Un fuente del siglo XIII, la única fuente medieval con forma de auténtica capilla eclesial que conocemos en Burgos, se degrada a pasos agigantados y sin que nadie haga nada por remediarlo. Las fuentes es un patrimonio al que ni se le ha concedido ni se le concede valor alguno, pero en el caso de Treviño, de extraordinaria originalidad y de icalculable valor arquitectónico y artístico, su conservación y dignificación es de obligado cumplimiento por parte de las administraciones.
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