|
Riocerezo. Fuente del barrio de Abajo |
|
Fuente de Riocerezo con banco de espera |
|
Poza de la Sal. Fuente del santuario de Nuestra Señora de Pedrajas |
|
Representación de la Virgen de Pedrajas en el interior de la fuente |
FOTOGRAFÍAS: Fuentes de Riocerezo y del santuario de Pedrajas (Tomadas en 2016)
Quienes
habitualmente seguís este Cajón de Sastre recordaréis algunas entradas con
fuentes de Burgos que no llegaron a publicarse en el libro “Arquitectura del
Agua. Fuentes de la provincia de Burgos” (1994). Son aquellas que yo mismo
llamé “las fuentes olvidadas”. Pero olvidadas no porque no las recordara, sino
porque en el momento de la publicación de dicho libro desconocía su existencia.
Hoy me es grato traer aquí, queridos amigos, dos nuevos ejemplares que me han
salido al paso en mis recorridos por la provincia, a mi parecer sumamente
notables y sin duda merecedores de haber figurado en el libro. Una de ellas se
encuentra en Riocerezo, en el barrio de Santa María, o de Abajo, y la otra, en
el santuario de Nuestra Señora de Pedrajas,
de Poza de la Sal. La primera, junto a la iglesia, es un ejemplar de
tipo capilleta (según la definición que yo mismo acuñé), con tejado a
dos aguas y arco de medio punto; es espaciosa, de un solo caño y tiene banco de
piedra para sentarse mientras se espera el llenado de los cántaros u otros
recipientes. En realidad, es casi una copia de la que puede verse en el barrio
de Arriba, bajo la iglesia de San Juan, que recibe el nombre de Fuente del
querer.
La segunda, situada en la parte
trasera del santuario de Pedrajas, es una fuente de gran espaciosidad, donde
una o varias personas pueden permanecer de pie cómodamente. Tiene un banco
corrido de piedra en el fondo y un único caño que ya no da agua, parece que
desde hace mucho tiempo. Con gran arco de medio punto para el acceso y
construida con buenos sillares, más bien parece una capilla u oratorio, pues
tiene en su interior, sobre el caño y con un fondo azul, una representación escultórica y policromada de
la Virgen de Pedrajas. Una inscripción en la
parte superior, donde se lee con claridad “Nuestra Señora de Pedraxas”,
parece remitirnos al siglo XVIII, quizá el momento de su construcción. Estamos, pues, ante un bien
patrimonial al que no se le ha dado la importancia que sin duda tiene. En
realidad, es un gran desconocido. Bien harían en Poza si valoraran y
conservaran esta fuente, a fin de cuentas, la Virgen de Pedrajas es su
patrona.