Elías Rubio Marcos y su "CAJÓN DE SASTRE"

Recopilación de artículos publicados y otros de nueva creación. Blog iniciado en 2009.

miércoles, 30 de enero de 2019

CARTA AL CANTERO TEÓGENES


El balcón del cantero Teógenes, una obra de 1920

La roseta hexapétala como símbolo  de la profesión


FOTOGRAFÍAS: Balcón en Santibáñez del Val (Tomadas en enero de 2019)


Estimado Teógenes:

Primero de todo te pido perdón por el tuteo, pero es que no me sale tratar de usted a los que ya no están en este mundo, y tú ya no estás. Te extrañarás que sepa tu nombre, lo sé porque lo vi grabado en piedra en un balcón que tú mismo decoraste hace un siglo en Santibáñez del Val. TEÓGENES, aún puede leerse en letras grandes en lo más alto del balcón, en lo que hace de dintel dovelado. TEÓGENES escribiste, solo tu nombre, sin apellidos, lo que sin duda resalta la humildad que siempre te acompañó. Debiste ser cantero, como se adivina por las distintas herramientas que tallaste en cada jamba y en cada piedra del balcón. Hoy te digo, y lamento decírtelo, que la casa que tú mismo debiste construir, para tu familia y quizá para tu laboratorio de la piedra se encuentra en ruina (te envío una foto por si, en el más allá, puedes verla, aunque, pensándolo bien, mejor si no te llega, no vaya a ser que te deprimas). Desconozco tus obras en  Santibáñez y las que pudiste hacer en los pueblos de la comarca, pero seguro que fueron muchas y muy dignas, a juzgar por el mimo con el que labraste tu balcón. Quizá alguna esté resistiendo el paso de los años mejor que tu casa, lo cual, pese a tu dolor, debería llenarte de orgullo y no de pena. Fuiste un cantero de pueblo, un mago de la piedra que tuvo como emblema la roseta hexapétala, la flor que siempre caracterizó a los de tu profesión. Permíteme, Teógenes, que deje estas líneas a la vista de todos por si a alguien se le ocurriera salvar tu precioso balcón. Se lo merece.

Sin más, recibe un cordial saludo desde Santibáñez del Val

Un admirador





Siento decírtelo, Teógenes, pero tu casa
se está hundiendo


2 comentarios:

  1. Teógenes cantero o dueño de la casa, o quizás ambos, estaría muy orgulloso de su fachada, de esta obra que mantiene el equilibrio y que puede que caiga dentro del olvido de los escombros. O quizás pensemos que tu llamada a este hombre sea escuchada por alguien que intente mantenerla como el recuerdo de aquellos oficios que se pierden en la noche de los tiempos. Preciosa carta.

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  2. Ojalá alguien nos oiga, Rosa. Gracias por el comentario.

    Saludos

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