Cabaña de San Zadornil. Arriba, el henil; abajo, lugar para guardar el grano y para el venteo de las parvas . Ya nadie guarda grano, ya nadie ventea parvas. |
Cabaña de San Zadornil. Adobe y maderos verticales forman un sólido armazón. Arriba se aprecia el bocarón del henil, abajo, el acceso de tablazón al espacio del grano. |
Cabaña de San Zadornil. Materiales modernos, como el ladrillo, conviven ahora con los tradicionales. |
Cabaña de Arroyo de San Zadornil. El piso superior reservado para almacén de hierba. |
Cabaña de Arroyo de San Zadornil. El tablazón servía de cierre por el frente principal. |
Cabaña de Argote. También en el Condado de Treviño pueden verse cabañas del mismo estilo y para los mismos fines.. |
FOTOGRAFÍAS: Cabaña de San Zadornil (2007). Cabañas de Arroyo de San Zadornil (2007). Cabaña de Argote (2007).
Volvemos
hoy a la etnografía. Y lo hacemos trayendo una interesante y original
construcción, de uso agropecuario, a la que poca o ninguna atención se le ha
prestado. Nos referimos a la “cabaña”, nombre que recibe un edificio auxiliar
multiuso, de planta y piso, que se prodiga en la parte burgalesa lindante con
la provincia de Álava y con mayor intensidad en la Jurisdicción de San
Zadornil. “Cabaña de era”, podría llamarse con más precisión esta construcción,
pues siempre la encontramos dentro de los espacios que los pueblos reservaban para la trilla, comúnmente llamados eras. Podría llamarse también edificio de usos
múltiples, al gusto de hoy, pues, en efecto, eran (o son) diversas sus funciones, la principal de ellas
poner a resguardo el grano obtenido de la trilla cuando la lluvia se presentaba
de improviso; o para, en estos casos, aventar las parvas bajo techo. Para poder
realizar esta última labor, las cabañas disponían de un gran espacio en la
planta baja, con portones contrapuestos o enfrentados con el fin de, en momentos
de aire favorable, generar la corriente
necesaria para el venteo. Este sería el espacio principal del conjunto, y el
que por sí solo justificaría el nacimiento de la cabaña. Pero el edificio se
compone de planta y piso, con grandes espacios y divisiones de tablazón arriba
y abajo, unos para almacenaje de hierba para el ganado en los inviernos, al
modo de los payus pasiegos, otros para leñeras y otros para la guarda de
aperos. Se trata, en fin, de un edificio inteligente, pese a la humildad de su
construcción, que tendría sus paralelos más cercanos en los estiales de La
Demanda y en las cabañas de los montes pasiegos. También es un edificio
pintoresco, lo que, sumado a su indudable valor etnográfico, hace que sea
altamente recomendable su conservación y protección.