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Posible rostro masculino |
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Inquietante rostro ¿femenino? |
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Cruz protectora en la entrada de la casa |
FOTOGRAFÍAS: Casa de Quintanarruz (Tomadas en octubre de 2018)
Iba buscando hexapétalas y me
encontré con otra cosa. Junto al centenario moral de la iglesia de
Quintanarruz vemos hoy una antigua y despoblada casona, de planta cuadrangular,
que pronto ha de dar en ruina, como sucede con todo lo que en los pueblos ha
dejado de habitarse o tener uso. Esta casa, probablemente del siglo XIX, tiene
la particularidad de contar en los esquinales de su alero principal con dos
cabezas humanas, una en cada extremo, talladas en los “modillones” o saledizos
que le sustentan. Y no es un caso único. Ya vimos aquí cómo en Ahedo de Butrón
existen también dos figuras diablescas, en casas distintas y situadas de la
misma manera, bien es cierto que con aspecto..., digamos más brujil. Estos dos ejemplos nos
sirven para creer que en un pasado no muy lejano, de supersticiones sin cuento,
debió ser costumbre poner en sitio bien visible de las casas (ninguno mejor que
las esquinas de los aleros) figuras humanas de apariencia monstruosa, imágenes que, con su aspecto feroz, pudieran hacer de ahuyentadores ante la posible entrada de malos
espíritus o animales de mal agüero, como por ejemplo la lechuza nocturna
anunciadora de muerte. Pero la casa de Quintanarruz tiene la particularidad de
que si bien uno de los rostros presenta una evidente e inquietante fealdad, con enorme
boca vacía, con tan solo tres dientes muy separados, la otra parece de
aspecto más apacible, inductora de serenidad, lo que nos lleva a la
confusión. En todo caso, las buenas gentes que construyeron esta casa tuvieron
la precaución de protegerse de manera más religiosa, grabando en el dintel de
la entrada una gran cruz, como fue costumbre extendidísima en nuestros pueblos.
La figura más fea asustaría, la cruz protegería, la imagen apacible del otro
esquinal marcaría propiedad y dominio. Especulaciones, por supuesto. Convendría contar con
otros ejemplos para conclusiones de mayor enjundia.
Es interesante comprobar que en algunas provincias estos signos de protección también se hallan presentes, aunque las imágenes en los aleros es la primera vez que los veo. Muy interesante tu especulación, saludos.
ResponderEliminarGracias por el comentario.
ResponderEliminarUn saludo