FOTOGRAFÍA: Iglesia del monaterio cisterciense de Santa María de Palazuelos. (Tomada en 1985).
Creo haber dicho alguna vez, incluso aquí mismo, en este Cajón de Sastre, que ha sido y es mi costumbre guardar todo tipo de notas entre las páginas de los libros. Es algo instintivo, quizá porque de pequeño yo me encontraba con las notas que mi padre dejaba en los suyos. Pero también puede ser por dos motivos más: uno porque crees que mejor que romper es guardar por si alguna vez pudiera servirte de algo, y otro, porque siempre es bonito tomar un libro que hace tiempo que no ojeas y de repente, al abrirlo, cae al suelo cualquier cosa, una vieja foto, un trébol planchado o un papelito escrito con fecha matusalénica. Hoy, queridos amigos, me ha pasado. He abierto el libro “Silos. Cien años de historia” y ha volado un papelito escrito a bolígrafo. Lo recojo del suelo y, para mi sorpresa, veo que es una nota que no hace mucho busqué y rebusqué, pero que por más vueltas que di no encontré. Así son las cosas, cuando menos lo esperas...
La nota en cuestión es el texto que figuraba en una pancarta que hace 25 años había colgada en las alturas de la iglesia arruinada del monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos, en la villa de Cabezón de Pisuerga, cerca de Valladolid. La firmaba “Arte en Peligro” (Primera Asociación Nacional en Defensa del patrimonio Histórico-Artístico)”. Tomé nota de ella cuando en 1985, junto con mi hermano mayor, estábamos elaborando el Álbum de Castilla y León. Ha llovido desde entonces, pero la nota, en mi opinión, tiene sumo interés, pues es el testimonio de una lucha pasada que, al parecer, no llegó a dar los frutos apetecidos, ya que el monumento cisterciense sigue en clamoroso abandono.
Transcribo aquí lo dicho en la pancarta, aunque nada más sea como reconocimiento a aquel grupo defensor del patrimonio (¿qué habrá sido de él?), que ha de recordarnos a la lucha que otra asociación, la de Rioseco, viene llevando a cabo actualmente en Burgos por salvaguardar las importantísimas ruinas de un monasterio hermano del anterior en el valle de Manzanedo.
En la pancarta podía leerse:
“PARROQUIA DE PALAZUELOS
SANTA MARÍA DE PALAZUELOS
HEMOS CLAUSURADO ESTA IGLESIA TRAS DOS AÑOS DE GESTIONES INFRUCTUOSAS ANTE EL ESTADO Y EL ARZOBISPADO DE VALLADOLID EN ESPERA DE QUE EL PRIMERO CUMPLA Y HAGA CUMPLIR EL MANDATO CONSTITUCIONAL VELANDO POR LA SALVAGUARDA DE NUESTRO PATRIMONIO ARTÍSTICO IMPIDIENDO QUE MONUMENTOS DE LA EXTRAORDINARIA IMPORTANCIA HISTÓRICO ARTÍSTICA DEL PRESENTE SE HALLEN EN EL MÁS ABSOLUTO ABANDONO SOMETIDOS POR LO DEMÁS A TODA SUERTE DE DESAFUEROS Y ACTOS VANDÁLICOS”.
Creo haber dicho alguna vez, incluso aquí mismo, en este Cajón de Sastre, que ha sido y es mi costumbre guardar todo tipo de notas entre las páginas de los libros. Es algo instintivo, quizá porque de pequeño yo me encontraba con las notas que mi padre dejaba en los suyos. Pero también puede ser por dos motivos más: uno porque crees que mejor que romper es guardar por si alguna vez pudiera servirte de algo, y otro, porque siempre es bonito tomar un libro que hace tiempo que no ojeas y de repente, al abrirlo, cae al suelo cualquier cosa, una vieja foto, un trébol planchado o un papelito escrito con fecha matusalénica. Hoy, queridos amigos, me ha pasado. He abierto el libro “Silos. Cien años de historia” y ha volado un papelito escrito a bolígrafo. Lo recojo del suelo y, para mi sorpresa, veo que es una nota que no hace mucho busqué y rebusqué, pero que por más vueltas que di no encontré. Así son las cosas, cuando menos lo esperas...
La nota en cuestión es el texto que figuraba en una pancarta que hace 25 años había colgada en las alturas de la iglesia arruinada del monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos, en la villa de Cabezón de Pisuerga, cerca de Valladolid. La firmaba “Arte en Peligro” (Primera Asociación Nacional en Defensa del patrimonio Histórico-Artístico)”. Tomé nota de ella cuando en 1985, junto con mi hermano mayor, estábamos elaborando el Álbum de Castilla y León. Ha llovido desde entonces, pero la nota, en mi opinión, tiene sumo interés, pues es el testimonio de una lucha pasada que, al parecer, no llegó a dar los frutos apetecidos, ya que el monumento cisterciense sigue en clamoroso abandono.
Transcribo aquí lo dicho en la pancarta, aunque nada más sea como reconocimiento a aquel grupo defensor del patrimonio (¿qué habrá sido de él?), que ha de recordarnos a la lucha que otra asociación, la de Rioseco, viene llevando a cabo actualmente en Burgos por salvaguardar las importantísimas ruinas de un monasterio hermano del anterior en el valle de Manzanedo.
En la pancarta podía leerse:
“PARROQUIA DE PALAZUELOS
SANTA MARÍA DE PALAZUELOS
HEMOS CLAUSURADO ESTA IGLESIA TRAS DOS AÑOS DE GESTIONES INFRUCTUOSAS ANTE EL ESTADO Y EL ARZOBISPADO DE VALLADOLID EN ESPERA DE QUE EL PRIMERO CUMPLA Y HAGA CUMPLIR EL MANDATO CONSTITUCIONAL VELANDO POR LA SALVAGUARDA DE NUESTRO PATRIMONIO ARTÍSTICO IMPIDIENDO QUE MONUMENTOS DE LA EXTRAORDINARIA IMPORTANCIA HISTÓRICO ARTÍSTICA DEL PRESENTE SE HALLEN EN EL MÁS ABSOLUTO ABANDONO SOMETIDOS POR LO DEMÁS A TODA SUERTE DE DESAFUEROS Y ACTOS VANDÁLICOS”.
http://www.salvemosrioseco.es/
Aunque sea tarde y no se hayan obtenido los fines perseguidos para la conservación del patrimonio, quiero darles mi más sincera enhorabuena, por esa actitud y ese amor al arte, a lo nuestro. Ay, ay, si los americanos, tuvieran lo que nosotros descuidamos.
ResponderEliminarGracias, Elías, hermano, y participantes por cuidar y luchar por el arte que nos legaron.