Casa quemada en Gobantes (1997).. |
Aseguradora de incendios en casa de Covarrubias (2010). |
Aseguradora de incendios en Tardajos. (2011). |
Cantabrana. Cruz en dovela. |
Sagrado Corazón protector. "Bendeciré esta casa". (2007). |
"Reinaré en España y bendeciré esta casa". (2010). |
FOTOGRAFÍAS: Gobantes. Covarrubias. Cantabrana. El Almiñé.
En días pasados ardió una cabaña
pasiega en Las Machorras con el trágico resultado de una persona muerta. El
suceso me ha hecho recordar que el fuego es, y está siempre presente en las
comunidades rurales, uno de los peligros más frecuentes con los que éstas se
tenían y tienen que enfrentar. Por temor a las
llamas destructoras, generalmente causadas bien por una chispa desmadrada, la
entrada de un rayo, por una chimenea recalentada en exceso o por un cortocircuito cuando hubo luz eléctrica, las mejores casas
de los pueblos eran por lo general aseguradas. Buen ejemplo de ello son las
chapas oxidadas de las compañías de seguros que todavía hoy pueden verse en viejas fachadas. Estas chapas, sean de La Unión, Zaragozana, Numancia
o La Catalana, por citar sólo algunas de las muchas compañías que hemos podido ver, son
los únicos letreros comerciales, sí así se les podría llamar, que pueden
encontrarse en nuestros pueblos. Pero las aseguradoras eran para pasado el
fuego, no para prevenirlo. Durante siglos y hasta tiempo muy cercano, debió
ser el signo de la Cruz el protector más extendido, junto a la placa, más reciente, de “Reinaré
en España y bendeciré esta casa”. Símbolo cristiano por excelencia, hecha en el aire con
la mano, la cruz podía servir para tener éxito con la masa del pan en el horno o con la
carne de la matanza, por ejemplo; esculpida o pintada, presidiendo la entrada
de las casas, podía valer también para ahuyentar las fuerzas demoníacas y los
incendios. Para esto último, igualmente preventivo y protector era invocar a los
ángeles y santos con determinadas oraciones. Éstas, recitadas en el momento de
ir a dormir y acompañadas de una Cruz, hecha con la mano o con unas tenazas
sobre las cenizas recogidas del fuego del hogar, debieron ser bálsamo para que
las noches pudieran discurrir sin grandes sobresaltos. En la entrada de este Cajón de Sastre “La luz del día, la oscuridad de la noche” ya vimos
la importancia que en un tiempo se daba al hecho de pasar de las
tinieblas a la luz, y cómo para superar o haber superado con bien este trance
había también específicas oraciones. Veamos ahora algunas que de las más
recurrentes en nuestros pueblos con respecto al fuego o la lumbre:
UNA CRUZ EN EL FUEGO APAGADO
“Cuando voy a la cama hago
una cruz en el fuego apagado, todas las noches, como lo aprendí. No se me
olvida desde niña que lo aprendí. Hago la cruz y rezo:
Si viene el ángel,
que encuentre luz.
Si viene el diablo,
que encuentre luz.
Que el Señor bendito
nos deje amanecer con bien.
Eso se decía para evitar el
fuego, para que no nos pase nada. Antes en casa de mis padres hacíamos la cruz
con la tenaza, y ahora, en esta cocina [económica] lo sigo haciendo igual. Mi
madre siempre lo hacía en la ceniza, que tenía la lumbre baja”.
Recogido en Hontoria del Pinar: 12-2-1998
“Tápote lumbre,
hago una cruz,
cuando venga el ángel,
vea la luz.
El ángel traiga,
el ángel lleve,
amén, Jesús.
“[Se decía] por si acaso
algún gato o alguna cosa, a lo mejor se encendía [y] podía pasar cualquier
cosa. Y así, de esa manera, pues no pasaba nada”.
Recogido en Villamudria: 22-9-1997
UNA CRUZ EN EL BRASERO
“Cuando mi madre terminaba
de hacer la cena cogía la lumbre en un brasero, hacía una cruz, y decía:
Bajad angelitos,
bajad a por luz,
que aquí encontraréis
esta Santa Cruz”.
Recogido en Cardeñajimeno: 19-7-1997
UNA CRUZ PARA ENCENDER
“San
Miguel, San Miguel,
ayúdanos
a encender,
y después de encendido,
San Miguel sea bendecido”.
Recogido en Bezares: 13-12-1999
Buenas tardes, Elías Rubio Marcos:
ResponderEliminar¿Habrán reconstruido la Casa quemada en Gobantes, que nos muestras en tu fotografía de 1997?.
Me encanta sentarme al lado de la chimenea y mirar el fuego, pero no me gusta retirarme ni acostarme dejando rescoldo en la chimenea. La contratación de un Seguro de incendios, con una Compañía, tenía que ser tranquilizante.
La ventaja de ‘las placas protectoras’ estribaría en que no había que pagar cuota dineraria.
Lo de la cruz con la tenaza lo ví hacer
Saludos
Mi padre me ha contado decenas de veces como hace algo mas de 50 años una casa se prendio fuego en un pueblecito de la Bureba, él estaba comiendo en casa de su abuelo, una bonita casa de piedra con arco en la entrada, de la cual solo queda el solar y alguna piedra.
ResponderEliminarCon los escasos medios que se disponia en aquel entonces para avisar a los bomberos poco se pudo hacer, y algo mas de media docena de casas desaparecieron..., alguna fue reconstruida pero la mayor parte de vecinos afectados construyo nuevas viviendas en las proximidades.
Aun hoy se aprecia el 'vacio' que dejo el incendio en la calle real.
un saludo,