador de animales
de trabajo, y a negocios hosteleros, como las antiguas ventas y mesones de
caminos y pueblos. Contemplar hoy estos anuncios grabados, tan sencillos como
directos, cada uno con los símbolos o herramientas que les eran propios e identificaban, llega a enternecer. Y para que sirva de meditación, aquí
dejo algunos ejemplos localizados en
distintos pueblos burgaleses.
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Casa del veterinario en Nebreda. Se aprecian herraduras grabadas en los sillares, con el significado de que fue aquí donde se acordaba el herrado.
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Esclarecedoras herraduras en los sillares. El potro que se hallaba a pocos metros ya desapareció.
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Feliciano Hortigüela, a punto de cumplir los noventa, es ahora la memoria viva de Nebreda. Recuerda a herradores que llegaban a su pueblo para ejercer su trabajo: "Conocí a uno que venía de Pinilla Trasmonte, y a otro de Puentedura; venían en los fines de semana". |
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Un porrón y un queso (o tal vez una hogaza) como reclamo en el cartel anunciador de una venta en Cubillo del Campo, junto a la carretera de Soria (1876)
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Mesón en Manciles fechado en 1739
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Dintel en las viejas escuelas de Solarana, con la maza, el cincel y la roseta hexapétala bajo círculo, probablemente distintivos del oficio de cantero.
La inscripción debió hacerla el cantero Silverio,
que fue quien en 1888 trabajó la piedra de dichas escuelas,
según reza en otro dintel.
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Ahora que nos emocionamos con carteles de cierta antiguedad en mercerías, librerías, farmacias...éstos que nos traes ahora remueven más ese sentimiento de que cualquier tiempo pasado fue más cercano, más humano, más respetuoso. Qué nunca se pierda ese deambular que nos entregas en forma de testimonios únicos.
ResponderEliminarEs verdad, cualquier palabra grabada en piedra emociona más.
ResponderEliminarSaludos
hola Elias and compani: he pasado este finde por Manciles y por fin he visto las caras... y el Meson. Tuve la suerte de encontrar la puerta del mismo abierta. Parece como si nada hubiera cambiado desde hace siglos... hubiera pagado dinero por poder entrar y fisgar!!
ResponderEliminarMe gustaría también a mí verlo por dentro,
ResponderEliminarGracias
Lo siento eLIAS , pero no veo otro sitio para dejar por escrito la gran desilusion que me acabo de llevar! Si crees que no es oportuno no volveré a mezclar un tema con otro, pero necesito reflejar mi desencanto. En el buscador de este blog no he encontrado nada de Pinilla de los Barruecos aunque me resulta raro conociéndote. Me acabo de enterar que la Casona Carretera de este lugar ha desaparecido tras mas de 400 años.
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