Pueblo del valle de Zamanzas, tierra de canteros |
FOTOGRAFÍAS: Báscones de Zamanzas. Jesús Fernández (2018 y 1997 respect.)
En el obligado confinamiento que hoy nos toca vivir siento añoranza de mis andanzas por la provincia. Siento la falta de los pueblos, el oxígeno de su paisaje, de sus cielos y de las viejas palabras cuyo eco todavía resuena por callejuelas despobladas. Lo añoro hasta la extenuación, y eso que rosetas y ventanas han llenado, y están llenando, vacíos en mi soledad frente a la pantalla. Algo inesperado, sin embargo, sucedió hace poquitos días que vino a aliviarme de los efectos de la reclusión, una especie de milagro por el que aquello que tanto añoraba vino a mi encuentro sin haberlo llamado ni buscado. Por correo electrónico, queridos confinados y amigos de este Cajón de Sastre, me llegó una carta firmada por alguien que no conocía y que me hablaba de un tema que en su día me dio muchas satisfacciones. Era una carta bilingüe, escrita en castellano y en un lenguaje extraño que me resultaba familiar, el de la jerga de los canteros. Como os podéis imaginar, la misiva me produjo un agradable cosquilleo, pues me retrotraía a veinte años atrás, a una tarde de verano en un jardín de Brizuela anotando las palabras de la Jerga que Jesús Fernández, cantero que fue en Munilla, casi ciego y centenario, me fue transmitiendo. Fueron aquellos momentos mágicos, de esos que se quedan pegados en la piel de la memoria. Han pasado veinte años, y ahora recibo una carta de su nieto, ofreciéndome una ampliación de aquella Jerga recogida, la que él mismo grabó a su abuelo siendo un chaval. Por su gran interés, reproduzco la carta para el disfrute de todos.
Jesús Fernández Martínez, de Munilla, nos transmitió la Jerga que hablaron los canteros |
LA
CARTA
Hola,
miaíres aire Jesús Roca Fernández.
El
jabárdu Mieres aireé Jesús Fernández Martínez, erguín de Munilla que ploró a Brizuela, con el que
garleáste face 22 ñorténes, y endrepés papeloseaste el papelosu “Jerga de los canteros en el
pueblo de Munilla”. En mi ciba he burniadú un cipruquín diccionario de
garleandéras que recugí de murguecíllu. Si iriequíres te andámo las
garleandéras que ñéto.
Sidos
Txus
¿Qué,
os ha extrañado su lectura, queridos amigos? Bueno, como intuyo vuestro
asombro, y probablemente no estéis versados en este lenguaje, viene a decir lo
siguiente:
TRADUCCIÓN
“Hola, soy Jesús Roca
Fernández.
El
abuelo mío era Jesús Fernández Martínez, cantero de Munilla, que fue a
Brizuela, con el que hablaste hace 22 años y después escribiste un libro “Jerga
de los canteros en el pueblo de Munilla”. En mi casa he visto un pequeño
diccionario de palabras que recogí de chaval. Si quieres te mando las palabras
que tengo”.
Saludos
Txus
Quizá vosotros, queridos amigos confinados, os preguntaréis: ¿Y qué pasará con ese
“pequeño diccionario” recogido por Txus de boca de su abuelo? Os participo que se compone de casi 500
palabras, de las cuales más de 200 ya fueron publicadas en el “libro” que cita
nuestro amigo recopilador, aquellas que me fueron transmitidas en el jardín de Brizuela
en 1997. El resto son expresiones nuevas que merecerán ir a descansar junto a sus
hermanas, aunque tendrá que pasar este
confinamiento, y que todo llegue a la “nueva normalidad”, para ver la manera de juntarlas.
NOTA:
Como no sé en qué momento vais a leer esta extraña entrada, os mando saludos
como lo haría un buen erguina (un cantero) según si fuera por la mañana, por la
tarde o por la noche.
Sidos
digunes (Buenos
días)
Sidas
retalias (Buenas
tardes)
Sidas
rachas (Buenas noches)
Desde mi confinamiento
(Año del Coronavirus, mayo 2020)