FOTOGRAFÍAS: Tomadas en 2009
Ahedo de Bureba, uno de mis pueblos del silencio, cementa sus calles. No está mal, a ver si ello sirve para asentar población, ese milagro que tanto se espera en el desierto burgalés. Veámoslo con optimismo y esperemos gente desplazándose a este pueblo para vivir en él. Recuerdo un día, de hace diez años en Ahedo, que me embarré mucho los zapatos transitando por sus calles, ¡qué desagradable! Ahora, por fin, podré caminar por ellas sin temor a mancharme. En contrapartida, las ruinas de la iglesia románica, con su magnífica portada, siguen ahí, esperando el momento de su derrumbe total.
Una noticia curiosa, imagino que aunque el pueblo este desahitado, alguna persona mantendra habitable alguna casa o almacen agricola, no?.
ResponderEliminarA ver si este verano me animo y paso a concocer su iglesia,
Saludos
Los Poderes Públicos y la Iglesia (como Institución), deberían velar por la conservación del patrimonio eclesial, que es de todos, ¡es una pena que no se haga nada por la maravillosa portada de esta Iglesia!. Y la autoridad local, de Ahedo de Bureba, en lugar de cementar sus calles, podía esmerarse un poco, y poner otro tipo de pavimento más acorde con lo rural. Un saludo a todos, Flor
ResponderEliminarigual hubiera sido muchísimo mejor asentar las ruinas de la iglesia, con algún resto interesantísimo y dejarse de asfaltar el suelo de este pueblo deshabitado. También hay muchos pueblos a punto de ser abandonados pero todavía con gente mayor viviendo y con las calles intransitables... Sera la ignorancia pero yo sinceramente es que no lo entiendo. APRILIO y su Aprilia
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