Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

lunes, 3 de agosto de 2009

CASAS NOTABLES DE BURGOS III




ENTRE EL ESPOLÓN Y LA PLAZUELA DE LA PALOMA


Diario 16 Burgos, 19 diciembre 1993

A.M.BU.: Archivo Municipal de Burgos

No hace falta ser un exaltado chauvinista para reconocer en la ahora llamada Plaza del Rey San Fernando una de las más bellas plazas de España (eso si se prescinde de algunos edificios mas bien descuidados). La genial simbiosis entre el arte ojival y las fantasías arquitectónicas del siglo XIX llevada a cabo en este amplio y recuperado espacio urbano (ahora peatonal), hacen de él un lugar donde refugiarse de las despersonalizadas urbanizaciones modernas.

Situados en el mismo centro de la plaza que conoció tantos nombres (plazuela de la Paloma, plaza del Sarmental y plaza del Duque de la Victoria), tanto el paseante autóctono como el “turis.rapid” que quiere abarcarlo todo en media hora, tendrán, principalmente, dos opciones: una, mirar boquiabiertos hacia las agujas de la catedral, donde hacen equilibrios las cigüeñas, y otra la de dirigir la vista hacia el sur, no perdiendo detalle ni de la torre-arco de Santa María ni de la sorprendente fachada de la casa nº 2 y 4 del paseo del Espolón, adosada por el lado oriental a la citada torre.

La Comisión Provincial de Monumentos, existente a finales del siglo pasado, hubiera deseado que ambos lados del Arco de Santa maría, entonces Museo Arqueológico, hubiesen estado libres de edificaciones adosadas, “dejando anchas las vías de comunicación a uno y otro lado del histórico monumento”, pero la expansión urbanístico-arquitectónica de la parte norte del Arlanzón, vivida especialmente en las postrimerías del siglo XIX, hizo posible que surgieran, apretadas y de la mano de la burguesía, a lo largo de todo el Paseo del Espolón, una serie de construcciones de porte casi palaciego que hoy causan el asombro.

La correspondiente a los antiguos números 2 y 4 de dicho paseo, es la más arrimada al arco de la vieja torre de Santa María. Existen, en este sentido, noticias de que, no muy lejanas en el tiempo, en el solar que hoy ocupa esta casa hubo otras edificaciones. En 1846 el Ayuntamiento otorgó permiso a Francisco Javier Arnaiz para reformar una “casita” en el que entonces era nº 13 de la plazuela de la Paloma o Sarmental, “a condición de dejar libre la entrada al fontanero para reparar los encañados de la cambija de la fuente de Santa María”, que estaba situada junto al arco. (A.M.BU)

En 1890, en plena efervescencia constructora en el Espolón, la citada “casita” desaparece, y en su lugar reedifica otra Mauricio Fernández Miguel, quien encuentra algún problemilla técnico con una esgueva al hacer los cimientos. Ya no se habla en esta ocasión de la cambija, pero el Consistorio parece muy concienciado en la defensa del patrimonio histórico y pide orientación a la Comisión Provincial de Monumentos para la concesión de la licencia de obras al estar en juego la integridad del Arco de Santa María. La casa en cuestión, que es la que hoy disfrutamos todos los burgaleses, sería reedificada “con arreglo a la dirección facultativa del arquitecto Severiano Cecilia y constructores Landía y Sobrinos”, y tanto su pétrea fachada del Espolón como la de la plaza del Rey San Fernando, son bellísimas muestras de la arquitectura doméstica decimonónica.

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