La iglesia hundida tras la despoblación del pueblo, y su portada románica esperando también su fin ante la impasibilidad de quien debería velar por nuestro patrimonio. Villaescusa, un pueblo lleno de casonas de hidalgo, donde se podrían hacer grandes cosas para beneficio de la industria turística, es la imagen de la desolación y de nuestra propia dejadez.
La última misa que se hizo en esta iglesia de Villaescusa del Butrón, se hizo el 28 de agosto de 1975, en el 1ºaniversario de la defunción de D. Anastasio Varona López y también en el nombre de "Manu", hijo de Custodia y de Castor.
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